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En el congreso se está debatiendo una posible Ley que acerque al ciudadano a la política actual, al colaborar, al decidir sobre su futuro.

Lo impactante, que va de la mano del motivo que me ha llevado a escribir este artículo, ha sido la respuestas de algunos miembros del congreso, de nuestro propio congreso, de congresistas que han sido elegidos por nosotros.

Algunos, el nombre de los cuales me reservaré, directamente dicen "En contra" sin apelar a una justificación (y luego exclaman que no tienen por qué justificarse, vaya...).

Se supone que los congresistas son elegidos por el pueblo desde los partidos políticos para que representen nuestras ideas, las ideas del pueblo, no para jugar a ser diputado en Foro Unificado de España y luego apoyen su propia ideología. Antes de decir cualquier cosa el congresista debería consultar a los que son representados por él pero ¡NO hablar en nombre de ellos!
¿Democracia? ¿ Democracia es ceder mi voz y voto a un diputado?

"Es el mejor sistema que tenemos, hay personas que llevan mucho tiempo aquí y saben". Esta visión paternalista hacia los ciudadanos me da, personalmente, asco. El pueblo decide enviar una propuesta al congreso y el congreso, elegido por el propio pueblo, la rechaza. No hay cosa más absurda e ilógica que esa, como ya denuncié en mi anterior artículo. Ya solo nos falta llamarles "Papá". Eligen las leyes, eligen dónde atacar, eligen con quien aliarse, eligen eligen y eligen. ¿Y nosotros?



John Stuart Mill, gran defensor de la libertad individual, nos indicaba el rechazo a toda injerencia en la vida de un individuo apelando a su bien y prescindiendo de su consentimiento. Esto es, señores, lo que hace el congreso. La típica visión paternalista de "Déjanos a los mayores". Cualquier ciudadano puede informarse y aprender sobre política en eRepublik si se le facilita la información y si se simplifica este sistema llenos de nudos y chorizos. Y luego nos saldrán con los principios de moralidad y el principio de daño.

La democracia perfecta no existe; si nos metemos en la filosofía, el único Estado justo es aquel gobernado por el filósofo, como decía Platón, pero aquí no tenemos ninguno. Nuestra democracia debe albergar un gran abanico de pensadores, solo así, reuniéndonos y debatiendo, lograremos la justicia. Preguntad al pueblo. Yo siento el deber de participar por y para el pueblo, de hacerme expresar y de dar mi opinión en la Cámara de los diputados. Yo, y todo un pueblo al que se le toma por idiota e ignorante.

Pregúntanos, papá. Estamos aquí, queremos aprender. No nos levantes, enséñanos a levantarnos.

Ciudadanos de eEspaña: ¡Gritad! ¡Gritad alto para que se os oiga!

J.Randi