Oceanía vs. Sudamérica (Otra vez).

Day 1,892, 04:45 Published in Chile Argentina by Pescaman


Sabotaje: Daño o deterioro que en las instalaciones, productos, etc., se hace como procedimiento de lucha contra los patronos, contra el Estado o contra las fuerzas de ocupación en conflictos sociales o políticos (RAE).

Sabotage: http://www.youtube.com/watch?v=z5rRZdiu1UE




La bicontinentalidad de Chile fue un resultado inesperado y no deseado (inicialmente) por el país. Estábamos cómodos (demasiado) viviendo de la evida burguesa en Australia, hasta que Argentina nos atacó una vez más buscando nuestro borrado.

La defensa, basada en el apoyo aliado, fue tan buena que Chile aplastó militarmente a Argentina en Oceanía, y la mecánica del juego, que impide detener la guerra por mera decisión de uno de los países involucrados, hizo el resto.

A medida que se atacaba (y había que hacerlo) y se ganaba, se incorporaba territorio y nos extendíamos al Oeste. Fue tan así, que hubo una gran polémica por la mantención del puente de Otago y su continuación natural: Tasmania. Hubo partidarios de echarlo abajo (impidiendo aprovechar así los bonos) y quedarnos en Australia tras de una muralla, mientras seguíamos peleando desde los territorios originales de Sudamérica. Hubo otros que apoyaron el abandonar Australia, rechazando el poder para ir a buscar la gloria: recuperar nuestras originales o ser borrados en el intento.

Finalmente, Otago-Tasmania quedaron en pie. Y el 80/100 se hizo realidad a medida que Argentina iba quedándose encerrada en sus fronteras.

Hace pocos días atrás Argentina lanzó una fuerte contraofensiva, la primera exitosa después de un lapso de unos dos meses. Producto de esa acción, el puente, a la altura de Tasmania fue cortado en una clásica acción de sabotaje, impidiendo la continuidad territorial entre Australia y Sudámerica e impidiendo que Chile (su capital está en Victoria-Australia) pueda aprovechar cualquier bono de territorio sudamericano.

Adiós 80/100.

La cuestión es que Chile tiene nuevamente la opción de decidirse entre Sudamérica y Australia o de perseverar en un territorio que abarque ambos continentes.

Si la alternativa es un país bicontinental, la lectura del mapa nos entrega dos vías posibles, de las cuales se derivan dos o tres opciones. Sin embargo, hay un detalle: todos esos casos no dependen sólo de Chile, sino que requieren la colaboración y el apoyo aliado, ya sea de uno o dos países.

Ese esquema resultaría beneficioso para el país en términos de bonos, ya que Chile permite obtener dos o tres bonos que no posee en Sudamérica. Sin embargo, los hechos han demostrado dos cosas:

- La mantención del bono 80/100 no generó mayor bienestar que fuese percibido por la población o el gobierno, en términos de mayor recaudación tributaria, por ejemplo. El gobierno de Wisepiii84 debió luchar y negociar por conseguir recursos para defensa. El déficit lo recibió este gobierno, el que probablemente enfrentó el mismo dilema.

Cierto que el escenario atrajo a extranjeros que se se instalaron en el país, pero dadas la restricciones a la entrega de ciudadanías por parte del Congreso (para prevenir toveos o por mera burocracia) dicha llegada no tuvo la masividad que se requería para, por ejemplo, reforzar sustancialmente la D4.

En otras palabras, el 80/100 no pudo ser debidamente aprovechado. Durante su existencia, no se dieron las condiciones para que éste supliera las principales falencias del país.

- La mantención del bono 80/100 implicó necesariamente mantener territorio en al menos tres países: Australia, NZ (el puente) y Bolivia (por el bono de la fruta). Ese hecho le dio vulnerabilidad a Chile, lo que se tradujo en la abertura periódica de RW en los tres territorios principalmente por parte de Argentina.

El tratado con Australia nació justamente de dicho problema, ya que se necesitaba tener algún grado de estabilidad en el frente oceánico y a la vez, actuar coherentemente con lo que dice el eADN de muchos chilenos: no al imperialismo.

Otro tanto pasó con la entrega repartición de Bolivia con Perú y Paraguay: La necesidad de apoyar a los aliados, la repulsa de varios a mantener territorios conquistados y la necesidad de repartir el riesgo de RW dio como resultado el acuerdo de compartir un territorio acostumbrado a ser el títere del imperialismo argentino.

Pero hoy no existe el puente y están quedando atrás el ataque y el ataque/borrado que le hicimos a Rumania defendiendo a Indonesia, la expulsión de USA de Oceanía que lideramos llevando la guerra hasta California y los acuerdos cumplidos al pie de la letra con Australia.

La pregunta es entonces, en un acto de realismo ¿porque no abandonar Oceanía?. Así, volveríamos a focalizarnos en el conflicto de Sudamérica y en al apoyo a nuestros aliados, reduciríamos el drenaje periódico mediante RW y algunos respirarían con sus e-conciencias aliviadas por haber abandonado cualquier vestigio de esa polémica e infame palabra: "imperio".

Sea cual sea la decisión, quedarse o volver, el llevarla a cabo tendría un valor adicional: estaríamos tomando definiciones. Ello generará de inmediato consecuencias externas e internas.

Sin embargo, nos guste o no, necesitamos madurar, y sabemos que aunque sea en un puto juego: mierda que es difícil.