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Parte 11 Laura

Laurapg estaba como perdida, casi desde el principio pensé en las drogas, pero todos me aseguraron que imposible, que cuanto pagarían por un canutillo, pero que el juego no lo permitía de ninguna forma. Hasta Amnarod negó la posibilidad en un mp. Entonces tenía que ser que estaba enferma, pero allí no había hospital, estábamos en medio de la nada. Algunos se iban a nueva York y con ellos me fui, llevándome a Laurapg casi a rastras, aunque más por la falta de fuerzas que por resistencia por su parte.

Mientras los demás hacían turismo, yo me la llevé al hospital. Me pusieron un poco de trabas por la nacionalidad, pero les expliqué que yo no tenía la culpa de que nos hubieran dejado a la buena de dios, por suerte zafaba con el inglés. Me informaron que sufría desnutrición y deshidratación, gasté parte del gold en paquetes de vitalidad para ese y los días siguientes y poco a poco fue recuperando el color de su cara, aunque un día no sería suficiente.

Cuando llegó la hora de las visitas me echaron fuera, no era pariente así que no podía quedarme más tiempo por aquel día. Me encontré fuera del hospital, más solo que en ningún momento desde que estaba allí dentro de aquel puto juego, pero era lo que había. Los americanos habían hecho un país casi de verdad, cada barrio era una de sus grandes ciudades, con sus edificios emblemáticos en un par de manzanas. Era un lugar impresionante. Las divisiones de estados era por barrios y no físicas y su parte económica muy fuerte. El cambio no era favorable, pero tenía mucha hambre y aquella hamburguesa me supo casi a ternera gallega aunque no tuviera nada que ver y me saliese en un puñado de gold.

Había tiendas enormes y daba gana de llevar tu almacén lleno para siempre, pero me controlé, pues no sabía que podía hacerle falta a Laura y estar en un país extraño sin recursos no debía ser fácil. Pensando en esto me anoté en una oferta de trabajo y eso hice, aunque fuese casi de noche, al menos me ayudaba a no pensar, poco después hasta luché a favor de Galicia en una revuelta que se había abierto, pero aunque se recuperase mi tierra, tendría que permanecer un par de días más allí, hasta poder despedirme.

La mañana siguiente Laura tenía mejor cara, algunos habían venido a despedirse ya que la revuelta había vencido y aunque ella no los conocía de nada, se despidió muy amablemente. No tenía ganas de hablar y cuando comenzaba a hacerlo yo, ponía sus dedos suavemente sobre mis labios como para que no emitiese ruido alguno, así que decidí dejarla descansar. Era como un ser celestial, exigiendo dulcemente que la dejasen descansar. Me fui a trabajar y después a hacer turismo. El metropolitan me impresionó, menos el Moma y el Gughenhein. Las cacas de caballos de Central park eran realistas hasta en su olor característico, el Bronx, Queens, Chinatown, Little Italy, Staten Island, todos eran lugares más pequeños que la realidad pero muy reconocibles. De todos modos yo estaba deshecho, casi dos noches sin dormir y debía buscar donde hacerlo, me metí en el Milford Plaza, un hotelucho de tres al cuarto y aunque mis vecinos de al lado no paraban de gemir y hacer ruiditos, al poco tiempo a mi me daba exactamente igual lo que hicieran porque estaba durmiendo profundamente.

Al día siguiente volví al hospital, si que estaba mucho mejor la paciente, hasta se animó a dar un pequeño paseo, pensé que era el momento de explicarle la situación y lo hice lo mejor que pude, me miró con sus ojos y tono casi angelical, con una mezcla de entre melancolía y tristeza, pero no entendí que quería decirme. Seguí narrándole mis peripecias mientras la buscaba y se rió mucho de las cosas divertidas que me habían ocurrido, ilusionó sus ojos al hablarle de nuestra antigua empresa, de Provigo, Galiza2, era un ser muy dulce. Me preguntó por su hija y su marido, sin poder evitar derramar algunas lágrimas. Vi que todavía no estaba preparada para contarme nada y al fin y al cabo yo no podía despedirme del curre hasta el día siguiente, así que decidí esperar. Al final era igual un día más o menos y a mi aquella experiencia me estaba gustando.


Parte 12 La verdadera historia

Era mi última noche por tierras americanas, había comprado ya los billetes y los dólares del trabajo los guardaría por si volvía, quien sabía cuándo. Esa noche fui a un espectáculo musical y casi tengo la tentación de irme con una chica que se me ofreció por un par de gold. Estaba de infarto, pero estaba a lo que estaba, ya sabía que mi mujer nunca se enteraría y todo eso, pero en aquel momento no me apeteció, tenía la cabeza en otro sitio.

Por la mañana fui al hospital, mi misión estaba casi cumplida, con ella repuesta, quedaba quizás lo más difícil que era salir del juego, pero para eso estaba la carga de inhibidores que me habían puesto, yo salía y luego ordenaba que la sacaran a ella, no sabía si se podría hacer exactamente así, pero debía intentarlo.

Al entrar en la habitación Laura miraba por la ventana, con aquellos ojos perdidos, pensativa. Apenas saludé comenzó a hablarme.
-Xose, no me voy a ir contigo a ningún sitio, me voy a quedar aquí, no quiero que me encuentren y no quiero volver al mundo real.
-Pero tu marido..., tu hija..., te necesitan... Para que si no he entrado yo?
-Lo siento de verdad, yo no te pedí que vinieras, no tengo la culpa.
-Pero que le digo a ellos?
-Diles que los quiero más que a nada en este mundo.

Estaba descolocado, no podía imaginarme las razones de aquella chica para actuar así, estaba claro que podría ser su padre, pero no era la diferencia de generación lo que nos separaba, había algo que no me contaba, que me perdía.

-No sé de quién te escondes o de que tienes miedo, pero el mundo real ha cambiado mucho, ya se que entraste hace poco aquí, pero los cambios son enormes ahí fuera, todo mejora a pasos agigantados...
-No sigas por favor no me lo hagas más difícil... -Lloraba desconsoladamente.
-Es que necesito una razón...

Entonces su semblante se ensombreció y compuso un gesto de rabia o quizás desagrado. El grito que salió de su garganta en lugar de su dulce voz, hizo retumbar aquel edificio virtual:

-Estoy enferma, me muero, no quiero que me vean sufrir, no quiero apagarme como una vela a su lado, aquí no me ven, no me sienten, no saben como estoy. Moriré sin más. Aquí no existo.
-Pero hoy en día...
-Por favor vete, déjame en paz, no quiero verte más, yo ya quería morirme antes y simplemente has aumentado mi agonía, ahora tardaré más, fuera!!

Salí de allí como un perro con el rabo entre las piernas, había imaginado varios finales a aquella historia, que si se venía conmigo, que si había entrado por eamor, que si nos quedábamos juntos para siempre, pero aquello, con aquello no contaba ni en la peor de mis pesadillas. Que debía decirle ahora al marido, y a la hija... Todo se me derrumbaba. La vuelta a Galicia en el transporte se me hizo interminable y al llegar ni siquiera tenía ya casa en la Academia, había sido ocupada por un novato de Aragón, de donde no hay no se puede sacar, ya lo decía mi abuela, y no conozco ningún otro refrán que se pueda aplicar a más situaciones.

Esa noche sí que me decidí perderme a mí mismo y no pensar, bebería hasta caer con los primeros que me encontara, que fueron farrukiyo, Breznev, kkonstan, Vargaehh y bulldozer1987,quería beber tanto que ni los inhibidores fueran efectivos, y al día siguiente que sucediera lo que tuviera que suceder. Al fin y al cabo, la verdadera historia había salido a la luz y me acordé de una canción de hacía muchos, muchos años que se titulaba así:

"Florent dejó la droga en el 92, y aunque al principio le costó, ahora piensa que es mejor, y piensa que hay tantas cosas por hacer, estar sentado ante la tele con su mujer"

Parte 13 En las sombraxx


Era un zombie más en la noche. En el pub de Ballantines bebí hasta no ver, primero acompañado luego solo, por mucho que Breznev y Vargaehh, antes de irse me intentaron convencer de que lo dejara. Muchos viejunos que si quedaban me miraban extrañados, pero solamente el propio Ballan y Sharp vinieron a interesarse por mí. No tenía ganas de hablar, pero despotricaba contra las fotos de avatares que había por las paredes, no se ni que decía, que si goldfinger, que si tuput, que si siddy, que si sato, que si durruti, eastzone, stephan, que si que se yo, como pudieron me sacaron del local para tomar el aire. Les pedí que me dejaran solo con mis miserias y así lo hicieron. Pensaba pero no con la suficiente soltura. Entonces alguien me habló, conocía la voz pero no la reconocí, porque me quedé sin sentido justo en aquel instante.

La mañana siguiente la cabeza me daba vueltas, alguien me trajo un café, pero nunca me gustó el café, lo agradecí pero lo rechacé, ahora si sabía de quien era aquella voz.

-Joer maldito, si llegan a saber las pibas que hoy dormistes aquí, no me dan más bragas.
-Lo siento, un mal día.
-Uno? te llevo siguiendo mucho tiempo, quien te crees que comentó ya en el primer artículo de galizalivre en el que hablaba de tu final?
-Que se yo de ningún mensaje o comentario de hace veinte años.
-Pues ya lo mirarás, sabía que eras débil y por eso llevo protegiéndote algún tiempo maldito, pero tengo mucho que trollear hoy y no puedo dedicarte más tiempo.
-Sombrax, tú sabes como salir de aquí verdad?
-Puede ser, pero hoy no puedo, sal sin que te vean y ya nos encontraremos. Trabaja, lucha, líate con alguna o lo que sea que haces en tu tiempo libre, ya nos veremos, siempre acabamos coincidiendo de un modo u otro.

No podía creerlo, protegido por aquel ser tan extraño, que ni su rostro dejaba ver con claridad. Seguro que él sabía como sacarme de aquí, pues si alguien podía saberlo era él sin lugar a dudas, o al menos alguna de sus reencarnaciones.

Bajé a la calle todavía un poco aturdido, lo de la noche anterior había sido demasiado. La verdad es que no sabía donde estaba, vi a mucha gente por las calles, algunos nombres que escuchaba me sonaban como Dante Smith, Newito,, Gen, Francky Manchester, Mr Javierr, Saik, Lleiko2, Pedreitor, Vegah, xavierrr Carl friedich Gauss o Pablinho, que sabía yo, simplemente me sonaban, no era que los conociera, lo mismo que me sonaban varios cientos de nombres más. La gente pasaba, no sabía quien era, algunos me saludaban por educación y otros ni eso, solamente mostraban indiferencia, pero era normal, lo mismo que hubiera hecho yo en su situación con un desconocido.
Tampoco sabía a dónde ir. Me encontré de frente con un avatar que me trajo algunos recuerdos, no podía ser otro que Synyestro, por un instante recordé aquellas maravillas que los admins siempre terminaban por estropear con normas absurdas, pero de aquello había llovido ya demasiado. Se sorprendió de que lo mirase tan fijamente y antes de que me dijera nada lo saludé. Le conté un poco de mi historia y aunque no se acordaba mucho de mi, me invitó a tomar algo en un bar del NEL. Charlamos un rato sobre el paso del tiempo y por un instante olvidé todos aquellos extraños pensamientos.

Cuando mi reencontrado conocido se tuvo que ir, me quedé solo, no había bebido alcohol y estaba todavía asimilando lo sucedido. Debía tomar una decisión sobre mi futuro y seguramente hacerlo lo antes posible me ayudaría. Pero no era tan fácil.

Salí a la calle y de una sede del Partido eComunista salió Vasilli Saizer, se acercó y me preguntó por Laura, supongo que en el fondo se lamentó de preguntar, pero no lo culpé por hacerlo. Me preguntó si tenía donde pasar la noche, pero no hizo falta responder, así que me invitó a pasar la noche en uno de los cuartos del centro galego. Realmente me invitaba a su casa, pero me parecía un abuso y rechacé la oferta así que se buscó otro lugar que ofrecerme.

De camino pasamos por una calle que ya había bastantes veces, la del cine Gorki, el edificio coolpiquero, Bibioteka y demás. Delante de unas coolpics que cambiaban cada pocos segundos vi a un tipo que supuse sería Borra, con su humor reshulón y siempre una sonrisa en los labios, pero ni me acerqué, no por nada especial, cada vez tenía como más miedo a implicarme más y al mismo tiempo sabía que sin la ayuda de ellos tampoco podría salir der allí.

El cuarto que me ofrecieron era modesto, pero suficiente, los gallegos se empeñaron que bebiera con ellos un trago, pero esta vez preferí un poco de Estrella con limón, para no entrar de nuevo en la dinámica del alcohol, esta vez si quería ser consciente de lo que ocurría a mi alrededor.

Me fui para cama pensativo, porque basura no se podía vivir dos vidas a la vez? Antes uno no debía decidir, pasaba más tiempo en una o en otra, era su decisión, pero tenía las dos. El futuro acababa con todo, siempre era o todo o nada, o lo tomas o lo dejas, pero el mundo no era yo solo y tampoco era mi decisión, se podría cambiar, pero mientras no se hacía, aquello era lo que había. El que estaba en la encrucijada era yo, o mi avatar, o quien fuera que realmente fuésemos.

Parte 14 Decir adiós

Me levanté temprano y salí sin que me viera nadie, necesitaba estar solo. Pasé el día por la calle paseando. Me recorrí zonas de cada región, especialmente la galega, la zona de empresas, la bolsa, la academia, el simulador de lucha, el barrio de las chicas, algunas calles donde nunca había estado como la de los partidos, la de los sindicatos, los museos de la beta, de la prensa, de la v2, de la v6... aquello parecía real, lo sentías real. De hecho los otros jugadores, al menos la mayoría pensaban que aquella era la realidad pues así lo habrían solicitado y morirían cuando fuese, conectados a aquel juego. Habían entrado para huir, esconderse o lo que fuera de sus vidas reales, pero cual era mejor? Algunos allí tenían su sitio, eran grandes personajes, empresarios, mujeres y hombres increíbles por los que no pasaba el tiempo. Te podías liar con la diosa Sasha, o con cualquier actriz increíble, ganar dinero y perderlo, luchar, beber, jugar, las posibilidades eran infinitas... En la vida real que eran? La mayoría eran desechables, por eso estaban allí, porque alguien había dicho que su aportación a la Vida real no era decisiva, aunque en el fondo la única necesidad era la de sacar a gente del medio, era más barato tenerlos con un suero allí en un edificio dentro de un juego, que pagarles colegios, pensiones, paro, derechos, guarderías si tenían hijos... Porque no solo estaban ellos sino los que dejaban de venir, por eso ahora la realidad exterior era mejor, porque éramos menos, ahora podía verlo con claridad, Pero a mi me faltaba algo, aunque no fuera capaz de explicar que era lo que me faltaba, quizás el paisaje, mi familia, los amigos, la mezcla de miserias y felicidad que es la vida.

Aunque me hubiera gustado despedirme de todos, supuse que mejor no hacerlo. Pues definitivamente tenía que salir de allí. Busqué en la pda la opción salir, pero no existía. Escribí a los admins para comentar mi decisión y al instante noté como que mis ganas de salir decrecían muchísimo, pero seguro que no contaban con los inhibidores nanotecnológicos que me habían implantado, estos hicieron su función y pronto me sentí de nuevo normal. Aquella era una mala opción, lo que se rumoreaba fuera de allí de que hacían lo posible para que te quedaras, era cierto. Así que le envié un mensaje a sombrax, si alguien sabía entrar y salir tenía que ser el. En su respuesta me envió a una dirección, fui allí lo más rápido que pude.

Era la embajada italiana, me pareció que me había equivocado de lugar pero él me lo confirmó por mensaje. Debía preguntar por Sato2.1. Aquello ya me tuvo más lógica, una reencarnación de un genio de la informática, estaba claro que el hombre que creaba autómatas como un JF Sebastian, podría ayudarme. Entré en el edificio. Pregunté por quien había ido a buscar y me indicaron una oficina en el tercer piso. Llamé a la puerta, se abrió sola y al fondo del cuarto un hombre tecleaba detrás de una pantalla. Yo sabía italiano perfectamente, pero el también español, no sabía bien en que hablarle, pero ya lo hizo él antes.

-Hola, tu eres?
-Alguien que quiere salir de aquí.
-Creo que no soy el hombre que buscas, lo siento.

Aquello fue como un jarro de agua fría, al final habría ido allí para nada?

-Me envía sombrax.

El hombre de detrás de la pantalla cambió su semblante. Y también la forma de hablarme.

-Ese maldito, y a qué país te quieres ir, mira que cada vez es más complicado falsificar nacionalidades.
-No, yo quiero salir del juego a la vida real.
-Pero... estas seguro?
-Si, creo que sí.
-Pero eso te saldrá muy caro, no creo que tengas suficiente para pagarme. Tienes pda?
-Si- dije ofreciéndole el regalo de mis compatriotas que tan útil me había sido.
-Mmm, gold te queda poco, aún reclamando parte de esa empresa que has reclamado... bueno en unos pocos días quizás el 50% sea tuyo...
-Si otro jugador fallece, que pasa con su parte?
-Pues o lo dona o le queda a los socios. Por?
-La otra socia tiene intención de dejarse morir, con lo que la empresa quedará sin dueños.
-Aún así... pero bueno, venga haz la donación a esta cuenta y veré lo que puedo hacer.

La espera se hacía interminable, tampoco sabía en qué consistía el movimiento de recuperación de la identidad. Si nadie sabía que volvía quien me quitaría las sondas, los sensores cerebrales... era un mar de dudas, pero ya no me quería volver atrás.

Al poco apareció de nuevo Sato2.1.
-Creo que podremos hacerlo. Si tuvieras inhibidores sería más fácil pero crearemos un bug...
-Pero si me los han instalado.
-Ah, bene, poi lo haremos mejor todavía, como te decía se crea un bug de mantenimiento y la máquina determina si estás bien o mal, en ese intermedio hay unos segundos en los que tendrás que escapar. Te retiran las sondas y demás, pero te dan un fuerte sedante para que no te enteres y normalmente buscan las horas de sueño, pero nosotros lo haremos en cuanto digas, ese es tu instante, eso si, de ti depende si sales o no pronto de allí.

Aquello era maravilloso, no quería tardar ni un instante más. Escribí un mensaje de despedida que envié a todos los que me habían agregado a la vez, lamentando no haber podido estar más tiempo con muchos otros, charlas pendientes, copas pendientes... pero era hora de regresar. Mi historia en aquel mundo llegaba a su final.
Parte 15 Un final

Estaba confuso, una puerta se abrió sobre mi y todo estaba oscuro. Me sentí como saliendo de un túmulo prehistórico, desorientado pero consciente. Por un segundo me paré a recordar lo que me había sucedido y no pude más que sobreponerme como pude a la emoción, era un sensación tan compleja, tan imposible de asimilar... Recordé el mensaje que les había enviado a todos, aquellas palabras inspiradas que estaba seguro de no poder nunca más volver a escribir.

Salí caminando por aquellos largos pasillos que no recordaba, en cada uno de aquellos cubículos se acumulaba toda la gente del juego, la de otros países también, pero no era el momento de pensar en ellos, necesitaba salir de allí y respirar, volver a casa a ver a los míos.

Entonces entré en la zona de salas donde la gente se desvestía para entrar en el juego, aquello ya me sonaba más, me hubiera gustado recuperar mis pertenencias pero aparte de que eran mínimas, tampoco sabía como hacerlo. Como pude robé algo de ropa para tapar mi casi desnudez y pronto estuve en la entrada principal, la de los avatares por las paredes en la que la gente entraba ilusionada para tener una nueva vida, dentro de un juego que te anunciaba un mundo totalmente diferente y que realmente lo era. Sentí la necesidad de gritarles, pensadlo bien, ahí dentro hay gente magnífica, pero luego es imposible volver, pero no lo hice. Preferí salir por fin a la claridad del sol que me hizo daño en los ojos, aunque lo sentí como una verdadera bendición, de Dios, Varnish, Sasha, el pollo sin cabeza o quien fuera que lo pusiera ahí.

Desde un centro de comunicación mi mujer escuchó ilusionada mi voz, sin poder apagar los sollozos, que no era capaz de disimular por más que lo intentaba, era como si estuviera otra vez vivo, como un nacimiento siendo ya un cincuentón.

El viaje de vuelta fue especial, disfrutando de cada detalle como un niño, como si viera las cosas por primera vez, con ojos distintos. Cada aroma, el tacto del metal, de las plantas, los colores, los sonidos, todo estaba intensificado. Más todavía al llegar a Arousa, el sol reflejado en las rías, con las modernas bateas metálicas y los viejos barcos de vela, con los aerogeneradores al fondo y un olor a sal que lo inundaba todo. De vez en cuando cerraba los ojos y volvía a abrirlos como si así cada vez pudiese hacer una instantánea distinta de lo que me rodeaba. Mi recuerdo no olvidó a todos aquellos seres de otro mundo, con los que había estado por un tiempo, y habían sido tan presentes y reales como aquel paisaje ante mis ojos.

El encuentro con mi mujer e hija fue tan intenso que era como si hubiera vuelto de una guerra de la que no esperaban que volviese con vida, nos fuimos a casa pronto y nos contamos cosas hasta que se hizo de noche. Pensé profundamente en Enzo, en su pequeña y en lo que debía decirles sobre todo lo ocurrido. Sinceramente todavía no lo tenía demasiado claro, pero me tomaría algún tiempo para tomar la decisión definitiva. La historia de Laura me había conmovido, pero la situación en que ellos se quedaban no lo hacía menos.

Antes de acostarme, me senté en un taburete del baño, saqué por fin aquellas ropas que me olían a extraño, y después retiré los últimos restos de aquel mundo que me quedaban en el cuerpo y que no eran otros que aquel mono casi transparente que había llevado todo el tiempo. Me lo retiré despacio, estaba pegado a mi piel, pero no me dolía al separarlo, entonces algo se cayó al retirarlo y pensé que algún trozo de sonda o algo parecido, pero no, mis manos emocionadas recogieron del suelo la famosa pda, aquel regalo que tanta ilusión me había hecho y tan útil me había sido, no sabía ni como ni por qué, pero estaba allí, era real. Pensé en encenderla, en ver que había pasado en aquel poco tiempo que había faltado del mundo virtual, si alguien habría contestado a mi mensaje, si había algún artículo interesante, si había batalla o que quedaba en mi almacén, pero decidí dejarlo para un poco más tarde, la vida real tenía prioridad esta vez, si es que al final, realmente estaba en ella...

Fin
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Sí señores y señoras, hay guerra, todos contentos, todos a luchar, es lo único que gusta. Pues debe ser y qué?

No seré yo quien diga que las guerras no dan vidilla a este juego, sí es cierto, pero desgraciadamente se está convirtiendo hacia lo que este juego deriva, solo y casi únicamente la guerra. Los dos clicks serán suficientes y a quien baneen por unos u otros motivos (algunos mucho más oscuros que otros) dará igual, pues la lucha lo será todo y como se lucha casi al comienzo, mejor que mejor, pues eso es lo importante.

Pero bueno eso era solamente una pequeña reflexión. La intención de mi artículo no era otra que honrar a los que ya no están o los que están a medias. A aquellos que dan vida a este juego aunque los admins o los que mandan no se lo reconozcan, aquellos que trollearon, aquellos que se pusieron objetivos que los sobrepasaron, aquellos que hicieron trampas, aquellos que hacen justo lo contrario que los demás, aquellos a los que los que controlan les tienen manía y los machacan. Ellos, junto con otros evidentemente, son parte de esta ehistoria, son los que hacen que esto no sea un muermo que te cagas. Pues al final, con tanta norma y con tanto rollo cada vez esto se hará y se hace más aburrido. Ten cuidado que es spam, ten cuidado que si se enteran los admins..., ten ciudado que aunque no tengan multis te banean igual, ten cuidado no te pases...

Sombrax que estais en los cielos o vivos, demás compañeros de distintas calañas y otros desgraciados varios, tertulia-s y demás, no os aburrais de este juego o nos iremos todos al carallo, sin vosotros esto no tendría gracia, no tendría sentido, ya no sería lo mismo. Aunque no os lo reconozcan sois el alma de este juego, al menos una parte de ella y por lo menos uno os lo reconoce.








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