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El verano había empezado fuerte en la capital y el hecho de estar metido en la parte de atrás de un camión militar junto con otros treinta soldados no ayudaba. Pero las ordenes eran ordenes y teníamos que viajar con la lona cerrada, para que la población no se asustara, eso nos habían dado a entender.

Viajamos durante un par de horas, hicimos un par de altos de unos diez minutos y al anochecer llegamos a nuestro destino final. Digo al anochecer porque hasta que no me baje del camión no me di cuenta de la hora que era, y final...bueno...

Estábamos en la explanada que hay delante del congreso, una enorme y reluciente explanada donde los líderes de las MU's habían desplegado a la crème de la crème, no entendía que hacia yo aquí. El caso es que había toda una división desplegada en la capital y ¿adivináis quien estaba a la cabeza de tal despliegue? El presidente de nuestra gran nación, allí estaba el con sus mejores galas y acompañado de toda su corte, todos los grandes líderes habían acudido a la cita.

Parecía que la cosa se pondría fea, para el congreso...cuando un camión avanzo entre la gigantesca formación y se detuvo delante de la comitiva de grandes jefazos. ¿Quién bajo de ese camión? Más bien, quienes...pues toda una unidad de soldados equipados con lanzallamas empezaron a desembarcar y a formar junto al presidente. No pude verlo bien debido a la distancia...pero juraría que el general que comandaba mi unidad estaba aplaudiendo...

Estaba intentando atar cabos cuando del congreso salieron cuatro figuras, se detuvieron a mitad escalera y uno de ellos avanzo unos cuantos escalones más. Supongo que sería el líder de ellos, no me enteraba muy bien de lo que pasaba, así que pregunte.

-¿Oye, quienes son esos cuatro de ahí?

-El congreso al completo a salido a recibir al presi. Contesto el soldado que tenía a la derecha.

-Parece que el presi va a calcinar ese antro. Contesto el soldado que tenía a mi izquierda.

-Espera ¿cuatro? ¿Cuatro personas son las que tienen al presi con dolor de cabeza?

-Bueno, son más de cuatro...pero los más... El soldado quedo interrumpido pues los soldados con lanzallamas habían empezado a usar sus armas en un mortífero espectáculo de color, calor y olor.

Los soldados con lanzallamas terminaron su trabajo. Parecía que solo se habían dedicado a hacer una muestra de poder. El sargento que mandaba mi unidad nos mandó de vuelta a los camiones. Parecía que la fiesta se había terminado.

La vuelta a la base fue mucho más movidita, nos ordenaron que desmontáramos la lona para que la población nos viera e incluso nos animaron a cantar alguna que otra canción, ya sabéis....canciones que hablan sobre gestas heroicas, mujeres y....en fin.


A la mañana siguiente.

Me desperté con el toque de diana, me cepille los dientes en el baño de la compañía, junto a otras decenas de personas. Me afeite y tras lavarme la cara volví a mi cama, me senté en ella y mire mi taquilla. Meditaba sobre cuánto tiempo duraría el acuartelamiento y si habría algo de acción cuando llego un compañero de habitación con un periódico.

-Mira esto. Dijo mientras señalaba la foto de la portada.

Una foto en blanco y negro mostraba la explanada del congreso, habían hecho la foto desde un helicóptero o un avión porque en la foto se podía ver la explanada al completo y en el centro escrito a fuego la palabra BIEN.