La hemos cagado en la reunion

Day 1,200, 06:57 Published in Spain USA by mormeg



Tras leer la conversacion entre los presidentes y el representante de los admins me ha quedado clara una cosa: no sabemos negociar.

Negociar es un arte y como tal ha de efectuarse con sumo cuidado y cuanto más importante que es el tema a negociar, más cuidadosas deben ser ambas partes.

Dicho esto en la reunión ha pasado lo siguiente: llegan los presidentes y el representante de los admins. Los presis le dan el link a un doc con una serie de condiciones (unas negociables y otras no) y el admin se enfada y dice algo como si hay condiciones no negociables significa que esta reunión es inutil.

Muchos pensaréis que es un idiota, un niñato. Pero en esta ocasión yo estoy de acuerdo con él. En una negociación no se puede soltar en la primera frase todo lo que se pretende conseguir, eso es como descubrir que tienes una mano ganadora en un juego de cartas nada más empezar.

Los órdagos están para echarse, sí. Pero hay que saber cuándo y cómo echarlos. Se me viene a la cabeza un ejemplo: chico conoce chica en discoteca, chico se enamora a primera vista y según se presentan él se le declara y le dice que quiere tener una relación estable y hasta casarse y tener hijos.

¿Vosotros haríais eso? Chicas, ¿vosotras os tragaríais semejante burrada de un tío así, de primeras? Obviamente no. La chica pensaría que él es un maníaco, un degenerado o que simplemente quiere ir a lo que le interesa.

Las declaraciones de amor se pueden hacer y pueden salir bien, igual que las negociaciones. Pero lo que no es de recibo es que según empieza todo se arrincone a la otra parte para que ceda enseguida a lo que queremos. Las cosas no se hacen así y sólo son contraproducentes -apuesto a que la chica de la discoteca no volvería a dirigirle la palabra al chico-.

Pues eso, si existe una segunda reunión, aprendamos a usar nuestras cartas, cortejemos a los admins poco a poco, interesémonos por sus puntos de vista (aunque sea de mentira) e intentemos llegar a un punto medio. Y si las negociaciones fallan estrepitosamente, entonces sí ya podemos echar todos los órdagos que queramos.