Los Trece Choroyes y un vejamen.

Day 1,650, 20:15 Published in Chile Argentina by ChoroyDerp
Sábado 26 de mayo de 2012 IRL, día 1649 del Nuevo Mundo (A.K.A. eMundo).

Norte Chico – Desde una posición que no develaré, estábamos esperando órdenes de mi comandante de Pan con Leche, ChilenoPe, y el presidente del partido Bandada Imperialista eChilena, Choroipi. Tan solo éramos once choroyes.
9:30 PM. Mi comandante se presenta seguido del Presidente de partido. Saludos protocolares y comienzan a dictar órdenes. Los principales objetivos eran dos. El primero era militar, el segundo se orientaba a la política. La orden del primer objetivo fue atacar con todo en Norte Chico. Justo se habían alzado nuevamente en armas los ciudadanos. Era el momento de inclinar la balanza a nuestro lado. La Unidad Militar del Partido Bandada Imperialista eChilena, Pan con Leche, se lanzó a la batalla en pleno Norte Chico. Solo éramos trece valientes aves verdes cargando contra la débil resistencia Argentina. Sin embargo, pese a que los trasandinos eran pocos conteniendo la insurrección, contenían eficazmente a los rebeldes. La balanza estaba 35 % Resistencia de Chile. Pero las trece aves que nos abalanzamos contra los “Che”, logramos ganar terreno. Con todo nuestro poder de fuego (algunos emplearon sus Bazookas) y nuestras FF, logramos hacer que los Argentinos retrocedieran a un 31%. Así permanecimos hasta que… Fuimos cayendo ya sin fuerzas o sin armas. Nuestra UM es nueva, no posee recursos suficientes. Pero nuestra constancia y determinación, digna y magna, se alzó ante nuestros brutales enemigos que mancillaron violentamente a las jóvenes vírgenes de Norte Chico, dejándolas sin su flor tan preciada por ellas. Los argentinos habían retrocedido.
No volvían al campo de batalla. Pensaban que aun teníamos fuerza y armas para contrarrestar sus embestidas, mas no era así. Estábamos ya muy débiles y desarmados ayudando a las mujeres, niños y ancianos (todos ellos horriblemente abusados sexualmente por todos sus orificios) que habían sobrevivido a la última resistencia –muchas mujeres se suicidaban al terminar el vejamen al que fueron sometidas por las “gloriosas FAA” y al enterarse o ver como sus amados y cariñosos maridos eran ultrajados y asesinados despiadadamente y sin misericordia- para que huyeran a tierras más seguras.
Ya sin fuerzas y exhaustos, seguíamos ayudando a los ciudadanos. Recuerdo una joven muchacha de unos tiernos 17 años. Tenía la mirada perdida en el horizonte nocturno. Su rostro poseía dos huellas de constantes lágrimas de cristal. Su piel pálida resaltaba su enrojecida nariz producto del llanto perpetuo. Un ciudadano, Don Lalito, se me acercó y dijo:

-Pobre lolita. Antes de la última resistencia por parte nuestra, era una chica llena de vida, alegre y esperanzada que nos libraríamos de estas bestias desalmadas. Pero llegaron ellos.

-¿Qué le ocurrió? –pregunté estúpidamente ingenuo.

-¡Dios Santo! –exclamó Don Lalito- ¡Lo que le han hecho a esa joven no tiene perdón de Dios!

-Pues hable, señor –dije. Hubiera sido mejor jamás haber preguntado.

-Al día siguiente –comenzó a relatar el hombre mientras su mirada escapaba en el horizonte-, luego de aniquilar la justa resistencia de los chilenos, pues yo soy peruano que habito acá, los soldados argentinos, con todo consentimiento de sus oficiales, eso sí, contraria a las órdenes del presidente, fueron al hogar de la muchacha. Su padre era un ferviente hombre de armas. Él había iniciado la resistencia nuevamente, pues ya estaba cansado de ver como muchos oficiales mandaban a sus soldados a buscar jóvenes vírgenes de entre 14 a 17 años para usarlas en sus macabras necesidades. La cosa es que llegaron a la casa de ella. Entraron. Sacaron a su padre, quien cuidaba a su esposa moribunda. La chica les rogaba a los soldados y al capitán de ellos que le dejaran vivir, que ya estaba viejo. Pero se negaron. El novio, pololo como dicen ustedes, salió del interior de la casa, gravemente herido. En ese momento el capitán argentino toma su arma y atraviesa al padre con la bayoneta. La muchacha se lanzó contra el capitán, pero este la rechazó con un bofetón. El pololo de la niña, corrió como pudo soportando sus heridas. Cuando un soldado argentino intentó detenerlo, el lo hizo a un lado de un golpe. Saca una daga y se la arroja a la cabeza del oficial quien cae inerte. Los otros soldados, a la voz del sargento, apresan al muchacho y a la niña. Los llevan a la plaza de armas y en ese lugar… -el hombre suelta una lágrima amarga como la bilis- Dejan escapar la brutalidad de las fuerzas de ocupación. Primero, toman al muchacho, al cual le cercenan los dedos. La muchacha observaba todo esto atada a un poste, totalmente desnuda. Luego, desvisten al chico. Un soldado toma un palo y lo introduce en el recto del chico ¡Fue Horrible como gritaba el niño! Con el palo en el recto, lo lanzan al suelo y le dan una paliza brutal. Al final, el sargento toma su cuchillo y le corta el pene al chico. Y lo deja desangrarse hasta la muerte a la vista de la novia y de los ciudadanos. Después el sargento, junto a sus soldados, toman a la muchacha y la violan brutalmente, una, y otra vez. Fueron unos treinta y dos tipos quienes abusaron de la niña. ¡Todos vimos como cada agujero de ella fueron usados múltiples veces hasta por más de tres tipos! Fue penoso. Unos cuantos de los ciudadanos intentaron detener eso, pero simplemente fueron acribillados. Pero lo peor que le hicieron a la joven fue…-un estallido a lo lejos interrumpe la charla.

Justo en ese momento los argentinos se habían percatado que estábamos sin fuerzas ni armas, pero Pan con Leche ya tenía a toda la población a salvo y huimos con ellos.

La caminata fue dura y silente. Al alba llegamos a nuestra posición inicial. El Ejército de eChile nos aguadaba. Ellos llevaron a los habitantes a un lugar seguro a la espera de recuperar nuestras tierras.
Al final del día, hicimos 1,3 millones aproximadamente de daño. Fuimos treces Choroyes que disparamos.

Trece aves que rescataron a esa gente. Trece… trece, el número de la mala suerte.

Relatos de un Corresponsal.
Random: For The Lulz tiene una tendencia “Hurr Somos Choroy. Derrrp Somos Bandada”, y apoyamos al partido Bandada Imperialista eChileno e invitamos a unirse a él