Poesías tristes (continue)
Tito Bellico
Entre las farolas
de la última estación
de este invierno marchito
que con su luz tenue,
apagada y susurrante,
esconden los secretos
que se encuentran entre
las faldas de las prostitutas,
allí me encontraréis,
mirando el horizonte
mientras la luna se esconde
y el sol se despereza.
Apurando los últimos suspiros
de una botella vacía,
a penas podréis ver
al hombre que un día fui,
si buscáis un despojo
me encontraréis a mi.
Con una sonrisa alegre,
una mirada implacable,
con un tierno resplandor
de esos que regala el sol
cuando está a punto de morir.
Refugiado en los labios
de las mujeres malvadas,
alejado de los sueños
de las mujeres bellas,
así fue mi vida, y así la viví.
Mientras que no me arrepienta
no habrá fin a esta purga,
ni el infierno ni el cielo
se disponen para mi,
quizás tampoco lo quiera,
quizás también lo repudie,
quizás no me importe una mierda
si acabo aquí o allí.
Lo que sé de esta vida,
es que si canto a la luna
al salir el sol,
y sigo teniendo esta sonrisa,
después del golpe mortal
que se me asestó,
seguiré impenetrable,
inmortal si cupiese,
mirando el amanecer con desprecio,
cantando con desazón.
Tito Bellico
Comments
pole
La tinta de Paul corre pródiga por tus venas
Leodar que cosas mas bonitas me dices 😛
Déjate de tristezas y pillate la mayor de las cogorzas
Pero admite que ese rollito melancólico te mola Sevilla 😛
V!