Una Vicita

Day 2,431, 20:25 Published in Chile Chile by Fenixs

Una profunda sed me ataco a la mitad de la noche, tan fuerte que sentía como mi garganta se convertía en astillas desgarradas arrancándome la piel con cada intento fallido de tragar saliva. Me vi obligado a levantarme de la comodidad de mi cama en busca de agua para saciar mi sed.

Mis ojos podían distinguir todo claramente a pesar de la profunda oscuridad que me rodeaba, me dirigí hacia la heladera, me serví un vaso de agua y lo tome con las mas grande de mis alegrías, mientras disfrutaba ese pequeño placer de la vida, percibí un aroma familiar pero extraño a la vez, un olor a tabaco suavizado con perfume, voltee para poder ver de donde provenía aquella mezcla, cuando lo vi sentado a mis espaldas, un hombre casi entrado en años, con una campera de cuero negra, fumando un cigarrillo y con un vaso en la otra mano. Quede impactado por aquella escena y me arme de valor para acercarme a esta figura.

Me senté a su lado y pude ver en su mano un vaso con whisky del más fino, tenía puestas unas gafas negras muy finas pero que le cubrían la mitad de la cara haciendo que los rasgos de su cara fueran camuflados entre el humo de su cigarro.
El giró su rostro en mi dirección y se quitó las gafas, sus ojos eran de un marrón casi negro y las cejas semi pardas rebelaba su edad bastante elevada y esculpida con dureza en sus gastadas mejillas, sus labios resecos sostenían un cigarro armado que se quemaba lentamente ocultado su cara entre el humo. Se saco su cigarro de la boca, tomo un largo trago de su vaso y me invito a tomar asiento en la propia mesa de la cocina de mi casa.

Saco un vaso negro del bolsillo del lado de adentro de su chaleco de cuero, dentro habían 2 dados, blancos como el marfil con los puntos marcados de un oscuro azul, los dejo a un lado para servirme un trago del viejo elixir de los dioses, alargo su mano para alcanzarme el vaso y pude notar el porqué no usaba hielo, sus frías manos le daban la temperatura justa, sin pensarlo 2 veces tome un largo trago para ver si me terminaba de despertar e intentar entender lo que estaba pasando, un extraño bebiendo y fumando en mi casa y yo durmiendo en mi cuarto sin haberme enterado de nada.
Sin mucho protocolo me presente de manera humilde, pero tenía la sensación de que el ya me conocía desde hace ya muchos años, como es de esperarse le pregunte quien era, con voz cruda me respondió –“Quien o que soy yo no es importante, lo que interesa es porque he venido”- volviendo nuevamente a tomar de su trago, lo acento de prisa en la mesa y tomo sus dados, los movía en círculos en su mano sin decir ni una palabra,-“Tus plegarias han sido escuchadas y yo vengo a responderlas”- seguía sin entender mucho, pero cada vez me aterraba más de la situación.

Tiró los dados sobre la mesa, pude ver como se transformaban en 2 cubos de hielo, tome el vaso para darle un trago y verificar que algo de lo que estaba pasando era real, cerré los ojos unos segundos, sentía como me cortaba la garganta mientras se deslizaba lentamente, una corriente de aire frió que quemaba la cara, cuando abrí los ojos contemple horrorizado el paisaje que ante mi se levantaba, ya no me encontraba en la mesa de mi casa, sino que estaba en un desolado páramo aparentemente olvidado de la mano de dios, oscuras montañas se alzaban a la distancia y el viento helado quemaba hasta los huesos, a lo lejos, llevados por le viento, se podían escuchas gritos de hombre que aparente mente luchaban entre si y sus alaridos de dolor, el olor a sangre y fuego también los arrastraba la brisa como si fuera su perfume de todos los días .

-¿Qué es este lugar?- Le pregunte mientras lo miraba a los ojos.
-Es lo que hay tu corazón- Me contestó sin muchos preámbulos.
La locura se apodero de mi razón, no podía creer lo que estaba pasando, ¿Seguía soñando? ¿O me estaba volviendo? No parecía un alucinación el poder de la mente es muy grande pero eso no parecía una ilusión.

-“Sé lo que piensas”- Me dijo con voz de hierro –“No estás loco, estoy aquí por qué tu me has llamado, ahora que sabes lo que hay tu corazón ¿para que vas a negar la verdad? Sabes muy bien quién soy y que es lo que estoy haciendo aquí, la miseria que adorna tu corazón es la razón de tus pesadillas toma mi mano y te llevare donde no puedas escuchar mas a tus tormentos y tener que rendirles culto por no ser quien deberías ser”.-

-¿”Qué razones tiene para seguir existiendo en lo que tú llamas vida, si no sabes siquiera lo que es ser querido por otra alma? El sol ha salido en estas tierras solo unas pocas veces y solo te quedaste viéndolo directamente sin hacer nada para que se quedara y te alumbrara, sino que fuiste quedándote ciego por verlo directamente y llorabas a mares cuando volvías a ver la noche arrimarse por el horizonte, te llevare a una tierra en la que no hay vuelta atrás de las cosas que hagas, pero déjame decirte que también serás odiado e ignorado en esa tierra, porque los muertos odian a aquellos que estando vivos desean estar muertos porque al menos tiene un destino por delante, en cambio los otros solo viven un presente interminable sin un mañana y olvidándose del ayer para caer lentamente en la locura y perderse por siempre en el vacío.”-

Sentía como las lágrimas se agrupaban en mis ojos y ejercían presión para salir a mares pero el miedo me detenía una vez y mis palabras se cortaban al contemplar semejante situación, beber con la muerte es algo a lo que estaba acostumbrado, pero hablar con ella es algo muy distinto.
-“Querido señor, mi compañero y mi único amigo, sé a lo que se refiere con sus palabras y estoy aterrado como siempre, no sé si la imagen de mi corazón es más terrible que la del infierno pero en todo caso ambas son lugares terribles para vivir, confiar en la paz del descanso eterno es acogedor pero no creo encajar en semejante lugar tan lúgubre, no es más diferente que en lo que vivo, pero yo no lo quiero así, cada día pido a gritos que se me dé un descanso de semejante tormento, ver crecer una linda y perfumada flor entre tanto caos, pero en cambio las que crecen en este lugar son rosas blancas que ya nacen marchitas y se llenan de lodo con el pasar de los días, el frió viento las acaricia y la poderosa lluvia las tira al piso cada día para llenarlas de barro, como un hombre puede vivir de esta manera?”-

Veía como se le escapaban las carcajadas mientras yo contenía las lágrimas, como hasta mi propia muerte me era cruel y se burlaba de mí hasta el último segundo.
-“¿Acaso crees que podrás tener todo lo que quieres como un niño mimado?
Solo hay una forma de ganarse las cosas en este mundo y esa es luchando por ellas, las batallas que pierdas por más sangrientas que sean jamás deben de manchar tus botas y cuando el filo de tu espada se gaste lo renovaras raspando los cuernos de los demonios que mataste en tu camino, esos que te impiden llegar, las buenas cosas que hacen con el corazón, estoy aquí solo para advertirte que aun estas a tiempo de salvar estas desoladas tierras antes de que sea demasiado tarde, pero puedes tomar mi mano y te llevare por el camino corto y fácil”
Quedamos en silencio escuchando el sonido del paisaje, los gritos a lo lejos y susurros de condenados, bebiendo hasta que el control del cuerpo, la mente y el corazón se confunden, ambas ideas combatían por tener la razón y no sabía a quién apoyar ya que era imparcial el todo el asunto dejé que mis labios simplemente digieran lo que querían sin importarme mucho las consecuencias, lo miré a sus demenciales ojos y le dije,-“Si quiere llevarme está bien por mí, pero antes deberás mucho tiempo, tengo muchos amaneceres por ver o al menos por intentar ”.
Solo recuerdo golpear la cabeza contra la mesa y desmayarme dios sabe cuánto tiempo. Desperté en mi cama con una sed horripilante, me levante y fui a la cocina por un poco de agua, pensaba en lo que había pasado, no era más que un sueño bastante extraño, mientras calmaba mi sed llego a mí un extraño olor, asustado encendí las luces y pude contemplar con horror 2 vasos, uno a medio llenar con whisky aún frió y un cigarro armado mal apagado, sobre la mesas 2 dados, helados como un beso de la muerte y con sus caras sin números.