Crónica del Futuro a Precio Módico

Day 1,455, 05:35 Published in Spain Spain by Espaugyl




Quien haya seguido mis crónicas hasta ahora sabrá de lo arriesgado y peligroso que resulta mi oficio. Cuando no me hallo en medio de una batalla alimenticia, con croquetas y plátanos zumbando a mi alrededor, me hallo detenido por la GestapoeRepublik tras interceptarme un artículo injustamente, o intento cambiar con el poder intimidatorio del ajo el rumbo de la guerra brasileña dejavú con escaso éxito. No hay que ser muy listo para saber que no saqué nada en claro tras mis últimas peripecias… bueno sí, para qué mentir, ahora tengo en mi casa unas calentitas zapatillas de piel de marmota y la convicción de que es muy difícil, y surrealista, retirarse de corresponsal de guerra porque te toque el Euromillones con una combinación de números cantados por una marmota amenazada.



La Marmota Phil (véase crónica anterior) extrañada al verme llegar con un hacha y aún convencida de que me dio la combinación ganadora del Euromillones


Con tales pensamientos me hallaba en la barra del bar de debajo de mi casa, con mi tostada con aceite y ajo y mi cafelito cuando un recluta bisoño, un recién nacido en esta mierda de eMundo llegó sudoroso y vociferante.



Típico novato en sus primeros días en el eMundo, aún sin tener muy claro que no hay pelotones de arqueros ni por dónde está el gatillo


-¡A las armas, a las armas! ¡eBrasil ataca…!

-…las Canarias, sí, ya lo sé- completé su frase antes de darle otro sorbo al café.

-¡Sí, sí, eso! ¡Y eso después de que en eBrasil…!

-…nos rechazaran el día antes- volví a terminar su frase dándole un bocado a la tostada.

-¡Eres adivino!- me espetó sorprendido el novato.

-Claro, sí, adivino… los cojones- añadí filosóficamente mientras me goteaba aceite por la barbilla hasta encontrar su destino en la camisa. Pero entonces se me encendió una luz en mi oscuro cerebro.

-Efectivamente, soy adivino, para qué negarlo, un don que me dio en herencia el nigromante de la corte del Marajá de Capurtala en uno de mis viajes por el eMundo a la busca de aventuras- improvisé como yo sólo sé hacerlo cuando huelo una oportunidad… y aquello olía bien.

-Esta es mi tarjeta- le dije tendiéndole una de tantas que había mandado hacer junto con numerosa documentación falsa desde que la GestapoeRepublik me identificó para mi doble chocopunteo- y ten más para tus amiguitos.

-El Gran Espaugylofky. Adivino Titulado Polivalente. Lo mismo le predigo el futuro como hago favores sexuales a ricas viudas. Echo las cartas, hago cartas astrales y a los Reyes Magos. Módicos precios prediciendo guerras y sus resultados, se financia y se hacen precios especiales a grupos.

-Pues me vendrían bien tus dotes y conocimientos de los astros para ver en qué acaba todo esto- comentó para mi deleite y el de mi cartera la ingenua criatura.

-Veoooo… veooo… veo una enfermedad reciente en tu familia y eres piscis- dije con los ojos en blanco y rígido en el taburete en un golpe de efecto.

-Soy acuario y no sé a qué se refiere, mi padre está como un roble, mi madre hace maratones todos los fines de semana, mi abuelo va para centenario y mi bisabuela es la que me ha traído en coche desde la batalla antes de ir a su clase de aerobic…

-Acuático al fin y al cabo y me refería a una enfermedad menor, déjame acabar… una enfermedad molesta pero leve que a veces te impide respirar y a veces te hace estornudar- dije atisbando con un ojo el pañuelo verdoso y húmedo que asomaba de uno de los bolsillos de su uniforme.- Son 100 ESP- aproveché ante su sorpresa extendiendo la mano. Sin dejarlo reaccionar tomé el dinero que sacó de su guerrera.- Predecir el resultado de guerras es más caro, pero no habría ningún problema.


¿Cómo no se me había ocurrido antes este negocio? A veces pienso firmemente que el alcohol me está embotando el cerebro, pero luego me tomo un whisky y me doy cuenta de que es una tontería pensar así e incluso no recuerdo sobre qué pensaba. Lo cierto es que por la tarde, en cuanto perfilé el marketing, aparecí por la oficina (el bar, que parece que no me conocéis), llegué a un acuerdo con el dueño sobre el porcentaje a repartir y me instalé al fondo de la barra con mi nueva indumentaria, mi bola de cristal, mis cartas, un poster de Iron Maiden porque no encontré nada más místico y diabólico a mano y un gran cartel que me había hecho con una sábana donde ponía: El Gran Espaugylofky predice el futuro de la guerra (sólo por las tardes), 250 ESP la consulta. Se hacen cartas astrales para llevar, calentitas y caseras. Sólo se admiten clientes de nivel 20 o inferior.



Espaugyl caracterizado como “El Gran Espaugylofky” a la espera de incau… de clientes


Mi primer cliente no me defraudó, un bisoño, con el arma cogida del revés, como casi todos, sin tener muy claro por dónde salían las balas, con infinidad de consignas sobre matar monos escritas en su casco reluciente recién estrenado y más perdido que un Admin el Día del Padre. A este y a todos los demás le predije que, después de una larga lucha, Canarias podía perderse, aunque quizás no, lo cierto es que, si se perdía, eBrasil atacarían Andalucía (con un RW en Canarias mientras tanto), pero que Andalucía casi seguro que sería bien defendida y luego tomaríamos la iniciativa, reconquistaríamos Canarias y atacaríamos Norte de eBrasil… pero sin éxito. El sorprendido novato me dejó hasta propina… inocencia, bendita inocencia… y no fue el único.



Ejemplo de perfil intelectual de los clientes de “El Gran Espaugylofky” que tantas alegrías han dado a su cuenta corriente


El negocio fue bien, para qué negarlo, me aseguré de que mis predicciones siempre estuviesen dirigidas a novatos sin experiencia y sólo sobre la guerra, nada del precio de los panes o de las armas o los números del Euromillones, no quería acabar como la marmota de mi anterior crónica. Pero, como soy un curtido hombre de negocios y sé que siempre puede haber clientes descontentos, al día siguiente quien venía a buscar al Gran Espaugylofky sólo hallaba a un Corresponsal de Guerra que copiaba crónicas anteriores de la misma guerra sin fin mientras pedía alegremente otra cerveza que igual hasta pagaba.


Desde Andalucía, prediciendo que de aquí o de Norte de Brasil no pasa ni eDios, se despide este corresponsal y el Gran Espaugylofky (rebajas a grupos).


Espaugyl