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Todos tenemos vicios. Algunos podrán justificarlos a partir de una necesidad de reconocimiento social, otros podrán vanagloriarse de tenerlos y disfrutar de ser expuestos, mientras que otros se dedicarán a ellos en la más absoluta intimidad. A fin de cuentas, todos tenemos algo que captura nuestra atención y en lo cual expresamos nuestra necesidad de poseer y sentir.

Quienes han seguido en eRepublik,y quienes hemos salido para al final volver, derrotados,vemos en este juego algo más que un hábito (aún cuando así lo nombremos para justificarnos), y por eso nos mantenemos jugando, aunque bien sabemos que este espacio está muriendo.


Foto reciente de Plato

He leído el artículo de Jhona, y comparto totalmente con el la ansiedad y preocupación que se deriva de tener la responsabilidad de decidir. Como quedó claro en su texto, a pesar de nuestra amistad VR, tenemos una visión algo diferente de nuestro papel en el juego.

Por supuesto, esta visión impacta en las formas en las que creemos que debemos relacionarnos con otras comunidades de jugadores, y las condiciones en las que lo hacemos. En concreto, creo que existen dos posiciones actualmente. La primera considera que debemos actuar responsablemente y esperar. Esperar significa bajo esta postura que habrá otros actores que definirán las nuevas alianzas, y que luego nos ubicaremos bajo la sombrilla de la que nos brinde mayor seguridad.

Una segunda posición (con la cual estoy más de acuerdo, y que es la causa de más de una discusión en el gabinete) parte de reconocer que los momentos en los que más nos hemos divertido han sido aquellos en los que nos arriesgábamos. La gran mayoría de nuestros recuerdos colectivos se ubican cuando perdimos (o muy de vez en cuando ganamos) una batalla que lo definía todo; cuando entramos en guerra con grandes imperios y nos tocó asumir una defensa desesperada, cuando perdimos el miedo y no quedó más que enfrentarnos a la realidad colectiva de que teníamos que sobrevivir, como fuera y contra quién fuera.

Al igual que Jhona, cuando escribo estas líneas recuerdo experiencias pasadas. Recuerdo cuando lanzamos NE a Indonesia, o a Filipinas. Cuando nos invadieron por todas partes, cuando tuvimos grandes aliados que nos liberaron, cuando tuvimos que viajar a otros ePaíses para seguir pegando y logramos establecer amistades que nos servirían al regresar del exilio.


Esta frase fue preludio de los momentos más recordados de nuestra eHistoria

Esas experiencias definieron el futuro de eColombia, y al fin, después de tanta paridera, de tanto trasnocho, de tanta dedicación, logramos volver. Los últimos años han sido mucho más estables, y hemos logrado mantener -más o menos- nuestro territorio. Sin embargo, el mundo en el que eso fue posible está cayéndose a pedazos. Hoy no estamos en una alianza real. Hoy, de nuevo, nos enfrentamos a la incertidumbre.

Yo tomo posición. Creo que debemos salir de Pacifica, y que debemos volver a ver hacia nuestro continente. Creo que tenemos como aportar en otros espacios, y creo que podemos volver a tejer alianzas que existieron hace varios años. Sin embargo, también pienso que no podremos dejar a nuestros más cercanos e históricos aliados de lado. Yo no pienso moverme si ePortugal no se mueve conmigo. Si hay alguna propuesta desde el eContinente americano para unirnos de nuevo con esta condición, le apostaré totalmente.

En alguna de las múltiples discusiones del gabinete, recordé una frase que alguna vez me soltaron: "el que no arriesga un huevo, no gana un pollo". Mi invitación el día de hoy es esa, arriesguemos. Puede ser que quizás, de pronto, tal vez, ganemos.


Lorenzo Medici


Posdata: Si alguien acá va a venir a decir que Croacia y ANDES son lo mismo, por favor piénsenlo un poquito, porque eso es confundir la mierda con la pomada 😛