UN SOLDADO MENOS, UN HÉROE MÁS

Day 1,527, 13:20 Published in Argentina Argentina by Cortapasto


Cortapasto se acercó a la redacción y nos dijo "publiquen muchachos, que esto está bueno". Nos entregó un papel escrito a mano y se fue. Sin dudas, al leerlo nos dimos cuenta de que era inevitable no darlo a conocer, y lo compartimos con ustedes.


Transcurría el día 1524 del Nuevo Mundo, tranquilo, desparramando balas por ahí, cuando me llegó un mensaje de un fiel soldado del Ejercito Rojo Argentino: Ruskin234. "Me voy, dejo el juego. Te dono algo para el sorteo. Regalo todo", me dijo, a lo que envié respuesta interrogando cual era el porqué de esa decisión, siendo que era uno de los "sanguinarios" del Regimiento 33 que más actividad tenía y que más había progresado.

Contó el motivo de su alejamiento (Debo decir que era entendible), y soltó la frase "Estoy quemando las bazookas en finlandia. Me voy, pero con una BH". Me dijo la batalla y me trasladé para presenciar lo que Ruskin234 estaba haciendo.

El contexto era el siguiente: Guerra de resistencia organizada por Noruega, enfrentándose a Finlandia. La barra inclinada para Finlandia, que ya había ganado las 5 batallas previas. En esta, la sexta, un soldado del ERA fue en busca de la gloria, la BH. Esto se veía:



¡El tipo tirando bazookazos como loco! y dándole también con tanques q6. 44 minutos de batalla y ya había pasado el millón de influencia en esa contienda. "Estoy pegando con Q6, pero me siguen cayendo scopes, asique voy armando bazookas sobre la marcha", expresaba el soldado. Desde este lado, el capitán de su regimiento no podía hacer más que alentarlo a continuar liquidando rivales.

Siguió pegando por un rato, con la situación controlada y sin oponente que le hiciera fuerza, hasta que la batalla terminó:



Si, la había ganado. "VAMOOOOOO CARAJOOOOOO!!!!!", resonó en el campo de batalla el grito de Ruskin. Un soldado del ERA que obtenía su primera BH, y que había hecho lucir el avatar Rojo en aquella batalla Nº 6, primero en la esquina que señala al de más influencia y luego encabezando la tabla del Top 5 de esa contienda.

En medio de aquella alegría se despidió, dejando un gran saludo para el pueblo socialista y del Ejercito Rojo, que me pidió les transmitiera. Y así partió un soldado del ERA, orgulloso de pertenecer y representar a un justo y aguerrido brazo armado, luciendo sobre su pecho una reluciente medalla dorada que lo signaba como HÉROE DE BATALLA. Me dio la mano, "Gracias por todo Capitán y gracias a todos", dijo, y partió sigiloso, metralleta en mano, hacia el horizonte que regalaba sus últimos rayos de sol y daba brillo a la presea de aquel gran soldado argentino.