[ICLB] La noche en que Soraka lloró

Day 3,579, 18:00 Published in Uruguay Uruguay by Rodrigo Zeballos




Esta narración ficticia fue escrita por Rodrigo Zeballos para el Primer Concurso Literario Brettiano. Tenemos la esperanza de hacernos con alguno de los premios, no por el dinero sino por el prestigio que el reconocimiento otorga. También aplaudimos la iniciativa de Brett, que nos parece una iniciativa realmente valiosa.







La madrugada del 20 de enero mataron a Kari de una forma misteriosa que nadie terminaba de entender. Estábamos jugando a League of Legends con un tal Gomita, con Polo y Rocío, cuando a través de la transmisión en Discord la escuchamos gritando, solicitando auxilio. Momentos más tarde todo se llenó de silencio, ante la preocupación de todos nosotros, que estábamos seguros de que no se trataba de una broma de ella sino de algo realmente serio.

La policía encontró el cuerpo sin vida a la mañana siguiente con varias puñaladas, en lo que indicaron que fue «un crimen pasional», pues la violencia del acto de esa forma lo indicaba. Los forenses confirmaron la teoría, mientras prometieron estudiar el arma del crimen que curiosamente el asesino dejó en la escena, como si deseara ser encontrado por los especialistas.

El velatorio se tardó hasta el otro día; es decir, el 22 de enero de 2018, a donde muchos jugadores asistimos para despedirnos de ella. Fue una mañana triste, de las más tristes que nos ha tocado presenciar, en donde no solo perdimos a la señora presidenta sino también a una gran compañera, quien fuera la responsable de dar a conocer la magia unicorniesca en este pequeño país sin razón de existencia.

Las teorías sobre el asesinato rondaron nuestra mente durante mucho tiempo, pero no dábamos con la respuesta. El silencio de varios jugadores llamó la atención, pero entendimos que se trataba simplemente de que estaban tristes por la pérdida. Tampoco era esperable gran actividad en el grupo, pues era ella la única que hablaba a menudo.

3 semanas más tarde los medios informaron que la policía había encontrado una carta anónima en la habitación, pero no revelaron de qué se trataba. Sin embargo, Brett contaba con conocidos que pudieron acceder a ella, revelando lo que estaba escrito. Las palabras, si no me falla la memoria, decían algo como «esa es la suerte que corren cuando no me invitan a jugar una partida».

Para muchas personas puede no tener sentido, pero para nosotros fue una pista clave. La carta era de alguien que estaba frustrado pues estábamos jugando sin haberle avisado, o mucho peor, sin mandarle invitación. Brett fue el primero en señalar que sospechaba de T8NY. Personalmente dudé, pues T8NY puede ser impulsivo pero no tanto como para asesinar a alguien a puñaladas. La persona que lo había hecho sin dudas era una persona mentalmente desequilibrada.

Fue entonces que nos comunicamos con T8NY, cuando decidimos juntarnos para hablarlo entre todos. Incluso Brett decidió vnir desde Salto para la reunión, pues estaba realmente preocupado por el asesinato de quien fuera una de sus mejores amigas. También Rocío llegó desde Argentina para poder hablar del tema.

La reunión fue cerca de la casa de Kari, quizás por una de esas curiosidades o casualidades de la vida que te ofrece respuestas sin que se las pidas. T8NY parecía nervioso, aunque realmente su rostro no reflejaba culpas o remordimiento, quizás porque se trataba de un psicópata o quizás porque él no era el verdadero culpable.

Brett debió irse momentos antes de la madrugada para volver a Salto, pues lamentablemente no pudo quedarse más tiempo en Montevideo. Los demás pasamos por el frente de la casa de Kariky mientras caminábamos melancólicamente por el barrio, cuando vimos que los padres de ella se estaban yendo de la casa.

—Es una locura —señaló Polo—, pero...
—Hay que entrar a ver... —continué...
—Para ver si encontramos algo —completó T8NY.

Rocío nos indicó que estábamos locos, pero parecía dispuesta a cualquier cosa para conocer la verdad acerca del asesinato de Kari. Estábamos todos desbordados por la situación pero nos decidimos a entrar a la casa. La respuesta estaba adentro, estábamos seguros de eso.

Los 4 entramos cuando el intenso olor a naranjas nos tomó por sorpresa. Nadie supo cómo reaccionar. Nos metimos a su cuarto cuando encontramos su computadora encendida. Las palabras en una enorme letra roja formato Comic Sans nos amenazaban, diciendo: «les diré quién lo hizo, pero ustedes serán los próximos».

Las miradas recorrieron la habitación, apuntando hacia todos lados pero sin mirar a ninguna parte, cuando la puerta se cerró de golpe y las luces se apagaron. La tenue luz de una linterna tapada con un velo negro apuntaron hacia una persona que estaba parada en la puerta con un cuchillo en la mano.

La risa sádica invadió la habitación por completo cuando la linterna se apagó y los gritos se elevaron por el aire. La luz se encendió, cuando el charco de sangre se acercaba a nosotros. El asesino se había llevado a T8NY, mientras los otros 3 nos mirábamos con miedo.

¡No había sido T8NY! La persona que asesinó a Kari aún estaba en la habitación, pero no éramos capaces de encontrarlo. En ese momento comencé a pensar que quizás habían sido Polo o Rocío, pero si ellos se hubieran movido, yo tendría que haberlo notado.

El rostro de Polo se palideció antes de señalar la terrible verdad escondida en la pantalla de la computadora, que ahora mostraba un mensaje diferente: «si no saben quién soy, correrán la misma suerte que T8NY».

Los 3 nos miramos cuando la solución llegó a mi mente de manera sorpresiva. Nuevamente las respuestas llegaban sin pedirlas. El asesino tenía que tratarse de una persona mentalmente inestable. También era un asiduo jugador de League of Legends. Pero la pista clave era que el asesino deseaba ser encontrado. El olor a las naranjas no eran una casualidad. La respuesta conducía a una sola persona: Brett no estaba camino a Salto, sino en la habitación de Kari, tratando de matarnos.

—¡Oh, caracoles! —me lamenté—. Fue Brett...
—¿Brett no se fue a su país? —preguntó Rocío.
—¡No! ¡Está acá, tratando de matarnos! —reaccionó Polo.


Brett entró por la puerta con una sonrisa malévola, sosteniendo una mirada asesina que era realmente aterradora. En ese momento todo tuvo sentido para nosotros. Brett había visto que estábamos jugando LoL sin haberlo invitado.

—Luna de sangre —comentó, riendo—. Luna de sangre.
—No puede ser —señaló Rocío— No puede ser.
—Salto no es un país, de todas formas —señaló Brett, que nunca había logrado contener su fastidioso instinto correctivo.

Pero la verdadera sorpresa nos la llevamos cuando vimos a Kari entrar detrás de él. Pensamos que la habían asesinado, pero estaba viva, felizmente cantando, con una amplia sonrisa en el rostro: «killing me softly, with his song...».

—¿Pensaron que se iban a librar de mí tan rápido? —preguntó ella—. Nadie se esperaba esa banana...
—Pero... —señalé— ¿a quién enterraron entonces, si vos estás acá, como si nada?
—IZI. La fortuna no sonríe a los necios. ¿No hace mucho tiempo que no ven a GenioKPO? ¿No se han preguntado dónde estaba?

Pero no hubo tiempo de responder, dado que Brett tomó el cuchillo para completar su obra de arte. «La próxima vez que jueguen LoL, deberán invitarme», gritó, acercando su arma afilada hacia nosotros. «Pero no habrá próxima vez». La risa malvada de Kari invadió la habitación. «En nombre de la magia unicorniesca», fueron las últimas palabras que escuchamos.