Capítulo 2 - Sonrisas

Day 2,600, 05:19 Published in Spain Poland by chete8969
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Capítulo 1 - Vera









Ese mes discurrió normalmente, el invierno estaba llegando y los días más cortos llenaban de luces la ciudad a las 7 de la tarde. Un día las clases de la facultad acabaron tarde y me sentía muy agobiado por todos los trabajos que me quedaban por hacer. Decidí cambiar la ruta habitual de vuelta a casa y conduje hasta una playa a unos kilómetros del centro urbano. Desde allí se vislumbraba buena parte de la ciudad. Las olas rompían en la orilla suavemente, era una noche preciosa.

Me senté en uno de los bancos en el paseo, me puse los cascos y puse a reproducir algo de música. Me limitaba a respirar y escuchar algunas de mis canciones preferidas cuando de pronto note un cosquilleo en las piernas. Un perro, para ser más exactos un Fox Terrier de pequeñas dimensiones olisqueaba mis zapatos. Acaricié al cánido durante un momento, tenía un pelaje muy suave, se notaba que lo trataban bien.

Busqué con la mirada al dueño y me quedé observándola, era aquella chica, Vera.

Me puse algo nervioso y ejecuté torpes movimientos. Intentando levantarme estuve apunto de pisar al pobre perro.

¡Hola!, ¿te acuerdas de mí? - Pregunté.
¡Ah sí! , jo, ¿te hice daño verdad? no debo beber tanto cuando salgo - Respondió muy risueña.
La verdad es que fue gracioso, estaba algo aburrido hasta ese momento - Le confesé.

La conversación tomó un ritmo agradable, no esperaba que se acordara de mi, pero me equivocaba. La acompañé a lo largo de la playa paseando al perro, mientras caminábamos me contaba algunos aspectos de su vida. Había estudiado en un instituto cerca del mío, le gustaban los frappés de Oreo y el tequila con naranja . Tras un paseo agradable encontramos el momento de despedirnos.

Espero que no te siga doliendo la espalda, ¡pero eres un poco quejica! - Y sonrió.
La verdad es que no me dolió, estoy fuertísimo - Bromeé.

Tras un momento de timidez decidimos intercambiarnos nuestros números de teléfono, los acontecimientos me estaban pareciendo surrealistas, no esperaba que la fuera encontrar otra vez, me despedí de ella y me dirigí al coche. De camino a casa intentaba asimilar lo que había pasado en la playa, recordando cada detalle de ella, intentando grabarlo a fuego en mi cabeza, no dejaba de pensar en su sonrisa al despedirse y su beso en la mejilla. Su perfume era delicioso y se había impregnado algo en mi piel.

Los días se sucedieron y chateaba con Vera siempre que podía, hablábamos de nuestras vidas, de lo gracioso que había sido nuestro encuentro… La rutina se llenó de un sabor dulce y no dejaba de pensar en ella.

La siguiente vez que quedamos no pude contener las ganas de besarla, el resplandor del atardecer iluminaba nuestros rostros, llenos de felicidad, observándonos el uno al otro. No podía evitar sonreír con una mirada perdida, fijándome en su sonrisa mientras sus ojos me contemplaban tiernamente.

La acompañé hasta su casa, nos despedimos y me giré para volver a la mía. No pude evitar dirigirle una ultima mirada, ella hizo lo mismo, sonreí y retomé mi camino. Su voz dulce resonaba en mi cabeza.


Continuará