Historias de un no-muerto (IV): ¿Te has perdido?

Day 4,976, 08:42 Published in Spain Greece by pabsy11


Sigues igual de hermosa que entonces. Supongo que la temperatura ambiente de cinco grados de esta casa ayuda. En el cinto de tu vestido blanco tienes una espada, pero no es Stauros.

“Estás vivo.” Dices sin parpadear, mirándome.

Camino sin responder por la habitación. Una cama y un armario, un escritorio con un portátil, la ventana por la que se cuela el sonido de la guerra… Tan simple como antes, aunque falta una cosa.

Sobre el cabecero, años atrás, colgaba un cuadro. Una pintura de la vista cenital de un poblado tribal. Del poblado shakta.

“¿Dónde está?” Susurro señalando hacia el hueco de la pared.

“Se lo llevaron. Vinieron solo unos días después de que desaparecieras, y se lo llevaron, junto a la espada.” Pareces asustada mientras me lo cuentas. Cinco hombres enormes, vestidos de militares, armados hasta los dientes… Pero no hablaban ningún idioma de este mundo. Los reconociste rápidamente. Te escondiste en nuestro hueco secreto y esperaste.



“¡YO LES CREÉ!” Grito mientras le doy una patada a una caja de cartón de una esquina.

“Y les abandonaste. Y adquirieron libertad. Para actuar solo en tus mundos. Pero es más libertad que la que tenían”.

Las palabras de Edrielle retumban por la casa. Y es que es cierto. Los shaktas fueron mi creación y han aprovechado la coyuntura del país para hacerse fuertes.



Edrielle chasquea los dedos y ante el sonido, una voz grave suena por la casa, robótica.

“¿Qué ordenas, ama Edrielle?”

“Encuentralos.” Dice con voz mucho más segura que cuando me hablaba a mi.

¿Una IA en serio? No salgo de mi asombro cuando en la pared del cabecero de la cama se refleja una imagen. ¿Una IA gobierna mi casa ahora?

Parece que Edrielle me lee el pensamiento cuando confirma.

“Es más eficiente que cualquiera de tus cacharros antiguos. La he llamado Lobe. Creo que apreciarás la referencia.” Mira la imagen y señala un punto. “Creo que tiene algo.”

El mapa del mundo se muestra ante mi. Un fragmentado mapa, donde las naciones se dividen sin orden por la tierra. El terminal muestra tablas y tablas de datos y de repente, el cruce de ejes se para en un punto.

”¿Zagreb? Pero, ¿No estaba ocupado por el ejército de Uruguay?” Dice Edrielle con sorpresa.

”Mis cálculos son precisos. Los tatuajes de las grabaciones del asalto coinciden al 98% con las grabaciones de una cafeteria del centro de Zagreb. Están allí.” La IA no muestra sentimiento alguno. Solo datos. Y está segura.



"Vale Edrielle. Tenemos que ir. Tenemos que encontrarla."

"¿Y cómo vamos? Las fronteras están cerradas, no vuela nada sin el permiso de las unidades militares…"

"Conozco a alguien que conoce a alguien. Prepara las maletas, tengo que hacer una llamada."

La tensión del momento me ha provocado una pequeña migraña. Me alejo y me asomo a la ventana, saco el teléfono, y marco.

“¿Yoli? Si, estoy bien, tranquila. Tengo que pedirte un favor. Necesito un vuelo a Zagreb, para dos personas.” Una pequeña pausa al otro lado del teléfono. “Lo sé, las fronteras aéreas están cerradas salvo para las Unidades Militares, por eso te lo pido a ti. ¿Que como se lo explicas a Snergle? Es el jefe, no se le escapa nada. Dile que se ha traspapelado algo antiguo. No sería la primera vez… Gracias, nos vemos en el aeródromo. Te debo una.”



Edrielle me espera en la puerta con una pequeña maleta de viaje. La abre para que vea el interior. Ropa, planos, cámaras de fotos y varias armas. Está más seria que de costumbre. Se ha recogido el pelo con una coleta alta, y ya no lleva el vestido blanco de antes, sino ropa deportiva, pero igualmente blanca. En la mano, lleva las llaves de mi coche.

”Será mejor que conduzca yo. Creo que me conozco mejor que tú la nueva forma del mundo.” Comenta sonriendo por primera vez, una sonrisa corta, pero sonrisa, al fin y al cabo.



El viaje hacia el aeródromo de BdC es largo y lleno de peligros. Nos cruzamos con dos estallidos de bombas que nos obliga a desviarnos, pero llegamos sanos y salvos.

En la puerta, impasible, con una metralleta en la mano me espera un viejo conocido.
¿Te has perdido?




Pabs de la nevera, El Hombre de Hielo, dueño de la cabeza de tirant.