¡La izquierda manca contra la derecha ambidiestra!

Day 657, 15:36 Published in Spain USA by Pepe Cuervo

"Si los españoles habláramos sólo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar."
Manuel Azaña, político español (1880-1940)






Hoy mucha gente se dice de izquierda, no porque actúen como de izquierda o porque que asuman el discurso de izquierda, sino porque faltos de un espécimen de izquierda, fuera de los que se encuentran en los tarros con alcohol o en los museos, sálo conocen la izquierda de la derecha.

Desde “la caída del socialismo” y el triunfo de la hegemonía capitalista, su única experiencia es de derecha. Esto lo digo sin ánimos de erudición. Sino como un viejo espécimen de la edad de hielo. ¿O aun se llama guerra fría? No sé. Lo que si sé es que en aquellos tiempos con mirar a alguien ya se sabía si era de derecha o de izquierda. Y no lo digo porque todos los de derecha usaran corbata ni los de izquierda sus camisetas del Che. Las cuales de hecho, son producto de la nueva derecha ambidiestra. No, no es por eso. Pero la verdad no sé si valga la pena decir por qué. Pero su formación, su pensamiento, su rebeldía, su ímpetu gritaban libertad.

Miren hoy a su alrededor. ¿Qué ven? Seamos francos (ojo, no dije franquistas). Seamos Objetivos. La “caída del socialismos” no se da porque la hegemonía capitalista nos haya cortado el cabello y nos vistiera con trajes del Corte Inglés. Si algo ha logrado la “hegemonía capitalista” es que no es hegemónica. El único objetivo que tienen es el de encontrar la forma de sacarle dinero a lo que sea. Inclusive a la lucha de la izquierda en contra del capitalismo.

Las camisetas con el rostro del Che, ¿acaso no están enriqueciendo a algún capitalista aguzado? ¿A caso no nos comunicamos con nuestros compas a través de los móviles de las compañías capitalistas? Las cooperativas de ayer, ¿acaso no son hoy corporaciones multinacionales?

No, la derecha, a diferencia de la izquierda, que se ha quedao manca, es ambidiestra.


Mientras los capitalistas se han estudiado a Marx, nosotros seguimos repitiendo a papagayo los mismos discursos de siempre y lo hacemos camino a cine a ver la última película del fulano australiano o mientras jugamos con los compas con cualesquiera de las diferentes consolas de juegos conectadas al plasma. No somos capases de apalabrar nuevos discursos. No somos capaces de parir a un nuevo Marx, o a un nuevo Che.

Si, nosotros somos los culpables. Los de “la vieja escuela”. Y es que durante décadas nos dedicamos a hacer nada que no fuera parecer izquierdistas. Los que estuvieron una década antes que nosotros nos llevaron hasta las puertas de un nuevo mundo. ¿Pero que hicimos nosotros? Los que somos de la generación que existió entre la muerte del Che y la caída de la unión soviética ¿Qué pasó con nuestras ideas socialistas y por nuestras ansias de revolución? ¿Qué pasó con nuestro ímpetu?:

No sé. ¿Sería el Atari?

Hasta cuando luchamos por las reivindicaciones obreras lo que en realidad pedimos es el derecho del obrero a disfrutar de los lujos del capitalista. Nuestra idea de bienestar social es que todos tengamos igual acceso a los mercados capitalistas! Luchamos por nuestro derecho a enriquecer a los dueños de los medios de producción que tanto criticamos. ¿O acaso se creen ustedes que la socialización de la medicina le hiso mella a las farmacéuticas?

No sé. Por más que trato de encontrar algo lógico y sensato que decir no se me ocurren más que estas jilipolladas. Quizas deberia cayarme por no tener nada inteligente que decir. Pero cada vez que miro hacia la derecha veo a un nuevo “mesías” y un nuevo discurso. Cada vez que veo a un izquierdista gritando revolución, veo a un capitalista vendiéndole el fusil, las botas… la revolución.

No sé. No sé.

Ya les dejo ¡que ya comienza Dr. House!