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Como es ya por todos sabido, hoy la sociedad ha sufrido uno de los mayores ataques TERRORISTAS de la historia; hoy hemos perdido el Banco de España.

Pocas dudas puede haber sobre la nula justificación que alegan los reportadores para intentar guardar las apariencias; al fin y al cabo, son lo que son, pura escoria que a duras penas puede soportar el hedor propio. Una infantil rabieta en la que unos niños con serias deficiencias psicoafectivas han tirado contra el suelo su propia game boy y acusan a la injusticia del juego para no hacerse responsable de sus actos.


Sobran las palabras para definir un acto tan absurdo y lesivo, cualquier adulto puede sacar por sí mismo sus propias conclusiones.

Ahora la pelota queda en el patio de los adultos; en el de los ciudadanos y el PUEBLO que está en su obligación de aplicar el correspondiente correctivo para enderezar su actitud e intentar que no vuelvan a atentar no solo contra la sociedad, sino contra ellos mismos.


Es por ello, que DEMANDO al gobierno legítimo que se inicien las oportunas consultas al pueblo para decidir sobre el futuro de nuestros niños. Ya en el pasado se les ha tendido PUENTES y se les ha ofrecido AMOR y PERDON; y este es el resultado.

Como ciudadano individual propongo estas alternativas, a las cuales cualquier igual puede aportar si considera que existe alguna mejor:

A) Cortar por lo sano, EXTIRPAR el tumor de raíz y vetar a los TERRORISTAS de cualquier evento de la sociedad, además de declarar la guerra a Australia.

B )PERDONAR a los terroristas y probar con darles el amor que no recibieron en sus casas, con la esperanza de que recapaciten y sean en el futuro ciudadanos de todo derecho de España; además de declarar la guerra a Australia.

C) Actuar con ORGULLO y dejar TODAS Y CADA UNA de las ORGs expuestas a sus reportes, para que en un futuro no puedan volver a amenazar la moral patriota. Además de declarar la guerra a Australia.

D) Condenar internacionalmente a Australia y declararla la guerra.


Siempre al servicio del pueblo se despide el camarada Parbell.