Operación C.A.F.E

Day 3,522, 07:47 Published in Spain Spain by Arunrath




Amanecía y con el despuntar de los rayos de sol los soldados de guardia en la sede del partido empezaban con el relevo de la guardia.

Yo había madrigado, no podía dormir. Había cierta tensión en la sede, me desperté sobre las cinco de la noche y ya no pude dormir. La puerta metálica de doble hoja en la entrada del aparcamiento chirriaba como si la torturaran cada vez que la abrían. Al principio pensaba que alguno de los peces gordos había llegado tarde para presentar algún informe o lo que sea que hacen los peces gordos. Pero estaba yo tumbado en la cama cuando volví a escuchar ese chirrido infernal, no pude evitarlo y me levante para cotillear por la ventana. Era un coche oficial del partido y lo más extraño es que venía con acompañantes y una nutrida escolta, demasiada escolta.

Observe durante otra hora más y pude ver como el goteo constante de vehículos inundaba el enorme aparcamiento de la sede del partido. Me canse de ver como llegaban vehículos oficiales, no solo del partido...sino de otros partidos e incluso de otras MU's. Algo pasaba o estaba a punto de pasar en la sede del partido y yo no quería perdérmelo.

El agua de la ducha salía fría y golpeaba mi piel como si fueran agujas, me duche entre resoplidos y maldiciones. Me puse mi mejor uniforme y intente ir a la cantina a desayunar algo, digo intente porque habia un soldado de puesto en la entrada con ordenes de no dejar a nadie que no estuviera en la lista.

La lista era que tenías que llevar estrellas en el pecho, maldita sea.

Tuve que salir a desayunar en la cafetería de la calle, enfrente de la sede.
Aquí las camareras que me atendieron, el desayuno me salió más caro que en la cantina pero valió la pena.

Estaba desayunando tranquilamente en la terraza de la cafetería cuando aparecieron un montón de vehículos oficiales con escolta armada y fuertemente blindada. La gente de la cafetería miraba y señalaba al convoy y su impresionante despliegue, un despliegue digno de un presidente o de... me levante corriendo dejando mi café a medias mientras cruzaba la calle todo lo rápido que pude sin levantar sospechas o alterar el orden público.

Entre por la puerta de la sede y por poco me quedo fuera. Los soldados de la entrada me pidieron toda la documentación y me registraron hasta los zapatos. Una vez dentro pude ver el vestíbulo rebosante de gente importante del partido, sus ayudantes, los de los maletines con los papeles y los escoltas. Había uniformes de tres Mu's diferentes y pude distinguir a miembros importantes de dos partidos afines al nuestro.

¿Qué estaba pasando? ¿Habíamos entrado en guerra? ¿Amenazaban la frontera?

Intente atravesar esa maraña de gente sin éxito. Apenas había avanzado unos metros cuando me encontré de frente con un escolta de algún pez gordo que me decía algo, no pude oírlo pero por sus gestos deduje que no estaba invitado a la fiesta. Volví sobre mis pasos y intente otra maniobra, avance hacia los baños y aunque también había gente no estaba tan masificado como el vestíbulo, seguí hacia el pasillo donde estaban las escaleras y ahí ya no había nadie. Subí hasta la tercera planta, las habitaciones empezaban en la tercera planta y tras echar un rápido vistazo vi que allí no había movimiento.

Estuve en la cuarta planta y allí no había ni un alma. En la quinta planta el bullicio del vestíbulo era apenas un murmullo audible, pero entonces cuando estaba a punto de rendirme escuche como algo golpeaba el tejado. Subí las escaleras corriendo hasta llegar a la sexta planta. Cables gordos como mi brazo bajaban de la azotea y se repartían por las habitaciones de la sexta planta. Permanecí escondido y pude ver como había soldados tirando cable por las habitaciones, estaban montando un centro de mando.

¿Qué demonios estaba pasando en la sede del partido?

Dos horas más tarde llamaron a la puerta de la habitación donde me hospedaba. Me entregaron una hoja donde se me requisaba y en la que tenía cinco minutos para abandonarla o seria desalojado a la fuerza.

Recogí mi maleta y abandone la habitación sin saber aún que estaba pasando. En la entrada de la sede había un camión recogiendo a los miembros de la MU del partido. El camión tenía como destino la estación de tren de la capital. Nos mandaban de vuelta a las bases.