Tristemente, hoy es historia

Day 3,059, 09:44 Published in Spain Spain by Stalinsito


Notas preliminares:
Este es un artículo de opinión personal. Es triste, también, que sea necesario anunciarlo. Eso significa que hablo por mí, y por nadie más; y también que este será un texto subjetivo con el que otros podrán estar de acuerdo total o parcialmente, o no estarlo en absoluto.
Ello implica, también, que las consideraciones éticas que pueda incluir este artículo son personales, y que en ningún caso digo a ninguna persona o grupo lo que debe o no hacer. Lo critico, u opino qué sería lo mejor. Y espero que "mejor", como "bien", se interpreten en su sentido moral y, como tal, relativo. Vaya por delante que, para mí, toda acción dentro del juego que no lo perjudique directamente es, claramente, legítima.



Hoy es un día triste.

El Partido Comunista de eEspaña ha dejado de ser el primer partido de la eIzquierda. No es la primera vez que un partido de eIzquierda es adelantado por otro. Tristemente, sí lo es para el que ha sido el mayor, y mayor fracaso, de la eIzquierda eEspañola.

No pretendo aburrir haciendo una extensa semblanza de los grandes partidos de la eIzquierda que precedieron al PCeE. No obstante, sí quisiera recordar lo siguiente:
Izquierda Democrática Española, Ciudadanos y Democracia, Bloque Obrero Internacionalista, Frente Anarkóliko, Esquerra Independentista e Izquierda Federal fueron grandes partidos de eIzquierda no sólo por las cantidades de militantes que alcanzaron, sino por su convencimiento ideológico y su valor para mantenerlo cuando fueron grandes. Todos estos partidos defendieron durante sus respectivos periodos dorados sus ideas, muchas compartidas. El PCeE también recogió el testigo de la defensa de estas ideas.

Pero el PCeE se rindió, y lo hizo muy pronto. Se rindió ante el statu quo y pasó de defender lo que muchos antes y después de él defendieron a la neutralidad, o directamente a la beligerancia contra ello. Podemos citar, como ejemplos, el antiimperialismo o el internacionalismo (en el sentido más cercano a Esquerra Independentista), pero también la radicalidad democrática, la economía alternativa y popular, la algarada (tan bien utilizada por el Frente Anarkóliko).


El partido eEspañol de eIzquierdas que más alto ha llegado en la historia de eEspaña también ha sido el mayor traidor a sus ideas. En su caída, arrastró la ideología que habría de haber defendido: muchos se han ido en este juego, pero todavía más camaradas de la eIzquierda, comparativamente. Sólo así se entiende que el partido que un día pudo haber hecho un gobierno de eIzquierdas él solo, que pudo haber cambiado el rostro de este país, se hundió dejando paso a una extremaderecha con careta patriótica, que antes fue La eFalange.


Por todos estos motivos el PCeE ha sufrido, en los últimos años de su historia tres importantes intervenciones. La primera, la de Albus Dumbledore, en 2013. La segunda, la de EduZ, en 2014. La última, la mía, el año pasado. Todas estas intervenciones en el PCeE por parte de diferentes izquierdistas tuvieron un mismo fin: devolver al PCeE a la senda ideológica que había abandonado. Ninguna de ellas sirvió de nada: como mucho, tres meses duraron las mejoras que habían suscitado.

Hace apenas seis meses que abandoné el PCeE, dejando un partido con ansias de renovarse, con los militantes tomando las riendas. Hoy, el poder ha vuelto a una cúpula que hace y deshace a su antojo desde un foro, instrumentalizando a camaradas y simpatizantes, para apoyar un statu quo todavía peor que el anterior.


No podemos esperar eternamente a que el PCeE se redima, que abandone el mármol y vuelva a la trinchera. Los militantes eIzquierdistas no se merecen más tiempo perdido, más discusiones fútiles y, todavía menos, se merecen un partido que, mientras supuestamente defiende sus intereses, los instrumentaliza a cambio de sillones en Gobiernos y Congreso.


El Bloque Rojo no puede esperar a que el PCeE tome su mano en su andadura. Deberá discurrir sin su compañía. Y, si llegase, agradecerla, sin esperar demasiado de un proyecto tantas veces intrumentalizado, tantas veces maltratado. Un proyecto que bien merece un descanso y ser recordado por lo que en algún momento fue y la potencia de lo que pudo haber sido. Que se recuerde, con tristeza, pero también con espíritu didáctico, la ocasión perdida del PCeE. No podemos permitirnos repetirla.


Vuelve a ser la hora de la eIzquierda.