Mi engendro y Dios II

Day 1,789, 07:24 Published in Argentina Argentina by Sofia III

2 años y medio mas tarde.

Lamentablemente fallece mi suegro, comentario al margen de esta historia ése exacto dia yo ya no tenia nada que hacer en esa familia, tremenda pérdida, de lo unico que no me arrepiento es de que ése hombre sea, porque sigue siendolo, el abuelo de mis hijos. Nacho tiene 4 años, Agus 3 y hay que explicarles que no van a ver más al abuelo Hugo, mi suegra me pide en pleno proceso de organizacion de su funeral si puede decirle a mis hijos que se fue al cielo, ¿Como negarme si no encontraba las palabras para un anuncio de semejante naturaleza?.

Nacho siempre siempre tuvo una particularidad a la que yo intentaba ponerle humor, a mi estilo claro, uno de esos humores que no causan gracia a niveles populares. Lo llamaba desde que empezó a hablar, a los 8 meses, el asustaba mas que yo pero nadie culpaba a un bebecito claro, "El niño sin onda". Sabia ser muy silencioso, observador, calculador, tenía obseciones que iban cambiando a medida que lo memorizaba todo con un sistema de asociación impecable, no se reía de sus errores como la mayoria de los chicos muy pequeños, por el contrario podía llegar a meterse debajo de su cama un rato si alguien lo había visto equivocarse y no dejaba de procurar corregirlos implacablemente.

A mi me preocupaba enormemente su actitud, a su familia paterna salvo su abuelo ya desaparecido para este momento le fascinaba. Hay un costado muy conveniente para terceros en este tipo de personalidades, el tacto extremo para manejarse con sutileza en situaciones complejas, sobre todo las dolorosas. No dijo una sola palabra cuando se le explicó el asunto, solo comenzó de inmediato a comportarse maravillosamente para no traer un solo problema a los adultos.

A todo esto la peor reacción fue la de Agus, era la princesa consentida de su abuelo y se empecinó en negar su muerte de formas tremendas durante 3 meses ininterrumpidos en los que cualquiera sea se cruzara en su camino le pregunte o no ella saludaba diciendo:

- Hola, mi abuelo Hugo esta enfermo en el hospital y cuando se cure lo vamos a ir a buscar.

Y aunque Nacho adoraba y adora molestar a su hermana, no le hizo un solo comentario, se limitaba a mirarla y mirarme a mi con cara de atencion extrema cada vez que se repetia la escena, entendió que le tocaba a él afrontarlo con prudencia.

Al otro día, estamos en casa de sus abuelos y él se limita a jugar en silencio con un autito en la mesa del living, su abuela y su papá estan preparando toda la documentacion para llevar a la casa velatoria y cerrar el trámite pertinente, una vez lista salen del departamento a llevarla, quedamos Nacho, Agus una hermana de mi suegra y yo. Ignacio se levanta de la mesa ni bien cruzan la puerta y se acerca a poner su oido sobre ella, cuando al fin escucha el ascensor cerrarse corre a la habitación de su abuelo, demora unos minutos y al volver a la mesa a jugar con su auto dice muy serenamente y sin mirarnos a ninguno de los presentes:

- Sí. No está. Se fué.

Yo nunca hice un solo comentario al respecto, no consideraba que fuera menester mío a menos que él mismo me preguntara algo y no me cuestionó nada, en todo momento y muy brevemente se dirigió sobre la materia a su abuela y su papá, la unica pregunta que me hizo a mi fué lapidaria, dos dias mas tarde entro en mi habitación y yo estaba fumando, nadie jamás le hablo de causales de muerte ni nada por el estilo, solo le dijeron el abuelo se fue al cielo, me miró con sorna y sentenció:

- ¿Fumás?, El abuelo fumó, fumó, fumó y se murió.

Esperó más de un mes para cuestionar algo que evidentemente tenía dando vueltas en su cabecita desde el primer minuto y lo hizo directamente con la persona que usó la palabra cielo, su abuela. Una tarde en su casa y sin preámbulos que dieran indicios del tenor de la cuestión, sonó ese tonito característico que antecedía a una pregunta incomoda:

- Eeeeeeeveeeeeee (Léase con el tonito descripto en el Capítulo I)
- ¿Si?
- ¿Cómo subieron el cuerpo al cielo?

Obviamente me miraron mal a mi, estuve un mes tratando de dejar de fumar, no por decisión propia sino porque me miraba mal cada vez que encendía un cigarrillo y nadie le respondió esa pregunta en ese momento, pero si algo tiene mi engendro es una memoria prodigiosa y una curiosidad que puede esperar años para seguir resolviendo un misterio, asi que continuará por supuesto, estan leyendo una historia que no tiene final, pero si gustan seguir haciéndolo...


Comentarios anexos: Pasados los 3 meses en que no obligamos a Agustina con 3 años a tomar consciencia de lo ocurrido de ninguna manera, una mañana entró en nuestra habitación y le dijo al padre:

- Ya está, ya sé que el abuelo Hugo no va a venir más. Se murió.

Y se fué a jugar.

Recién lloró unos meses más tarde aún, una noche en que ya estaba yo separada de su padre asi que estabamos los 3 solos en casa y fué Nacho quien me vino a avisar. Entónces si hablamos de cuanto lo extrañaba y solo pude decirle que cada vez que lo hiciera se durmiera pensando en él y podía verlo en sus sueños y hacer todo lo que se les antojara a ambos. Esa misma fecha lo probó y a la mañana siguiente se despertó contenta porque habia ido a la plaza con Hugo por horas.