Lo que es la vida

Day 2,350, 19:03 Published in Uruguay Brazil by Kariky

Hola a todos.., y antes que nada dejo el aviso rutinario x,D.

“Aquellos que lleven como máximo seis meses en eRepublik, o sean de aquellos que, como yo, se habían hecho la cuenta hace años y hasta hace poco entraron a jugar, que si quieren participar me envían un mp y yo les mando las preguntas para que las respondan . En caso de que alguien quiera participar, debo decir que su nombre aparecerá al final del artículo como participante de la encuesta, pero no se dirá lo que ha respondido dicho usuario en cada pregunta”.
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Tema de hoy – Lo que es la vida.

Para su desgracia (uh) este artículo será un poco reflexivo. Me disculpo que mi diario/periódico se parezca tanto a un blog; pero tampoco quiero limitarme a escribir únicamente sobre eRepublik. Igualmente, siempre acepto nuevas sugerencias (una lástima que la encuesta sea un fracaso, ya que solamente dos la hicieron lol). Podría intentar en esta ocasión transmitir lo que quiero expresar como si fuese una historia. No será exactamente eso, pero supongo que a uno le entretiene más leer un cuento que una teoría.

Esta historia girará en torno a dos hermanas mellizas: Carla y Agustina. Sus padres son Marta y Facundo; una abogada defensora, y un ingeniero en electrónica. ¿Cómo es que estos dos individuos pudieron terminar juntos?. Vaya a saber, pero será para otra ocasión; ahora nos enfocaremos en nuestras anfitrionas.
La narración será desde el punto de vista de Carla.


_Ya, levántate.- decía, mientras sacudía a mi hermana, la cual estaba acurrucada entre las sábanas. Y a medida que lo hacía, más furiosa me ponía.
_Cinco minutos más…, tengo frío.- respondió ella, con voz somnolienta, y luego se aferraba aún más a su almohada. Pero sin darle tiempo a que cayera en sus sueños otra vez, continué refunfuñándole.
_Levántate ya. No quiero llegar tarde por culpa de esto…-
Al escuchar estas palabras, ella larga una mueca, se ríe, y dice:
_Pues ve sola. La verdad es que nunca me interesó ir a facultad.
Esto ya era la gota que derramó el vaso, ¿cómo se atrevió a decir eso como excusa?. ¿Quién es la que se preocupa después por sus notas?. ¿Qué es lo que hará cuando tenga que dar los parciales?. ¿O los exámenes?. Mientras más pensaba en todo eso, más me alteraba, y no podía resistirme a alzar la voz, hasta llegar un punto en el cual estaba gritándole sin haberlo querido.
_O te levantas, ¡o te tiro de la cama!.-
En la habitación domina el silencio durante un par de segundos, hasta que, veo que se despoja de las sábanas, y a continuación se sienta sobre la cama, mientras levanta sus brazos, y bosteza. Y una vez termina de estirarse, comienza a mover sus hombros, al igual que su cuello (el cual lo apretaba de costado con su mano derecha).
_Ah…, qué mierda….- dice ella, y se levanta, para ir al baño. Se tomaba su tiempo; para mi hermana no había apuro. Es más, si no fuese porque cada cinco minutos iba a recordarle que teníamos que salir, ella igual se quedaba dormida sobre el inodoro. Suerte que teníamos tiempo. Y finalmente, pasados los veinte minutos salimos hacia la parada.

Esto era el inicio de un nuevo día, de nuestra rutinaria vida.

Sonará increíble, pero tanto Agustina como yo habíamos optamos por ir a la Facultad de Derecho; en estos momentos nos encontrábamos en el tercer año. Aunque, para ser franca lo mío no eran las leyes, sino los cuentos; pero no tuve opción. A veces uno tiene que hacer lo más seguro antes que lo que le gusta, al menos al principio; o eso quiero creer. Pero no se equivoquen; aún no me he rendido ante la idea de cumplir mi sueño de escritora. Pese a que sea pequeño, o algo que por ahora esté lejos de mi alcance. Pienso que, algún día seré capaz de tocarlo, y poder sentir que he ascendido, y alcanzado la mayor felicidad posible en el mundo.
Llegar temprano, organizarse, escuchar, tomar apuntes; la vida diaria de un estudiante universitario. A parte de eso, no había nada interesante que destacar sobre ello. No sé si era triste, aburrido, o ambas. Solamente podía ver mis días pasar en esa ratonera, y mientras más me quedase, menos motivaciones me quedaban al entrar a clase. Lo único que deseaba en esos momentos era que terminase lo más pronto posible, así podría irme a casa y escribir, o hacer cualquier otra cosa; lo que fuese era más entretenido que esa tortura de “educación”.

_Heeeeeeey, Carlaaaa.- Escucho una voz familiar, e inmediatamente siento un peso extra sobre mis piernas.
_¿Ahhh?. ¡Saca tu cabeza de mis piernas!.- Dije un poco molesta, aunque posteriormente comencé a reír. Se suponía que estábamos estudiando; justamente habíamos acordado estudiar en mi cuarto juntas para ponernos al día. Pero cuando Agustina comienza a comportarse de esta manera, sé que la hora de estudio no durará mucho. No es que no sea aplicada; cuando quiere es capaz de estar cuatro horas seguidas concentrada. Pero cómo decirlo…, a veces siento que…, carece bastante de motivación, y por ende se aburre con mucha facilidad de todo. Últimamente le ocurre muy seguido, y eso es lo preocupante.

_Pero me aburrooo.- pronuncia con voz de niña pequeña.
_Y desaburrite. Vamos, que tienes veintitrés años…, sé una adulta.- le respondo, mientras le golpeo suavemente la cabeza con una cuadernola.
_Ser adulta es molestooo.- e inmediatamente muerde su dedo anular derecho; como si fuese un chupete, y añade:
_Yo tener seis años. Yo no ezstudiar. Hago pi en todos lafdos y juejo con popo...- y antes de que pudiese continuar, la interrumpo:
_Ta, ta, te detengo antes de que te vayas a la mierda con eso. Ya entendí, no vamos a estudiar más por hoy. Deja de hacer eso.- y luego largo una carcajada. Es cierto que no me agrada que haga eso para salirse con la suya; pero debo admitir que esa estupidez suya me había animado.
Pero, para mi sorpresa, su mirada se torna seria, saca su dedo de la boca, me mira fijamente, y dice:
_¿En qué piensas?.-
_..., en nada.- Le respondo, y suspiro.
_Si sigues pensando mucho, terminarás llorando.- dice ella, y seguidamente quita su cabeza de mi falda, se sienta sobre sus piernas, y finalmente termina cara a cara conmigo.
_Si no pienso, seré idiota.-
_Los idiotas al menos son felices. Y son los que dominan este mundo. Por lo cual, siempre serás aplastada por ellos, estando bajo la sombra de esos tarados. Y jamás podrás ser feliz porque no lograras aceptar esto.- Una vez escuché sus palabras, sentí una punzada en mi pecho, por lo cual bajé un poco mis párpados, respiré hondo, y le pregunté:
_¿Por qué eres así?.-
_Así..,¿cómo?.-
Ya no era la Agustina que de todos los días, sino que era aquella pesimista, oscura persona que nació hace un par de años. Esta Agustina siempre me dio miedo, sin contar que jamás la he logrado entender, pese a que sé que sigue formando parte de aquella chica que conozco. Aún así…
_Siempre sales con cosas que no entiendo, y que a su vez me lastiman. ¿Por qué lo haces?. ¿Es acaso parte de un juego raro que haces debido a lo que te pasó en aquel entonces?. ¿Por qué te la agarras conmigo?.-
_Solamente digo la verdad. ¿Te ofende que sea franca contigo?. ¿O prefieres que te mienta?. “Vamos Carla, sé que puedes…, serás inmensamente feliz hagas lo que hagas”, “la gente te apoyará en todo”…, “todos te aman”. Me estaría burlando de ti si lo hiciese; y no te considero merecedora de eso. Además, ¿por qué te pones así por algo que se me ocurrió decir?. Tienes que dejar que te afecte tanto lo que dicen los demás.-
La cólera me dominó, o tal vez era porque no podía negar nada de lo que ella decía, pero solamente sé que dije algo que no tendría que haber dicho.
_Di…-dices eso porque te has rendido con tu sueño. ¡Que vos te rindas no significa que todos deban hacerlo!. ¡Que tu sueño haya desaparecido porque te hayas rendido no significa que el mío tenga que esfumarse!.- Había pisado fondo, lo sabía, pero estaba al borde de colapsar, y no pude evitar ser cruel. Porque lo que había acabado de decir conllevaría a recordar algo desagradable. Quise pedir perdón, pero no pude, ya que realmente quería decir eso, aunque no de esa manera.
_Hubiese seguido con mi sueño, lástima que ya no existe.-
_¿Ah?. ¿A qué te refieres?.- No estaba entendiendo. ¿No era que se había rendido?. Siempre pensé que conocía todo sobre ella, mi hermana. Es imposible que lo que me fuese a decir me sorprendiera.
_Desapareció desde el momento en el cual opté por humanístico. ¿Quieres saber por qué elegí humanístico, Carla?.-
_..., dime, quiero saber.-
_Por culpa del bullying.- e inmediatamente se ríe, como si fuese una broma.
_Agus…, no deberías reírte de eso como si fuese joda; sé que sufriste en esa etapa.- Quería llorar, ya que, podía recordar como si fuese ayer el cómo llegaba a casa del liceo: llorando, con la mochila rayada, llena de escritos injuriosos, y muchas cosas más que jamás me quiso decir. Ahí fue cuando ella cambió totalmente; cambiaron a mi hermana. Y lo peor, es que no pude hacer nada, y nadie hacía nada. Fue la primera vez en mi vida que me sentí impotente.
_Ja, es porque confiaba mucho en la gente que me sucedieron todas esas cosas. La gente es cruel, y si te ven en el suelo, te patearán, te pisarán, te escupirán, y si pudiesen te prenderían fuego.-
_No.., no digas esas cosas. No todos son así.-
_No, pero los que no lo son no harán nada. Nadie hizo nada por mí en ese entonces, por lo cual, para mí todos fueron, y son basuras. Todos son culpables hasta que se demuestre lo contrario. Pero, volvamos a donde estábamos antes. ¿Sabes cuál era mi sueño?.- y guardó silencio, esperando mi respuesta.
_..., no.., no tengo ni idea…- Dolía admitirlo, pero en realidad no sabía nada sobre ello.
_Ser profesora de matemáticas.-
Mis ojos empezaron a brillar, de verdad nunca había imaginado que ella pudiese tener un sueño como ese.
_Agus.., ¡eso es genial!. ¿Por qué?, ¿por qué no lo seguiste?. No debiste optar por humanístico entonces…. Pero.., estás a tiempo, ¡puedes volver!, ¿no!. Vamos, te apoyaré.- Digo mientras que, con mis manos sostengo las de ellas. Pero, por alguna razón sentí que ella me miraba con lástima, como diciendo “pobre chica, ilusionada con algo así…, algo imposible”. ¿Por qué?, ¿por qué me miras así?.
Ella larga un suspiro desahuciado, y mueve sus labios:
_¿Cómo puedo ser profesora con este rencor que tengo dentro de mí?. No puedo enseñar si pienso que todos mis alumnos son unas mierdas…, simplemente.., no puedo. Ese deseo se esfumó, y debido a ese desprecio, terminé optando por lo que mamá quería. Total, ya no tenía nada que quisiera; ya no tenía ahínco para seguir ese camino.-
_......- No sabía qué decir…, ya ni podía verla a los ojos. De repente gotas que salen de mis ojos comienzan recorrer mis mejillas, mis pupilas estaban dilatadas, y solamente podía sentirme mal.
_Tonta, no llores por mí. Ya lo he aceptado.- Hace una mueca, y posa su mano derecha sobre mi cabeza, y me empuja hacia ella.
_No me digas que no -hic- llore. Una vez que –hic-.., lloro…, no puedo parar..-hic-.-
_Debes dejar derecho…-
_¿Qué? –hic-.
_No creo que una escritora como tú quisiese ser abogada. Y mientras más tiempo dejes pasar, es posible que cuando te dispongas a hacerlo, puede que tu deseo haya desaparecido.-
_Pero.. –hic- mamá..-hic-.-
_A veces debes ser egoísta, y no dejar que te importen los demás…, o terminarás siempre a la sombra de ellos, y para el colmo, infeliz.-
_....-
_No te conviertas en lo que soy ahora.- Y me sujeta con mayor firmeza contra ella.
No sé la expresión que tenía, solamente sé que guardamos silencio juntas, y en el transcurso sentí el cómo algo húmedo caía sobre mi cabeza.

P😨 Si has llegado hasta aquí pon: ola k ase leshendo o k ase

Fin...?

Perdón que quedase tan largo…, se supone que es corta (hasta le quité varias cosas). Y al ser una historia, cada uno sacará la reflexión que quiera de la misma (en vez de decirla yo, será a interpretación de cada uno). También me disculpo por la redacción ya que lo hice todo de una :/.

Así que dejaré para terminar una canción:
Click me

Y otra para despojarnos del tema:
Click me


¡Gracias por leer, y saludos!.