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La zona de amistad es un lugar de estaciones; hay veranos hermosos donde la calidez te arropa, hay inviernos fríos que se llevan tu alma en un solo respiro y te hacen morir lentamente, hay otoños donde todo parece derrumbarse frente a ti y todo se torna gris; pero también existen primaveras donde todo florece y la esperanza nace. La zona de amistad en un inestable lugar donde los que amamos callamos una verdad y sufrimos sonriendo. Esta es la historia de mi estancia en ese lugar tan cliché y trivial.


Su nombre era Violeta, la conocí en el jardín de infantes, le obsequiaba mis colores favoritos, por más estúpido que eso suene.
Ella era rubia, yo no entendía nada de amor en ese momento pero solía decir que ella era un sol muy lindo y eso me hacía verla como alguien especial.

Al crecer y salir del jardín de infantes mi madre me inscribió en una escuela diferente a la de Violeta, por un tiempo no supe de ella… hasta que en el tercer grado de primaria, mi mamá decidió que tenía que tener alguna actividad extracurricular, al ir a mi primera clase de música la pude ver de nuevo… ahí estaba mi sol.

Yo obviamente nunca había tocado un instrumento en toda mi vida pero eso no iba a impedir el hecho de querer impresionarla, así que en mi primer día en la escuela de música, recién acabado de que me entregaran mi primer instrumento, le hice una serenata a violeta. Llame la atención de todos y grite: ‘’ ¡Violeta mi sol esta va para vos!’’ (Si, esas cosas pasan cuando dejas a un niño mucho tiempo con su abuela y lo hace ver telenovelas) obviamente eso no salió del todo bien… ella se burló de mí, fue la primera vez que me sentí verdaderamente avergonzado. Así entendí que debía retirarme definitivamente de la música y apenas en mi primer día deje quizás una fructífera carrera como violinista.

No la vi más hasta que me gradué de la primaria, toda la primaria me la pase pensando en Violeta… Al llegar a la secundaria ahí estaba ella de nuevo, aunque su pelo había perdido su brillo ‘’amarillo fuerte’’, seguía siendo del todo especial para mí, aún seguía siendo mi sol.

Y pues… intente acercármele más de una vez, pero desde que me di cuenta que no todo salía como en las telenovelas me hice extremadamente tímido. Pero un buen día reuní el valor… lo había logrado, había podido hablar con ella; era inteligente, graciosa, teníamos muchas cosas en común, era perfecta, nos hicimos amigos y en apenas semanas éramos muy cercanos. El único problema es que decidí hablarle en el último año de la secundaria y en tan solo meses nos graduaríamos, pero esta vez no le iba a dejar al destino encontrármela de nuevo… me di cuenta que la amaba y que por ella todo sería capaz, ella iría a la universidad, ella quería estudiar literatura y yo solo quería estar con ella y en una extraña analogía de intereses acabamos estudiando la misma carrera en la misma universidad.

¿Recuerdan lo que dije sobre las estaciones en la zona de amigos? Pues justo ahora ya había pasado por el otoño y por un hermoso y largo verano. A 2 años de estar en la universidad y compartir una gran amistad, ella se enamoró…. Y no, no fue de mí, aquí llego el invierno. El hecho de que ella tuviera novio me excluía de toda la ecuación, llego a un punto que ya ni siquiera nos hablábamos, quizás uno que otro saludo en los pasillos.

Estudiando literatura aprendí a hacer muchas poesías de mis épocas de invierno y a unos meses de graduarme había publicado un poemario que llame: ‘’MI SOL’’ le regale una copia a Violeta, quería decirle lo que sentía sin importar que ya tuviese a alguien… Ella estaba fascinada con mi éxito, decía tantas cosas que me parecían estúpidas y de una alegría que me enfermaba el alma: ‘’sabía que tendrías éxito’’ ‘’eres un genio’’ ‘’me encanto esta poesía, ¿qué te inspiro?’’ mi alma se carcomía pues leía mi poemario con un anillo de compromiso entre los dedos.

Finalmente nos habíamos graduado, mi poemario había sido traducido a más de 15 idiomas y la universidad no quería dejarme ir así que me ofrecieron empleo como profesor, me pagaban excesivamente más que a los de más… estaban orgullosos de mí, o eso decían… eventualmente me convertí en un alcohólico y en un idiota, mi soledad y mi tristeza se hicieron cada vez más parte de mí y me tomaron en forma de alcohol. Después de 5 años trabajando para la universidad, terminaron despidiéndome por llegar oliendo mal a clases, por no arreglarme lo suficiente y demás tonterías, mi vida se fue costa abajo.

Un día fui al supermercado y vi a violeta… ya no brillaba tanto, pero sentí un fuerte nudo en mi garganta, corrí a ella y la abrace, ese día hablamos mucho, dijimos que seguiríamos en contacto y así fue. Nos reuníamos dos veces por semana solo para charlar… hasta que un día me conto que su esposo la estaba engañando, la lleve a un bar y en la madrugada después de haberse emborrachado, llorado y tirado su teléfono en el inodoro la lleve a mi casa. No le hice nada… solo la acosté en mi cama y dormí en otro cuarto.

Al día siguiente se fue a su casa, 3 días más tarde me llamo y nos reunimos, quería que lo hiciéramos, que tenía unas fuertes ganas de hacerlo con quien era su mejor amigo, fuimos amantes, se sintió muy especial hacerlo con ella, sin duda seguía siendo mi sol. Pero la realidad me derrumbo tiempo después, me dijo que era la cuarta vez que engañaba a su marido… en lo más mínimo yo era especial.

Me volví a alejar de ella y publique un libro llamado ‘’Invierno primaveral’’ me fui de mi país a viajar a cualquier lado y a todo lugar y en parís, bajo la luna de parís vi a alguien que leía ‘’Mi SOL’’ me acerque y le pregunte qué, que le parecía el poemario… por desgracia ella no hablaba español, ni yo francés así que corrió alejándose de mí. Yo corrí tras ella (no sé en qué demonios pensaba) ella cruzo una calle y al yo intentar cruzarla también, un auto me arrollo. Me llevaron al hospital pero nada grave… la chica que perseguía estaba en el hospital, ella paso a verme y a disculparse… su prima le traducía. Hice unas cuantas bromas con la prima de la chica y en un extraño giro de eventos terminamos saliendo, la prima y yo por supuesto, era una hermosa morena de ojos café, ella también estaba de visita en Francia. Llegada la noche me quede viendo fijamente sus ojos mientras acariciaba su piel y con la delicada luz de la luna lo comprendí… Busque un sol toda mi vida cuando lo que realmente necesitaba era una luna.

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dejo aca Link tambien del trabajo mas nuevo que esta aun escribiéndose espero que lo disfruten:
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