Disquisiciones sobre el hijoputismo.

Day 5,578, 11:15 Published in Spain Spain by Barriga Verde

Disquisiciones sobre el hijoputismo.




Preámbulo.


Los que escuchábamos al cabrero antes de que nos salieran pelos en los huevos y por tanto hemos sido antes gañanes que homos digitalis, sabemos que la palabra tiene muy mala prensa, todo lo relacionado con el campo tiene ahora mala prensa, con el agro tradicional, con la vida rústica, porque lo rural ahora lo califican y lo clasifican los domingueros. Y aún así con todas las connotaciones negativas que los urbanitas le hayan podido dar a la palabra, los que hemos sido gañanes sabemos que trabajar en el campo no deshonra, y la rudeza del medio imprime carácter, y depender de condiciones que no puedes controlar, humildad y previsión. Por eso leí que había en eEspaña quien se había ofendido hasta el punto de la denuncia por llamarles ganañes, pensé: “He aquí otra muestra de hijoputismo”.





Disquisiciones sobre el hijoputismo.

El “hijoputismo” no tiene nada que ver con la vida liberal de las madres, además si tuviera que ver con eso, mi rechazo absoluto al empleo de este término en relación al juego, por eso quien se sienta tentado de pulsar el botón de reportar le recomiendo la explicación de “lenguaje soez”. El “hijoputismo” es pues una traslación del ser miserable a la relación con los demás, la necesidad de que alguien se vea perjudicado para disfrutar plenamente de una vivencia; es una cualidad tanto intrínseca, dado que se puede tener una facilidad innata para putear a los demás, como extrínseca, en relación con el aprendizaje. Y hay que reconocer que este juego es una buena escuela para hijos de puta. Escuela asentada en axiomas totalmente repugnantes como querer que los demás experimenten en propia persona las malas experiencias que se han tenido en el juego. Así pues, la revancha sin fin es la madre del hijo de puta, y el rencor su padre.



El movimiento moralista que surgió contra Lizan y por adición hacia cualquier comportamiento subversivo, y pasado el tiempo se puede escribir esto con sosiego, nació del rencor y la necesidad de revancha, de la incapacidad de responder con inteligencia al lulz y la frustración de la derrota constante, también estaba claro que cuando Lizan, un verdadero hijo de puta, maestro en lo de putear desde lo contextual, dejara de ser la diana de los reportes, ese esfuerzo inquisidor se bifurcaría y la censura llegaría a jugadores “serios”. Además con un lelolismo sin objeto ni objetivos, la vuelta a las prácticas reportadoras de la primavera de 2022 es algo que tiene que llegar y parece que se ha iniciado ya.




El reporte es claramente un intento de agotar al jugador que participa en política, al igual que la disputa de medallas a jugadores concretos y de forma reiterada en el tiempo es una forma de intentar sacarles del juego militar, la diferencia está en que las medallas se juegan a la vista de todos y el reporte es secreto, la diferencia está en que perder una o más medallas no te mutea y te saca del juego militar, pero varios chocopuntos sí del juego social y político. Y ese es el “hijoputismo” más peligroso para la comunidad, el que intenta adelgazar la sociedad a base de un régimen de censura y silencio.




Epílogo.

Es seguro demasiado tarde para pedir que la cualidad de ser unos hijos de puta que tenemos todos los que aún resistimos en este juego, se quede en el lelolismo que hoy disfruta eEspaña. Porque el lelolismo fue un avance frente a los reportes. No demos pasos hacia atrás en esto. Lelolsimo sí, es ser un hijo de puta contexutalista, reportes no, porque es ser un hijo de puta inquisidor, que va contra la esencia del juego mismo. Y esto dicho desde Finlandia, donde no hay prensa, y el feed nacional es más sobrio que el vestir de una mujer afgana.


Actividades.

1.1 Subraye las palabras que pueden ser objeto de reporte.

1.2 Comente brevemente si el motivo del central del artículo, es decir el espíritu del artículo, es censurable, diferenciando entre letra y sentido.






Epitafio.


Si ven que el artículo desaparece, fue por recordar viejos tiempos.


Gracias.