Dios ha muerto junto con el lado B.

Day 1,090, 09:55 Published in Argentina Argentina by Zek Punga

Estabas quieta, estabas lejos, pero...

Todavía guardo muchos cassettes aunque ya no tengo donde reproducirlos.

No soy amante de lo viejo ni tengo eso de nostálgico-tanguero tan común en las reuniones del centro de estudiantes.

Pero crecí convencido de que las cosas tenían su lado B o lado oscuro.
Esa especie de patio de atrás donde se está permitido experimentar.
Ese conurbano de tu cabeza donde no ingresan los patrulleros.

Es el lado del espejo que más le gusta a Alicia y el costado impune de las cosas.

Es fulete22

Y ese Yang que tiene Jim y la intimidad que buscan los niños para sus mejores juegos.

(Y estoy hablando de ahí abajo)

Tengo un cassette de Dark side of the moon que compré en Chile allá por el año 92 cuando era barato viajar para que mamá se nutra de adornos mapuches.

Y justamente descubrí mi propio lado B, un dia escuchando el lado B de ese gran disco de Pink Floyd, ese lado B al cuadrado, que empieza con esa satánica caja registradora de Money, que es exactamente el mismo sonido que se escucha en la película de El mago de Oz cuando pasa de ByN a color.

Eso de Zek Punga que quiere dejar de ser Zek Punga.
Esas ganas de ser otro sin dejar de ser yo mismo.

Pero el lado B ha muerto.
Como una superación de la dialéctica, dios-diablo.

El día y la noche mezclados en un compac disk.

Es la fusión de lo ordinario y lo extraordinario en el mismo track.

Y la multiplicidad de sentido.

Cuando se encuentran el actor y el personaje en un motel de ruta.
Es imposible saber quién es quién.

Es saber que tenemos un lado A y un lado B pero también un lado C, un lado D, e incluso un lado BD y uno XY y otro ZTE y así millones de combinaciones.

Por ahí me fui por las ramas pero a veces siento que en este juego a menudo se llevan las discusiones a la simplificación del A o B.

¿Cuál es la diestra y cuál la siniestra?


Los quiere

Zek PunK, Zek Punga, Zek Punch, Zek Pete, Zek Pierón, Zek McKracken, Zek Necsio, Zé Pequenho, o simplemente Zet.