Crónica Cursillística. El Periodismo de Ficción en Cómodos Plazos 2

Day 1,925, 08:08 Published in Spain Spain by Espaugyl






Tras el inusitado éxito enanil del Tema I paso a publicar el Tema II de este curso. Por supuesto ya sabéis que es norma inaugurada en el primer artículo comentar sobre cosas que no tengan absolutamente nada que ver sobre el Curso, pero tened cuidado, la GestapoeRepublik vigila o la hacen vigilar, borran 80 comentarios de un plumazo y chocopuntean sin ton ni son. Comentad sobre el Curso si queréis, lo demás son ganas.





Imparte el Curso:






Programa del Curso:



1.- Primeros intentos y cómo no aborrecer el módulo periodístico.

2.- La maldición del TOP5 y la madre que parió al Voters Club.

3.- El rol como necesidad disociativa y sus peligros psiquiátricos.

4.- La ficción y el rol al publicar con o sin continuidad en el tiempo.

5.- La captación de la atención del lector conservando toda la ropa en lo posible.

6.- Dinámica del Chocopunto incierto e injustificado y cómo vengarse.


Ejercicio Final Práctico sin miedo al dolor.




TEMA II:

La maldición del TOP5 y la madre que parió al Voters Club.


Supongamos que estáis leyendo esto porque os habéis decidido por el Periodismo de Ficción y queréis seguir en el curso, pues me temo que no vamos a hablar de Periodismo de Ficción sino de un peligro común a todos los periodistas ya sean de ficción, bélicos, económicos, meteorológicos, de sociedad o paparazzi en busca de topless de la VR de alguna jugadora lantánica y/o de alguna alumna (yo sigo buscando pero no hay manera).

El peligro en cuestión es la misma dinámica de la publicación en eRepublik del nuevo artículo. Supongo que por todos es sabido que sólo durante 48 horas estará visible en las diferentes categorías y clasificaciones por votos, después de eso sólo será posible leerlo accediendo directamente al periódico que lo publicó. Pues en esas 48 horas es donde se suele gestar el desastre, el enganche a una nueva adicción, la droga del periodista novato y no tan novato, la peor de las sustancias adictivas: El TOP5.

El TOP5 es tan sólo la cumbre visible de los cinco artículos más votados comprendidos en las últimas 48 horas sean de la categoría que sean. La importancia del TOP5 es que siempre está visible y no hace falta acceder a la lista de dos páginas de los 20 artículos más votados, por lo que hasta el más vago tiene a la vista cinco artículo que le pueden llamar la atención para leer, votar y subscribirse. ¿Y dónde está el mal en todo ello? Pues es sencillo y todo el que haya pasado por ello lo comprenderá: es adictivo una vez se ha conseguido estar en el TOP5, y si se alcanza el primer lugar... hay centros especializados para desengancharse, no digo más.



Grupo de periodistas enganchado al TOP5 buscando un centro de desintoxicación a esta adicción… o buscando el TOP simplemente, que nadie se desengancha si en verdad no se quiere


El problema real surge cuando inesperadamente se alcanza el TOP1 con el primer artículo... eso es lo peor, el listón ha quedado tan alto que entonces cualquier otro resultado será decepcionante, y si encima el artículo era una auténtica porquería pero el juego ha estado tan aburrido en esos días que a todo el mundo le ha dado por la “ocurrencia” de alabarlo y votarlo como lo mejor que ha leído en el último lustro, pues entonces la cosa empeora, ya que hablamos de ceguera egocéntrica retroalimentada, una enfermedad de las más graves de eR (Ejemplo de pensamiento periodístico del enfermo: 376 votos avalan que soy el mejor periodista de todos los tiempos, no voy a conseguir una medalla de medios sino dos y en mi segundo artículo alcanzaré los 500 votos ahora que ya sé que el verbo haber se escribe con “h” siempre).

De todas formas no es habitual que la “ocurrencia” de la primera vez vuelva a repetirse, y si el segundo artículo es malo se quedará con el voto del autor y el de algún compasivo lector que pase por ahí... salvo que sea peor que el primer artículo y no haya ni una campaña bélica decente a la vista, por lo que se puede volver a repetir el fenómeno. Eso y hundir al periodista es lo mismo, ya que la tercera vez es casi imposible que se dé.



Periodista novato tras alcanzar el TOP1 con un artículo lamentable por efecto lúdico-festivo del aburrimiento circunstancial de la ciudadanía. No le ha dado un vahído, es que cree que repetirá el éxito siempre. Obsérvese el estado onírico de semi trance pensando en su siguiente tema que probablemente pasará de cinco líneas y apenas tendrá docena y media de faltas de ortografía


No obstante hay muchos buenos periodistas que consiguen el TOP5, incluso el TOP1, por su calidad, e incluso repiten una vez tras otra, por lo que nada de lo dicho anteriormente es inamovible, tan sólo probable o habitual. Lo normal es ir progresando, puliendo el estilo, consiguiendo poco a poco nuevos lectores y que estos te recomienden. Cuando esto es así el llegar al TOP5 es tan progresivo que ya no tienes el ansia de hacerlo siempre porque lo conseguiste la primera vez, pero no quita que te puedas enganchar, que estés atento a cómo va tu artículo cada dos por tres y que haya quien lo anuncie cada 10 minutos para “deleite” de sus amigos, que lo terminarán votando para que deje de hacerlo o todo lo contrario, borrando al periodista de marras de su lista de amistades y desuscribiéndose.

Un gran problema para los periodistas, en lo concerniente a alcanzar el TOP5, es sin duda el de los Boletines Oficiales y de partido ¿por qué? pues porque se votan por inercia y porque son publicaciones a las que es normal estar subscrito para estar informado desde que se entra en el juego, así como desde que se afilia el jugador a un partido. Normalmente los Boletines de Defensa y el Boletín Oficial del Estado (en otros países tienen otros nombres pero las mismas funciones) alcanzan el TOP5 entre las dos y las cinco horas tras su publicación cuando se trata de un eGobierno activo que despierta interés, ya que tienen miles de subscriptores, llegando a apelotonarse varios de las últimas 48 horas (ha pasado en algunas presidencias) acaparando el TOP5 de los cojones, imposibilitando meter la publicación propia ni a codazos o gritando ¡FUEGO! Pero hasta que a un Admin iluminado no se le ocurra ponerlos en una columna paralela seguirán siendo el terror de los periodistas decentes o que aparentan serlo.

Pero hay otra competencia desleal o imposible de vencer. Lo peor de lo peor es sin duda cuando un periodista acaba de publicar, tras pulir el artículo, con sus imágenes y correcciones en el último momento, habiendo invertido un buen puñado de horas en el proceso y... al bueno de Plato le sale de sus santas gónadas introducir en el juego por sorpresa cuatro o cinco misiones (al menos dos de ellas ocultas hasta que no se cumplan las otras), entonces da igual que se sea Góngora, Descartes, George H. Wells o Cervantes, lo cierto es que media docena de “artículos”, consistentes en haber traducido con el Google Traslator la explicación de las misiones de alguien de Chipre o de Taiwan, van a ocupar el TOP5 sí o sí en la siguiente media hora y no se irán de allí hasta dentro de dos días. Es lo que hay.

El grado adictivo del TOP5 tiene también una terrible variante que ha hecho que el módulo periodístico se tambalee de la forma más estúpida. No es otra cosa que el llamado Voters Club, que son las iniciales de “Voy a Oradarme Traseramente En Raras Sesiones – Claramente Leeré Únicamente Basura”, aunque hay quien le da otros significados diciendo que es algo en una de esas lenguas bárbaras y extranjeras que mejor ignorar. Lo cierto es que es una forma fraudulenta para el juego, y no digamos para uno mismo autoengañándose, de conseguir votos y encumbrarse al TOP5, con el añadido de la medalla de medios si así se ha acordado. Se trata ni más ni menos de pagar para ser votado y obtener subscripciones con tarifas estipuladas, siendo por eso tan frecuente que alguien que ha publicado honradamente y que hora a hora ha ido escalando puestos vea como, a falta de dos o tres votos, se queda hasta que pasen las 48 horas estipuladas en el sexto puesto porque le han pasado como una exhalación un par de artículos escritos hace media hora con poco o ningún contenido y 250 votos de golpe... quitan las ganas de escribir.



Lógica reacción de un periodista que lleva todo el día escribiendo un artículo, buscando imágenes y corrigiendo aquí y allá cuando a los cinco minutos de publicar le pasan tres artículos con 250 votos y el contenido y sustancia del envoltorio de un chicle sin azúcar


El problema es que no son ni dos ni tres quienes hacen estas cosas, hasta quien menos te esperas puede caer en la tentación de sentirse reina por un día... es lo malo de las drogas, se empieza por el Voters Club y se termina vendiendo el televisor de tu madre en un descuido. Ni que decir tiene que cuanto más fraude hay en las votaciones más jugadores invaden las clasificaciones con bazofia que ahoga a los auténticos artículos, que van quedando relegados y que nadie termina leyendo a menos que esté subscrito y atento a su publicación.

Y por último los panes y alguna estafa dadivosa. Hay quienes, usando técnicas de hambrunas de siglos pasados, buscan el voto a cambio de pan, sí, tal como suena y… funciona, qué le vamos a hacer. Si quienes lo hacen creen que eso es ser periodista pues vamos dados, pero quienes lo hacen lo único que buscan es la medalla, algo tan loable y honrado como pensar que no hay nada malo en jugar al futbol con el portero atado a un poste… para eso no juegues, chavalote. Y las estafas, pues eso, aún hay incautos que se creen que alguien al irse del juego regala todo a quienes se subscriban y voten y así poder tener una medalla más en sus últimos días de eVida. Es peor creérselo que hacerlo.

En conclusión, el TOP5 es importante si quieres ser leído pero no puede ser a cualquier precio, ni se tiene que convertir en una obsesión: cuando llegue llegará, os alegraréis y si jugáis bien vuestras cartas y sois buenos escribiendo no será flor de un día... pero si no volvéis al TOP5 tampoco se hunde el eMundo.


Espaugyl