Una mierda que fabricamos todos.

Day 3,601, 04:13 Published in Argentina Spain by Barriga Verde

Introducción.

Hay ideas que por su impregnación en el juego en la que estamos inmersos merecen la atención de al menos los pocos momios de espíritu que aún quedan en este juego, y la expresión de la idea de que jugar a la verdadera política en ER es intentar derrotar al adversario haciendo prevalecer nuestra opinión por encima de cualquier argumento, es una de ellas.


Reflexiones sobre la política.

Jugamos a Er mientras calcamos los usos políticos que se dan en nuestro país, estamos tan acostumbrados en los países de habla de origen latino, a que el principio expresado por Maquiavelo “la política es el arte de engañar” se justifique a sí mismo mediante la consecución de una “victoria” ante el opositor, que perdemos la gran oportunidad que ofrece esta plataforma de desarrollar un rol político que verdaderamente constituya una ventaja para la comunidad a la que debe servir.




Experimentamos hoy como ayer en el juego político un déficit a la hora de entender el concepto en varios aspectos; uno de ellos es que articulamos un discurso que no puede ser modificado, como si la mente del jugador que quiere dedicarse al rol político estuviera estructurada a partir de formatos PDF, y hacer política fuera acceder a dichos archivos para leerlos en voz alta, imposibilitando cualquier tipo de conversación real, lo que nos lleva a una segunda derivada que es la intransigencia,donde habiendo dejado valorar los argumentos del que disiente de la postura común de tu grupo, por fuerza debe tener intenciones oscuras que le sitúan como un potencial traidor. Así la política se convierte en una herramienta inútil para el progreso del país, e incluso a veces un mecanismo para su debilitamiento.




De la intransigencia a la polarización de la comunidad hay una tenue frontera, y no hay proyecto de construcción de país que soporte la resistencia de la mitad de sus ciudadanos, así pues nos encontramos con otro déficit a la hora de cómo entendemos el juego político, donde cualquier plan `por positivo que se entendiera para un ente político con capacidad de implementarlo, nacido de la lógica política que establece la necesidad de derrotar al contrario, es un fracaso común.




Erepublik es un juego donde la libertad solo la cede un individuo por voluntad propia, y toda aceptación de un acuerdo político es la cesión de una parte de dicha libertad, ningún gobierno o congreso tiene capacidad para imponer normas que sin duda tienen un significado político como por ejemplo donde pegar, así pues los representantes de los ciudadanos deben desarrollar su acción política no como un mero cumplimeinto de las apariencias democráticas, sino como un ejercicio de responsabilidad real de cara al conjunto de la colectividad.

Epílogo.

Muchos defenderán la idea de que ante los déficits que hemos apuntado brevemente en el concepto de política que hemos importado para el juego, cualquier estructura que propicie el debate viciado al que solemos asistir, debe ser enajenada de cualquier tipo de poder decisorio, y sin embargo esto no es un problema de que como muchos dicen “la política sea una mierda”, sino de que esa mierda, la fabricamos todos, ya que cualquier acción que llevemos a cabo en el juego es un acto político.