[RELATO] Cuento de eRepublik: Primera Estrofa
johnnhy
No se me da demasiado bien seguir las reglas, es la pura verdad. Pero al fin y al cabo uno no escribe por el premio económico que pueda recibir, sino por otro tipo de premio que no implica nada material. Dicho esto, os dejo con mi versión del cuento del maestro Charles Dickens procurando no provocar ningún mal a nadie más que al que va dirigido. Dada la longitud de la obra, me he permitido publicarlo en partes para no asustar a los más incautos.
Nota para el lector novato: Lemnaru y Bonte aka Herr Hans, apodo que le concedió un gran periodista y reportero como Espaugyl, fueron los fundadores de eRepublik. Es importante para no ir perdido por la historia que hoy os quiero contar.
Lemnaru estaba e-muerto, para empezar. No en plan Pablinho, que vende su cuenta para recuperarla y volver a venderla y volver a recuperarla y volver a venderla, crearse una nueva cuenta, dejarla morir, recuperar por tercera vez su cuenta y venderla una vez más para no volver a jugar y e-morir dejando un futuro incierto ante tanto cambio de cuenta. Lemnaru estaba definitivamente e-muerto, permabaneado, irresucitable. Es un dato importante a tener en cuenta para entender la significancia de los sucesos que os voy a relatar en esta historia.
Me gustaría decir que Herr Hans quedó terriblemente afectado cuando leyó el ticket de su socio pidiendo que le borraran la cuenta, y que fue una de las cosas más duras a lo largo de su vida en eRepublik el tener que pulsar el botón que hiciera oficial su baneo. Sin embargo, la verdad es que no le tembló el pulso a la hora de despedirle del juego, ahora todos los beneficios irían a parar a su bolsillo. El mismo día, se puso a trabajar como buen empresario y a idear algún tipo de torneo que pudiera proporcionarle seriosas cantidades de dinero.
¡Qué agarrado que era aquel Herr Hans! Ya nadie de eRepublik le buscaba para preguntarle por el futuro de su juego, el que dirigía ahora en solitario, nadie osaba pedirle un nuevo módulo económico, uno de verdad; nadie le preguntaba si el juego dejaría de centrarse tanto en el módulo militar ni si incluiría algún tipo de mejora que no fuera enfocada a los viseros; y ni siquiera estos últimos se atrevían a pararle y pedirle que solucionara los repetidos e interminables bugs. Simplemente, a Herr Hans eso no le importaba, no le había importado nunca.
eD.E.P. Lemanru
Cuatro años más tarde…
Érase un 24 de diciembre de 2014, la víspera de Navidad, el día de Nochebuena, en que Herr Hans estaba como siempre ocupado trabajando en su oficina. El frío del invierno invadía todo el edificio de eRepublik Labs, y su pobre secretaria Lana se congelaba mientras tecleaba en su ordenador. Para escatimar en gastos, Herr Hans había puesto la calefacción al mínimo.
De pronto se abrió la puerta del despacho de Herr Hans y Lana irrumpió junto a dos hombres bien abrigados, ambos con café calentito en mano. Ante las muecas de desaprobación de Herr Hans, Lana le indicó que eran de la oficina de Madrid.
«¡Buenas tardes! ¿Tenemos el placer de dirigirnos a Herr Hans o a Lemnaru?» dijo el más flaco de los dos.
«Lemnaru nos dejó hace ya cuatro años...»
«Hmm... Seguro que su generosidad está perfectamente representada por usted.» Y era cierto, pues Lemnaru no había sido sino tan tacaño y avaricioso como Herr Hans. «Queríamos proponerle, puesto que estamos en las fiestas de Navidad, que podríamos hacer algunos regalos a los jugadores de eRepublik como muestra de gratitud por todo su tiempo invertido en el Nuevo Mundo, y sobre todo a los más nuevos que seguro les vendría fabulosamente bien un pequeño empujón para acercarse a los viejos fuertes y ricos.»
«¿Ya no existe el IAN en eEspaña?» preguntó Herr Hans extrañado.
«Todos los días hacen repartos, señor.»
«¿Y las Obras Sociales?» inquirió Herr Hans, «¿Siguen activas»
«Sí, algunas todavía siguen.» afirmó el caballero mientras daba un sorbo a su ardiente café para entrar en calor.
«¿Y siguen en vigor los Estatutos del IAN» dijo Herr Hans.
«Efectivamente, señor.»
«¡Ah! Me temía, con lo que ustedes me decían al principio, que hubiera ocurrido algo que impidiese su útil funcionamiento.»
«Pero tenemos la impresión de que estas instituciones no proporcionan suficiente... ayuda.» respondió el empleado español. «Y hemos pensado que en estas fechas un bonito regalo por vuestra parte sería mucho más agradecido que nunca. ¿Qué cree que podríamos regalar?»
«¡Nada! ¡Suficiente que pongo los caramelitos esos y los gift packs!» gritó Herr Hans. «No celebro la Navidad y no puedo permitirme el lujo de que la gente celebre la Navidad a mi costa. ¡Que acudan al IAN o a las Obras Sociales si necesitan algo!»
«Muchos no los conocen o no pueden ir, y acaban e-muriendo.»
«¡Pues entonces que se e-mueran!»
Llegó la hora de cerrar las oficinas. Lana se tuvo que quedar hasta última hora como siempre, pero cuando se fue le deseó unas felices fiestas derrochando alegría y se fue saltando, dejando a Herr Hans solo. Para ahorrar en viajes, pues la gasolina no iba nada barata, Herr Hans se había mudado con su familia al mismo edificio donde trabajaba.
En la soledad y oscuridad de las oficinas, antes de cerrar el ordenador, revisó su cuenta de eRepublik. En realidad nunca la usaba, pero trataba de que su ciudadano al menos no e-muriera como el resto hacía últimamente. Tenía un mensaje privado, así que fue a leerlo. “Lemnaru to Herr Hans”.
Extrañado, pero sin darle importancia, comprobó el perfil de Lemnaru. Seguía e-muerto y permabaneado, pero estaba conectado. Quizás fuera uno de esos bugs de los que había oído hablar. Empezaba diciendo «Herr Hans, esta noche a la una de la madrugada serás visitado por u...». Para leer más debía abrir el mensaje. Herr Hans no era un hombre supersticioso, pero no quedaba nadie en la oficina salvo él, y prefirió leerlo en la comodidad de su casa.
Cerró el ordenador, recogió su escritorio de trabajo, y cogió su tablet para dirigirse a su piso. Cuando hubo cerrado todas las luces de la oficina, de pronto la luz de la pantalla del ordenador se encendió de nuevo. Hastiado del largo día de trabajo, volvió a su mesa. La pantalla volvía a mostrar la página de mensajes recibidos. «¡Herr Hans! Léeme.». Empezó a asustarse en aquel momento, y cerró otra vez el ordenador. Pero este volvió a abrirse. «¡Bah! Será una bromita de algún gracioso», pensó. Y se fue tan rápido como pudo a su casa. Su mujer se había ido a casa de sus padres a celebrar la Navidad, así que estaba nuevamente solo. Ahí cenó mientras repasaba su excel de cuentas en su tablet y comprobaba nuevamente el balance del mes. Tras cenar, se metió en la cama y volvió a entrar a eRepublik.
El mensaje le puso la piel de gallina, algo que nada ni nadie había logrado en los últimos años de su vida. Hablaba de la visita de tres espíritus. Ni siquiera acabó de leerlo entero.
«¿Quién eres», preguntó por el MP. Nada más refrescar la página ya tenía respuesta.
«Dirás quién fui... Tu socio Lemnaru, o más bien, el e-Fantasma de Lemnaru.»
«¿Qué quieres? ¿Qué quieres de mí?»
«No crees en mí.»
«¡Claro que no! Podrías ser un hacker chino.» De pronto todas las luces de la casa se apagaron de golpe y Herr Hans perdió el aliento. Tras cinco segundos, no sólo se encendieron las luces sino también todos los aparatos electrodomésticos, la ducha y los grifos, aterrando al pobre Herr Hans. «¡Sí, sí! ¡Sí creo!» escribió tan rápido como pudo haciendo cesar aquella orquesta, «¿Pero por qué los espíritus deambulan por eRepublik y por qué te me apareces a mí?»
«Es la propia condena que yo mismo me forjé. Estaba ordenado que escucháramos y atendiéramos todas las quejas, súplicas y sugerencias de nuestros jugadores, y que si no lo hacíamos, lo hiciéramos en la e-muerte. Yo mismo estoy sentenciado a escuchar cada noche los llantos de los más attention whores y los más cryers que han pasado o siguen en eRepublik, el peor infierno. ¡Escuchar durante horas y horas, cada noche, las quejas y los hilos de John Balks, los lloros de Kojie, de Xeroccona...»
«Lemnaru» escribía casi implorante, «Dime algo que me tranquilice.»
«Hace cuatro años tu condena ya era tan pesada como la mía, pero después de este tiempo... ¡Oh, Herr Hans! ¡Tu condena es impresionante! ¡Hasta a los más raggers tendrás que soportar! ¡Ramsos amenazando! ¡Octiennes insultando! ¡BullOfWars mugiendo! ¡KueRVos graznando!»
«Eso no me tranquiliza.»
«¡Escúchame! En mi e-vida nunca atendí un solo ticket, nunca visité el foro de eRepublik para comprobar las sugerencias. Y en las pocas entrevistas que aceptábamos, nos limitábamos a dar respuestas vagas y poco concisas. Ahora tengo que hacer todo lo que no hice estando e-vivo.»
«¡Oh dios! Habrás leído centenares y centenares de tickets» escribió Herr Hans haciendo cuentas.
«¡Estaba ciego! ¡Mi ofuscación no me dejó ver mi propia e-vida desaprovechada y despilfarrada! ¡Siempre pendiente de ganar dinero e ignorando a los mismos jugadores que nos lo proporcionaban! Pobre de mí.»
Hubo un momento de silencio. Herr Hans empezaba a entender de qué iba aquel asunto y quería dejar de hablar con aquel e-fantasma. No quería saber nada más.
«¡Escúchame! Se me acaba el tiempo.»
«De acuerdo, pero no seas muy duro conmigo, por favor» suplicó Herr Hans.
«Vengo a advertirte, que aún tienes la oportunidad de escapar a mi destino, una oportunidad que voy a darte, Herr Hans.»
«Siempre fuiste un buen socio y amigo, Lemnaru» dijo Herr Hans, «¡Gracias!»
«Recibirás la visita de tres espíritus.» Herr Hans se quedó petrificado ante aquellas palabras.
«¿Y esa es… la oportunidad?» preguntó con voz quebrada, «Preferiría que no.»
«El primero vendrá mañana, a las trece hora erepublikana.» Lo cual significaba que era a la una de la madrugada en su país.
«¿No podrían venir los tres a la vez y así acabamos antes?» insinuó Herr Hans.
«El segundo vendrá a la noche siguiente a la misma hora. El tercero, a la siguiente noche, con el cambio de día. No volverás a verme nunca más.»
Herr Hans refrescó la página un par de veces y comprobó que no le decía nada más. Fue a mirar su perfil y vio que, definitivamente, ya no estaba conectado. Enseguida el ambiente de su casa recobró la luz de todas las lámparas que tenía encendidas y volvió a ser la de antes. Quiso decir «¡A pastar!», pero se quedó en la primera letra. Su corazón latía con fuerza contra el pecho. Se acurrucó en la cama aún vestido y le costó un tiempo infinito dormirse.
Próximamente
Comments
pole
¿Estrofa? ¿Tiene versos?
Ya te lo dije, es así como se titulan los capítulos de la obra original xd y no quería cambiarles el nombre
¡Ah! de dickens sólo he leído Historia de dos ciudades (y no me gustó).
Pues esta obra es mucho más que famosa. Confieso que hasta ahora sólo había visto las película de Disney (tanto la de Mickey's Christmas como aquella donde Jim Carrey pone la voz), pero ahora ya puedo decir que también he leído el libro xd
Y bueno, no sé bien qué decir, si me quedo con el libro o la peli, ambos magníficos. Lo mío sólo es un destrozo de lo suyo.
Me ha gustado mucho. Votado y endosado !
¡A pastar!
Toda adaptación nace de la ausencia de imaginación, y a la vez para hacerla bien requiere que esa ausencia desaparezca, paradoja donde las haya. Dicho esto el fantasma de las navidades pasadas de eEspaña se originaría en el menor de los casos, por el pecado de la avaricia.
Votado y endorsado, la adaptación está bien, aunque sé, que tienes imaginación suficiente como para crear un cuento más original.
"
Parece más fácil de lo que es en realidad xd
No es fácil, y aún así está bien, por eso el endorse además del voto.
Ya sabes, un shout vale más que mil endosos :3
A ello voy.
"Toda adaptación nace de la ausencia de imaginación y a la vez para hacerla bien requiere que esa ausencia desaparezca, paradoja donde las haya"
Niego la mayor. Hay que tener ego argentinesco para pensar que tras 100000 años de género homo te vas a inventar una historia totalmente nueva en lo que se refiere a su esqueleto.
Ergo ni paradoja ni hostias, adaptación consciente o inconsciente, todo lleva su parte de imaginación, sin clasificaciones clasistas sobre si se es más orginal o no (o si has escondido mejor o peor tu enésima adaptación de la Odisea).
Escribir no es la puta NBA.
No es ego, una rana por definición no puede tener el ego inflado, para eso hubiera elegido un sapo.
Y sí, el debate de todo está inventado es muy interesante, pero siempre consideraré que hubo un ejercicio de creatividad más intenso en una obra original, por muchas referencias que tuviera para su creación que en una adaptación.
Y claro que una adaptación tiene su parte de imaginación, aquí nadie lo ha negado. pero en una adaptación existe una estructrua o un guión a seguir, en una historia "nueva" tu desde el principio eliges que referencias tomar, por lo que desde el principio hay que romperse más la cabeza.
Es mi opinión, y no te llamare ególatra ni nada porque no la compartas conmigo. 🙂
Hombre ranita, yo creo que tirant ha decidido hacer una adaptación para explicar mejor el sentido del relato... No por ser más sencillo de escribir, o de imaginar, sino para que los conocemos esta historia veamos el paralelismo...
Pues pásanos la máquina de cuantificar creatividades, para poder retirar la adjetivación en base a un criterio empírico.
Si para todos los casos en que se pueden tener opiniones contrarias, hiciera falta una máquina que lo cuantificara, ¿Donde quedaría la necesidad de lo subjetivo?
Se trata de opinión, la mía es que una obra original tiene más trabajo creativo que una adaptación, tu puedes defender lo contrario, ambas opiniones se pueden sustentar en argumentos igualmente válidos, porque se trata de hablar de lo subjetivo.
En cuanto a los criterios "empíricos" habría que hacer notar que la mayor parte del conocimiento humano no cuenta con dichos criterios...
Hombre Frozen, yo no he dicho que lo haya hecho porque cree que así es más fácil, de hecho hacer una buena adaptación es complicado, y nadie lo desmiente. En cuanto a que buscara un paralelismo con el fantasma de las navidades pasadas de Dickens, bien... eso en una obra original sería se lograría teniendolo como referencia.
Parece que mi comentario vaya en el sentido de desacreditar lo que ha hecho johnnhy y si volvemos a leer detenidamente, no ha sido así. Solo he manifestado que me gustan más leer obras originales que adaptaciones reconociendo que ésta está bastante lograda, Nada más.
"la adaptación está bien, aunque sé, que tienes imaginación suficiente como para crear un cuento más original."
Leyendo detenidamente se vé que evalúas un tipo de obra (inexistente en un medio de aficionados como eR) por encima de otra, que a la sazón es la aportada de gratis por aqui el Juani.
Que de paso le desees suerte en la búsqueda del Camino Recto y Verdadero de las Letras, de forma muy deportiva, eso si, no invalida lo anterior.
Por mi parte ya tengo mi cupo satisfecho y voy a ahorrarnos el falso debate acerca de la necesidad de lo subjetivo o de la Orografía de la comárca de Úbeda como Dato Unificador de Todo lo Cognoscible, junto al Nazismo y las tetas.
Confundes palabras de apoyo a un eamigo con que yo busque "el camino Recto y Verdadero"
No soy nadie para hacerlo... de hecho no creo que lo haya, solo digo lo que a mi me gusta más. No sé ya como explicarlo.
Yo no he tenido intención de abrir ningún falso debate, sin embargo me seguirán gustando más las obras originales que las adaptaciones, sean en ER o en VR...
En cuanto a la diferencia entre lo que he dicho y lo que has entendido, puede deberse a que me he explicado muy mal, que puede ser o a que ese debate falso del que dices huir lo hayas iniciado a propósito.
¡Bravo!
Y +10 puntos de plasticidad por el añadido ese de "huir".
Eso no es una revista para adolescentes?
"huir" de qué? Esto se vuelve surrealista por momentos 🙂
A mi no me preguntes, yo sólo puntúo lo leído.
Evidentemente puntuas como todo el que vota un artículo, aunque no sea una puntuación en escala númerica. Votar o no votar requiere de valoración y por tanto de medición.
¿Un tipo de toro, tal vez?
De toros no entiendo. Sólo creo recordar que no les gusta llevar minifalda.
¿Interjección sustituitoria de onomatopeyas procaces, quizás?
No sé, lo que tu me digas que querías decir me vale, si es eso, bien, tu más que nadie sabrás lo que querías expresar, aunque para el que lo leyó no estuviera muy claro.
Pero si dijera lo que yo mismo quería decir, cuadraría esta conversación circular.
No tengo derecho a hacerle algo así a Arquímedes. Sería peor que pegarle con un calcetín sudao.
De hecho creo que ya le estas arreando con ese calcetin, puesto que la conversación circular la has iniciado tú al responder a lo que NO se había dicho en un comentario y seguir con trampas de estilo florentino a cada paso que se ha dado.
Pues vaya, me adelanté con el bravo anterior.
Pero ahora sí, ¡Bravo!
Ahora yo debería preguntar si eso es una revista adolescente...
pobre Arquímedes.
Cuanto daño ha hecho el determinismo.
Pero si el que querías cuantificar los subjetivo eras tu 🙁
Joder, ya van dos. No puede uno hacerse ilusiones con la sangre nueva.
No se trata de ilusión, sino de máquinas que la cuantifiquen, si no los hay la ilusión no existe:
Avutardo Pues pásanos la máquina de cuantificar creatividades, para poder retirar la adjetivación en base a un criterio empírico
Talmente como dicen los guiris: incluso un reloj roto da la hora bien dos veces al día.
Empezó siendo una conversación interesante, con este último comentario se demostró que el achaque del ego que me hacías en los primeros comentarios muy probablemente era introspectivo.
Avutardo, me estaba divirtiendo con el intercambio de mensajes, hasta ahora.
Me ha gustado esta versión eRepublikana, sisi.
Que jrande!
Por cierto, no conocia a Lemnaru... :__
Uuuuu ya no puedes considerarte viejuno, no sé si para bien o para mal xdd
Hace 2 años y medio que estoy por aqui solo... Pero la verdad es que tampoco me interesa la historia empresarial...
Votado. No está mal, pequeño aprendiz.
Votado viejo una nueva forma de cafe virtual. o/
v
votado. Los que te critiquen que escriban!!!
Esta navidad el IAN hace repartos a multis y eso:
http://www.erepublikspain.org/t15700p15-cachondeo-en-el-irc#413694
Jrande faplinho. De mayor quiero ser un trampeacuentas como él 😃
Hum... gente culta en eR. Asombroso.
V