Las lecciones que nos dejó Navarra.

Day 2,653, 05:21 Published in Spain Spain by Barriga Verde

A fuerza de plantar batalla, el ejército más poderoso acaba mostrando sus debilidades. Y Serbia el victorioso imperio de nuestros días, multiplica sus batallas y las convierte en victorias que a la larga fraguan su derrota. La Revuelta en Navarra del día 2651 que comenzó a las 19:30 hora de España, en un horario en el que solo las dos primeras rondas se situaban propicias para eEspaña, con Chile como único aliado dispuesto a ayudar, y una Serbia como líder de Asteria que puso como campaña prioritaria la revuelta en Navarra.

Estas circunstancias unidas a que no había ninguna otra campaña que tuviera interés para Serbia, y por tanto que sirviera de distracción de parte del daño de las fuerzas movilizadas en Navarra, provocó la concentración de daño en las primeras rondas de la campaña, convirtiendo en épicas las batallas en todas las divisiones. El emundo miraba a Navarra donde confluían dos variables fundamentales de la eguerra moderna; la doble puntuación en prestigio de las batallas épicas, y altas COS por Serbia principalmente a partir de T60.



El Gobierno por su parte seleccionó bien la región donde iniciar revuelta, con una determinación de 1.16, hacía que nuestros tanques sumaran por cada golpe y en relación con la fuerza de cada jugador un 16% más de la influencia del enemigo, además no se trataba de una provincia estratégica para Serbia, así que la decisión de hacer prioritaria la campaña solo podía deberse a intereses de presión política. Navarra se convertía así en una muestra de la derrota de una diplomacia Serbia, que había logrado doblegar a Italia, Francia y que estaba a punto de hacerlo con Brasil, con acuerdos de paz inasumibles para cualquier país que no se conformara con ser satélite.



Bajo estas circunstancias y contra todo pronóstico eEspaña ganaba la primera ronda en las tres primeras divisiones, mientras D4 se perdía sin remedio ante la aplastante superioridad Serbia; a las 12 horas y 10 min del día 2651 de erepublik Serbia se había topado con una realidad no esperada, una país motivado, con mucha menor potencia bélica, y arruinado económicamente, ganaba terreno en divisiones bajas hasta el punto de que podría decantar la contienda. En segunda ronda intentaron solucionar el problema y con altas COS en D2 y D3, unido a que nuestros jugadores de D2 habían hecho un gran esfuerzo en la batalla anterior teniendo ahora menos daño, lograron ganar en estas divisiones. En la división uno la superioridad española era incontestable, mientras que aún con la orden del gobierno de eEspaña de que no se hiciera épica la batalla en la división cuatro, volvía a ocurrir esta vez con los propios serbios pegando por eEspaña.



Faltó en este punto, y es una de las lecciones a aprender, buscar una forma efectiva de desviar parte del daño de la división 4 de Serbia con objeto de no hacer épica la batalla, la orden de no luchar en esa división por parte del Gobierno de eEspaña no era suficiente, ya que al enemigo le sobraba daño para hacer épicas ronda tras ronda en división 4 imposibilitando la victoria de eEspaña. Sin embargo en divisiones bajas Serbia no solo podía ser vencida, sino que demostraba una debilidad hasta entonces nunca tan patente.


Una tercera ronda crucial tenía lugar pasadas las 00:00 del 22, divisiones 2 y 3 por eEspaña recuperadas, unidas a los jugadores que se sumaban por parte de Chile y de forma minoritaria de otros países aliados lograron alzarse con la victoria, sin embargo una nueva batalla épica en D4 echaba por tierra el enorme trabajo realizado. La última ronda en la que se intentó por todos los medios darle la vuelta a la campaña terminaba pasadas las tres de la madrugada, parecía incluso que esta vez la división 4 no tendría batalla épica, pero faltando dos minutos para el cierre y debido a un importante aporte de daño de fuego amigo, la batalla se volvió a convertir en épica, dejando imposible cualquier tipo de remontada.




Fueron casi siete horas donde eEspaña demostró una cara atípica en los últimos tiempos, en las que tuteamos a Serbia en el campo de batalla y logramos que algunas de sus debilidades afloraran, el resto de la batalla ya fue insustancial, pero al despertar el siguiente día, aún a pesar de que la derrota en números era evidente, eEspaña lo hizo como ganadora. Había ganado en respeto y confianza, había logrado que una gran mayoría de sus jugadores pelearan por sentimiento de afinidad a la comunidad y no por COS. En Navarra eEspaña se portó como una gran nación, y después de millones de letras escritas para flagelarnos, reconocerlo es de justicia.