Apuntes de contextualismo para gugleadores precoces - [Hummungus]

Day 3,200, 10:09 • Published in Spain Spain • by Leogar


Introducción:


El señor Barriga Verde, anteriormente conocido como Reinlein, originalmente baneado por multicuentas y al que pillamos intentando manipular las votaciones desde la mesa del congreso en su segunda cuenta (valiendose de votos de personas inhabilitadas como el ladrón eSpainX, su antiguo compañero de partido) cuya respuesta fue huir en un halo de victimismo borrando todos los artículos del periódico, solo para volver disfrazado de guiñol intentando tomarnos por tontos y pontificar acerca de las teorías que nunca ha comprendido.

Descubierta su identidad por Hummungus o Mojo Jojo 23, Avutardo y otros le dedicamos una sería de artículos quitándole la máscara: El síndrome de Piltdown o Robos, cine y ancas de rana entre muchos otros, lo que provocó otro de sus acostumbrados ataques de victimismo que lo hizo dejar el país entre lloros. Pero sin dejar de intentar influir en la vida de eEspaña desde eArgentina donde nos muestra la cara que quiere que veamos, pero sus tejemanejes se mantienen al margen.

Pues bien, dicho personajillo ha sacado hace poco un artículo galimatesco mezclando fechas históricas, personas, teorías y acontecimientos de la manera más conveniente para sostener sus teorías personalistas y dar réplica a los artículos mencionados que provienen de hace mas de dos años. Yo me alegro de que trás dos años este esprit de l'escalier por fin le haya permitido escribir una réplica que no fuese la simple, vulgar y cobarde huída y que a pesar de los múltiples equivocos en los que cae encuentre algo de catarsis para sanar el enorme escozor que le provocó haber sido desenmascarado, pillado haciendo pucherazos y baneado por multis.

Dicho esto a modo de introducción, debo dejaros con un artículo de Mojo Jojo 23 (Hummungus) que ejerce de certera réplica al galimatias cuñadesco hilado por Barriga Reinlein.






Apuntes de contextualismo para gugleadores precoces.

By Hummungus

Imaginen los más viejunos, aquellos que conocen mi cronología de juego, que me pusiera a contarle a Warm lo que fue el Goldbug y la batalla de Cerdeña o que me empeñase en explicarle a Charrito lo que fue el origen del varnishismo y las actividades de los varnishistas en eFilipinas antes de llegar yo a este juego, pero no ya como interpretación subjetiva sino hablando ex cátedra desde una instancia superior a los verdaderos artífices y protagonistas e incluso inventando circunstancias de sus vidas personales. Tropecientos artículos escribí en el tiempo dedicado a este juego y, aunque se me puede achacar muchos defectos, nunca tuve semejante osadía de pontificar sobre aquello de lo que no fui coetáneo y mucho menos la necesidad de basarme en vidas imaginarias de los aludidos. Y no sé si tengo que ponerme a explicar lo que significa coetáneo pues sospecho que alguno aquí es incapaz de representar el tiempo histórico como eje lineal pues a la vista está que tiende a un burdo garabato donde nociones básicas como antes y después son tan misteriosas como las constantes vitales del minino de Schrödinger.

Dirán que extender los escrúpulos que priorizan el valor del testimonio directo haría imposible la ciencia histórica en la VR pero es que en eRepublik no nos ocupamos de periodos de tiempos largos y muchas veces los testigos pueden contar las cosas por si mismos sin que medie un narrador ajeno a los hechos o más bien con intención de enajenarlos. En este sentido en lo que respecta a aquellos hechos que protagonicé reclamo para mi propio testimonio un valor del que carecen las divagaciones y especulaciones por parte de personajes que adolecen un afán de protagonismo inversamente proporcional a su honestidad y pericia en lo que a ciencia histórica se refiere. No en vano me referí a un famoso fraude de los albores de la paleoantropología acuñando en su momento la expresión “síndrome de Piltdown” teniendo en mente la debilidad por los collages pseudohistoricistas del más insufrible autor de ehistoria-ficción de nuestros pagos. Es cierto que finalmente usé dicha expresión para etiquetar la incoherencia entre sus alevosos actos de destrucción de contexto y su continuo intento de parasitar una teoría que es al mismo tiempo praxis creadora y creativa de contexto.

Ahora este Barriga Verde-Reinlein da un paso más en sus torpes coreografías de confusión y se atreve a sacar de su chistera sin fondo que el origen del contextualismo está en la VR, que Leogar y un servidor nos inspiramos en tanto que estudiantes de psicología en no sé qué cosas de una psicología sistémica. Y que, como teoría extraña a eRepublik tiene, fallos al intentar ser adaptada al juego. Señores, soy uno de los formuladores originales del contextualismo de eRepublik en un massPM durante la Santa Lulzada y no tengo ni zorra idea de que está hablando este tío. Evidentemente él tampoco la tiene, sólo ha gugleado contextualismo y ha sacado conclusiones disparatadas, el mismo método que ha practicado siempre con las fuentes ingame lo ha extendido al ancho mundo de la web. Posteriormente, tras el comentario de Leogar sobre su equívoco al respecto, tiene la cara de modificar el texto -eso si, no dice nada la edición porque jamás se equivoca- añadiendo a posteriori una coletilla al texto original para no quedar en evidencia y dice “psicología o alguna otra carrera”. Con tal de dar la impresión de ser infalible se atreve además a editar como si conociera al detalle lo que es contextualismo en cada una de las disciplinas de la VR y estuviera en condiciones de afirmar que bajo tal denominación nos hallamos ante una macro-teoría unitaria con los mismos significados, postulados e implicaciones en todas ellas.

Yo no tengo repajolera idea de lo que es contextualismo en psicología, ni tampoco en arquitectura o donde más se haya usado la misma palabra pero la experiencia me dice que mismos términos en disciplinas distintas o incluso en contextos culturales distintos pueden tener significados muy diferentes o nada relacionados. Una muestra de ello lo tenemos en el propio juego, donde, en el perfil de los partidos, se incluye libertarian como etiqueta política en un sentido anglosajón que no es nada equivalente al libertario de raigambre anarquista que aparece en nuestra historia reciente. Pero claro siguiendo la metodología patentada Reinlein resultaría que Ayn Rand, la musa de los gurús del neoliberalismo salvaje, sería una copia exacta del anarquista Buenaventura Durruti. Es que todo los libertarios son lo mismo... al parecer también todos los contextualistas y el Guru Varnish es Oxi Action ¡Qué más da una letra!

Por tanto creo que todas esas divagaciones y saltos hacia adelante del señor Barriga Verde-Reinlein bien merecerían como respuesta un meme o gif tajante que no sería del gusto de este charlatán tan incorregible como sensible a la brisa es su delicada dermis de princesa del cuento del guisante o santo patrón de todos los mártires y beatos del respetismo. Voy a darle sin embargo una réplica en lo posible comedida a sus delirantes encajes de bolillos aunque la mala fe impregna todo su artículo por mucho que la tape con las sedas de la conciliación o la intente pasar por panacea inefable que fomentará la reflexión y por ende la concordia nacional. Nada más lejos de su verdadera intención pues a la parcialidad manifiesta, al uso de terminología extraña de su cosecha para marear la perdiz y tapar sus numerosas lagunas y a la invención más grosera se suma un spam que hace hincapié en la reacción de Leogar para atraer un puñadito de votos de los numerosos detractores del insigne octopaulista, algo que indudablemente favorece la conciliación de las partes. Falso y rencoroso, Barriga Verde-Reinlein trata de denostar el contextualismo reduciéndolo por sus santos cojones a los apuntes de carrera de unos estudiantes de psicología (después añade la coletilla por si se equivoca de carrera). Este Barriga Verde-Reinlein después de haber intentado repetidamente parasitar el término, cómo nunca le hemos dejado, tiene la pataleta de quitarle valor explicándolo como un remedo de apuntes y para ello se inventa además unas circunstancias académicas que sólo existen en su imaginación.

Por el lado bueno, siempre será preferible que me atribuyan estudios de psicología que no todo lo que mentes enfermas han inventado sobre la vida personal de Leogar o la muerte de mi abuelo en la Guerra Civil proclamada por Espaugyl en un arranque de clarividencia que si es un tiro a puerta no se lo mete ni a un arco iris a tres metros. Pero esto no quita para que quiera dar mi propia versión de mis actos. Me llama la atención que me atribuya unos estudios que no tengo pues pocos meses antes de irme un artículo de 17 páginas pormenorizando todas las referencias literarias y de las ciencias sociales que empleé durante 5 años de juego. Nada de psicología, si de otras cosas. No soy el ombligo de eRepublik y no hay por qué haber leído todo lo que he publicado pero puestos a atribuirme unos conocimientos o una carrera lo menos es documentarse en lo que yo mismo he escrito.

Una vez aclarado que nunca he estado vinculado con el ámbito académico de la psicología, no me pidan que me ponga a guglear contextualismo para desmentir la próxima ocurrencia de Barriga Verde-Reinlein sobre mis estudios (tampoco puedo redactar y estar pendiente al mismo tiempo de las sucesivas ediciones en el corpus mutante de su teoría). Dada mi condición de protagonista de la Santa Lulzada basta con el siguiente paso, un paso que no es otro que explicar por mi mismo y de una vez que contextualismo es un término tomado del propio contexto. Me explico, es endógeno, nativo -en la medida en que ello es posible- de eRepublik. A la hora de proponer el término contextualismo en ese massPM me inspiré en la manera en que tenía Pechorin de llamar aquella parte del juego que sería equivalente a lo que en la VR los marxistas llamarían superestructura o lo que en un sentido antropológico llamaríamos manifestaciones culturales de un grupo humano. Pechorin lo llamaba contexto y entendía como tal la parte debida a la actividad creadora de los propios jugadores más allá de la base del propio juego. Ahora dirán que Pechorin es un contextualista de la VR que años antes de la Santa Lulzada implantó en mis neuronas toda una corriente de la disciplina que en esta fase de gugleo Barriga Verde-Reinlein decida. Según esta lógica, después de nuestras conversaciones en el IRC, Pechorin dejó eRepublik sólo para desarrollar el software de adquisición de artes marciales usado por los rebeldes de Matrix.

Para quien no conozca a Pechorin les diré que fue de los presidentes más celebrados que ha tenido eEspaña, uno de los más lúcidos jugadores y también de los más conciliadores. En la época de la Santa Lulzada hacía tiempo que se había despedido del juego y creo no equivocarme afirmando que el estado actual de la comunidad le habría desagradado y que personajes como Barriga Verde-Reinlein y otros tramerillos con ínfulas de dignísimos de su quinta jamás estarán a su altura. El contextualismo tal vez podría haberse llamado superestructuralismo o culturalismo, palabros que al fin y al cabo harían referencia a lo mismo, pero el término contextualismo incluía un matiz decisivo: no sólo se tomaba del propio juego sino que suponía por ello un homenaje implícito a un viejo eamigo.

El contextualismo antes de ser formulado como tal siempre existió cada vez que los jugadores asumían la empresa de crear un mundo propio -contexto- más allá de las escasas posibilidades de un juego vacío que sólo exigía cinco minutos de clickeo al día. La Reconquista con sus Spams Wars y la inmediatamente posterior segunda irrupción del Varnishismo (hitos y fenómenos que no cuentan en el batiburrillo pseudohistórico de Barriga Verde-Reinlein) fueron de hecho auténticas explosiones de contexto y por ello modelos en el diseño de la Santa Lulzada. Es en el curso de ésta última cuando el contextualismo pasa de ser mera práctica para formularse como teoría y ello a partir de una propuesta mía en un massPM compuesto por unos diez profetas y simpatizantes del octopaulismo. Entre ellos no recuerdo ningún estudiante de psicología o de la carrera que Barriga Verde-Reinlein decida tras un nuevo gugleo. El encargado de exponer esta corriente en la prensa sería Leogar. Repito, el citado massPM fue el medio usado por parte de un núcleo duro octopaulista para planear y decidir los pasos de la guerra santa contra los reportadores efalangistas. Por ello no andará desencaminado el que relacione contextualismo y octopaulismo pues el contextualismo no es otra cosa que octopaulismo secularizado; es decir, desprovisto de la parafernalia derivada del rol religioso, en especial de la lucha en bandos aleatorios.

¿Pero qué es el octopaulismo? El octopaulismo es un rol religioso que se define por la santificación del contexto (denominada en su jerga simplemente “tinta” o “tinta de Paul”) y la lucha en bandos aletorios. Aparte de luchar en bandos aleatorios sus adeptos son todos profetas y los textos sagrados son revelados en común a la manera de las vanguardias literarias o el grupo de Lovecraft. Llegan a sortear la presidencia de eEspaña entre todos los ciudadanos y proclaman al agraciado como presidente legítimo. Esta forma excéntrica de jugar no responde a un simple capricho, surge como una forma de rebeldía tras un análisis crítico del juego después de la revolución de marzo de 2011, de la forma en que los admins la atajaron y la respuesta por parte de los jugadores a unas medidas en las que vendieron su conformidad a cambio de unas pocas quincallas virtuales que más que obsequios eran mero combustible para la maquina de eRepublik. Dicho análisis identificó clickeo bélico con el concepto marxista de plusvalía, es decir el clickeo sería el trabajo que da valor al juego entendido como una mercancía que genera una ganancia a sus accionistas. Al hacer hincapié en la naturaleza de eR como empresa y entender el papel de los jugadores como su verdadero proletariado se hizo más comprensible la deriva del juego hacia la guerra perpetua, el uso por entonces de conflictos internacionales reales como reclamo para hacer caja y una serie de novedades implementadas para hacer mucho más simplista la dinámica del juego y por tanto accesible a públicos más exaltados y menos creativos, más dirigibles mediante las misiones, o, lo que es lo mismo, más pasivos y rentables. Por este origen, crítico frente al materialismo de los dueños de eR y crítico frente a la avaricia alienante de los propios jugadores el octopaulismo ha sido un rol que ha estado más a la izquierda que cualquier rol nominalmente de izquierdas desarrollado en el juego aunque la parafernalia religiosa parezca apuntar a otro lado.

En estas llega la generación Marca que se adapta dócilmente al juego rediseñado como exprimidora de beneficios y una parte importante de ellos nunca llega a comprender el juego como un marco de creación de contexto pues no ve más allá de banderas como pretexto y las medallas como verdadero objetivo. Entre los empeñados en no comprender la dinámica propia de la comunidad destaca un grupo de apologetas del nazismo y el fascismo patrio que responden reportando los artículos en los que son criticados por viejos jugadores o troleados por el mayor de nuestros troles y héroe de la Reconquista, Sombrax. Habiendo roto estos recién llegados leyes no escritas sobre el uso del reporte, habiendo contravenido el carácter sagrado de la tinta los octopaulistas cerramos filas y nos conjuramos contra los nacionalclickeristas, que adscritos a extremismos de la VR trabajaban para destruir cualquier contenido contrario a sus intereses e ideología. Empezamos entonces la Santa Lulzada y en ella el octopaulismo evoluciona a contextualismo. Nunca pudimos prever que el conflicto se prolongaría durante años pero ese es ya otro tema que daría para más artículos. Y ahí si... ahí creo yo que tendríamos que echar mano de la psicología y mucho me temo -y esto si lo digo con todos mis respetos- que nadie saldría bien parado.

En todo caso, recuerden que si han suspendido en junio y no han asistido a todas las clases de la carrera psicología o de aquella que Barriga Verde-Reinlein decida tras un nuevo gugleo... todavía están a tiempo de fotocopiar la pantalla de su PC o su dispositivo para conseguir los apuntes que faltan y estudiar para la convocatoria de septiembre.


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