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Amada mía,

Te escribo esto porque las comunicaciones en el campamento han sido cortadas de nuevo, los altos mandos creen que son guerrillas pero los ingenieros creen que son las tormentas de arena que arrancan el cableado, avanzamos rápido y los muchachos se sienten invencibles.

Aquí hace más calor que en eSevilla, los eSevillanos empezaron muy bravos pero ya sudan como los demás.

El frente es un lugar de muerte y destrucción, pero por esta vez no somos nosotros los que sufrimos las bajas.

Este mes no ha habido deserciones, hubo un intento de suicidio, no te voy a mentir...pero cuando los demás compañeros se volcaron pareció volver a recuperar el control. Quizá los dos guantazos que se llevó de su binomio ayudaron más que los abrazos y las buenas palabras.

La cerveza está caliente y la arena se mete por todos lados. Nuestro amado gobierno repartió unos repelentes para mosquitos que funcionaban de verdad, por lo que me entere en los fuegos de campamento los mosquitos causaban más bajas que el enemigo.

Los aliados nos sacaron de varios aprietos, como siempre, la unión hace la fuerza.

Vida mía, las noches son frías sin el calor de tu piel, el retumbar de los cañones no consigue que me olvide de tu voz y el abrasador sol atraviesa mis gafas protectoras pero no consigue que olvide tus ojos.

Espero que esta guerra traiga grandes triunfos a nuestra eNacion.

Espero noticias tuyas, el correo es escaso y las tormentas de arena no ayudan.

Tengo fe en que esta carta llegue pronto a tus manos y el fuego del desierto no borre el sentimiento con el que la escribo.