[CNP] ¿eRealidad no vivida? Hoy en Mundo Enfermo y Triste: La Hiperrealidad

Day 828, 08:20 Published in Paraguay Paraguay by Francisco Tabakman

Nuestro modo de entender el mundo ha cambiado. La razón principal de este cambio, tal como ha ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad, surge a partir de nuevos instrumentos tecnológicos que el ser humano inventa para establecer una relación de dominio frente al medio.
Cada individuo necesita conocer y comprender su entorno físico y, dentro del mismo, existen otros seres humanos que, como él, precisan de tales conocimientos. Desde esta perspectiva cabe entender el medio o entorno físico como el espacio que rodea a un sujeto y a todo aquello que lo conforma. El modo primordial de intercambio de información con este entorno se realiza a través de la comunicación.

Las nuevas tecnologías digitales de comunicación, cuyo principal exponente es Internet, basan su actuación en la creación de entornos artificiales e interactivos. Aparecen, en consecuencia, nuevas formas de relación basadas en hechos comunicativos diferentes a los existentes, y que se derivan de la globalidad del espacio, mensajes y actores que se le suponen a la gran red.

El uso de nuevas herramientas tecnológicas influye directamente, por tanto, en la forma en la que se entablan y desarrollan las relaciones humanas. Aunque también es cierto que la prioridad de conocer mejor los distintos espacios en los que gira la actividad del ser humano, y a los diversos miembros que los habitan, incita a la constante exigencia en el desarrollo de nuevas herramientas de comunicación. En este contexto, podríamos entender la relación que se produce entre el hecho comunicativo y los modos de realización del mismo, como un acto de supervivencia.

El ordenador, como paradigma de los desarrollos tecnológicos reduce el universo a dígitos. Ésta se transforma en algo manipulable y lleno de vida, puesto que encierra, en sí misma, todo el conocimiento. La palabra digital es el nexo entre textos y constituye un avance fundamental a la hora de entender y construir una nueva realidad, ya que nos facilita su comprensión en términos de hiperrealidad. Este concepto parte del hecho de que la realidad de nuestro entorno no es única, sino que se constituye en un conjunto de realidades paralelas con las que construir nuestro discurso de actuación, en la medida que vamos tomando unas decisiones y no otras.

Podemos inferir entonces, sin querer echarle culpas a nadie, que los desarrollos tecnológicos intervienen de dos maneras en el mundo Hiperreal. Por un lado, son los elementos que "engañan" a los hombres o que ayudan a "engañarlos". Mientras que por otro lado, también son un poco los creadores del nuevo mundo: la herramienta perfecta para cumplir con el simulacro...

La hiperrealidad y la simulación, una de las disidencias más revolucionarias, el auténtico contra-poder. Hiperrealidad es un concepto de la semiótica y la filosofía posmoderna, que desarrolló ampliamente Jean Baudrillard, y también Daniel Boorstin o Umberto Eco. Baudrillard sugiere que el mundo en el que vivimos ha sido reemplazado por un mundo copiado, donde buscamos nada más que estímulos simulados.

Baudrillard, en Simulacro y Simulaciones, utiliza como alegoría de la simulación el cuentro de Borges: "Los cartógrafos del Imperio dibujan un mapa que acaba cubriendo exactamente el territorio: pero donde, con el declinar del Imperio, este mapa se vuelve raído y acaba arruinándose, unas pocas tiras aún discernibles en los desiertos - la belleza metafísica de esta abstracción arruinada, dando testimonio del orgullo imperial y pudriéndose como un cadáver, volviendo a la sustancia de la tierra, tal y como un doble que envejece acaba siendo confundido con la cosa real. La fábula habría llegado entonces como un círculo completo a nosotros, y ahora no tiene nada excepto el encanto discreto de un simulacro de segundo orden."

Pero la simulación ya no es la de un territorio (”El territorio ya no precede al mapa, ni lo sobrevive. De aquí en adelante, es el mapa el que precede al territorio, es el mapa el que engendra el territorio”), una existencia referencial o una sustancia. Se trata de la generación de modelos de algo real que no tiene origen ni realida😛 un “hiperreal”. O sea, que en la era postmoderna el territorio ha dejado de existir y sólo ha quedado el mapa o, mejor, que es imposible distinguir los conceptos mismos de mapa y territorio, se ha borrado la diferencia que solía existir entre ellos. Baudrillard insiste en que la realidad supera a la ficción y asegura que los receptores de la Hiperrealidad desempeñan un papel pasivo. Para él no existe la construcción de sentido independiente.

La sociedad que vivimos, el consumismo que nos arrebata a todos, es un entorno perfecto para construir un mundo más ‘real’ que Real. La autenticidad ha sido reemplazada por la copia (dejando así un sustituto para la realidad), nada es Real, y los involucrados en esta ilusión son incapaces de notarlo.

Realidad aumentada y realidad virtual son dos de esas palabras que ya forman parte del vocabulario común, al menos de los que están un poco al tanto de por donde anda la investigación tecnológica. Existe entre ellas una diferencia sutil, mientras la realidad virtual supone la creación de escenarios absolutamente imaginarios que requieren la inmersión total del ejecutante en el entorno -casi siempre a través de cascos y sensores que permitan moverse por el espacio virtual- la realidad aumentada no precisa de una inmersión total puesto que lo que hace es añadir elementos virtuales a una realidad dada. De este modo se consigue mediante recomposiciones virtuales conocer como era un edificio ahora en ruinas, un paisaje en otro tiempo, o una cara antes de envejecer.

Lo que hace la realidad aumentada es utilizar elementos disponibles en la realidad para a partir de ella generar otra realidad superpuesta sobre la anterior, una realidad que en este caso es virtual, pero tan cercana a ese “como son las cosas en la realidad” que la discriminación es practicamente indistinguible. Estas tecnologías ya están implementándose en arquitectura, en las ciencias forenses, en medicina, en los juegos para ordenador, en el automovilismo y como no en las interacciones entre usuarios a través del ordenador.

En su acepción más débil ya conocemos esos entornos virtuales como “Second life” (o eRepublik mismo) que añaden a la interacción entre usuarios reales nuevas identidades o aspectos superpuestos (avatares) a la propia personalidad de cada cual, también conocemos entornos como éste donde es posible ejercer todas las perversiones sexuales conocidas y otras que aún están por inventar. Tambien conocemos y se ha popularizado la palabra “cibersexo” sobre todo desde la aparición de la webcam -una oportunidad para los exhibicionistas- o las ciberamistades o cibernoviazgos que seguramente tambien operan a través de la superposición de elementos virtuales que se añaden al “contacto” real entre usuarios; en su vertiente dura la realidad aumentada nos retrotrae al mundo de los sueños, a escenarios surealistas o a puntos de vista imposibles para la mirada de un observador, piensese en la amplitud o el alcance de la mirada de un cirujano a través de unas gafas de realidad aumentada: seguramente él podrá acceder a rincones donde la simple vista no llegaría jamás.

Significa que nuestro cerebro poseee una actividad intrínseca que no depende directamente de la realidad pero que se acopla con la realidad percibida, adelanta una hipótesis sobre lo que va a percibir y segundos más tarde comprueba que esa predicción se ha cumplido: hemos reconocido ese rostro que nos era familiar.

Entonces... ¿Es nuestro cerebro un generador de realidad aumentada?

Algunos investigadores como Foley ya señalaron en su momento que el cerebro es en realidad un simulador intencional de realidades, otros a través de su concepto de enacción ya hablaban de que lo que entendemos como realidad es un acoplamiento entre el individuo y su medio ambiente, otros han hablado de la construcción social de la realidad a través de eso que se ha venido en llamar “consenso”

Lo cual nos lleva a la idea de que la realidad sólo modula esta actividad intrínseca del cerebro y no es su causa, ni su principal soporte, la realidad opera sobre esta actividad intrínseca obligándola a acoplarse con ella y en ningún caso se trata de algo objetivo que preexiste a la propia percepción.

Gracias a esto podemos decir que en internet somos personas totalmente diferentes a las que somos en la vida "real" No existe tal cosa denominada morir, la vida es solo un sueño y somos las imaginaciones de nosotros mismos. La realidad es algo que cada uno construye a partir de lo que conoce, haciendo de todos eternos solipsistas... o ¿No?