La Venganza - Castigo IX

Day 2,033, 10:11 Published in Spain Spain by pabman11




El volcán se siente cada vez más cerca… El calor que desprende en ese estado… Igual que hace un tiempo, cuando en este mismo punto donde estoy ahora me enfrenté al Conde del cuervo… Pero eso es pasado… Los Tautófagos deben estar haciendo ese ritual para invocar a Incandescente… Los shaktas llevan todo el trayecto susurrando, invocando a la Diosa, suplicando su ayuda, pero yo sé que la Diosa no puede ayudarnos… Volver aquí le supondría la derrota segura. Nosotros debemos luchar por ella.

Stauros brilla con su tono azulado otra vez… Sabe que la lucha le espera…

Me reúno con Blanca, Boitx, Leonarth, Lis y Yus…
— Estamos cerca. Necesitamos una estrategia, saber a qué nos enfrentamos…



— Nagiri. — Susurra Boitx. — Acércate al volcán y dime exactamente cuantos hay, que hacen y como son. — Nagiri desaparece con un chasquido. — Cuando vuelva, haremos planes. Aunque supongo que saben que vamos a por él. A por Jervaj… — Dice con un hilo de voz.

Se separa del grupo, e invoca rápidamente a dos demonios.

— Acompañad a Nagiri i limpiad el camino. Por lo menos, hasta llegar al núcleo. Es muy importante…

Vuelve con ellos y comienza a envolverlos de luces, que les protegerán de ataques mágicos…

— Esto os ayudará a soportar el calor del volcán…



Dos Tautófagos corren hacia nosotros, espadas en alto, y Boitx les lanza dos bolas de fuego, que acaban con ellos. Justo después, algunos shaktas corren más y más, hasta alcanzar velocidades nunca vistas en ningún ser… Otros sacan sus arcos, y a la orden de Vladius, tiran las flechas que arrastran unas cuerdas cortas y que, entrelazadas, forma una red que retiene a una docena de Tautófagos enganchados en el suelo.

— ¡Esto es la guerra, y no debemos perderla! — Grito a mis compañeros, que empiezan a sacar sus armas.

Yus saca su arco, y cada flecha que tira, lleva un regalo en forma de hielo, que aunque no dé en una zona vital de los cuerpos Tautófagos, paralizará el cuerpo.

Lis saca su espada, y reparte cortes a cualquier enemigo que se le acerque, provocando su mutilación…

Blanca y Boitx van juntas, levitando a unos tres o cuatro metros de altura, y disparando luz hacia los arqueros Tautófagos…

Vamos reduciendo terreno, acercándonos a nuestro objetivo… Con el poder del tótem levito aún más que ellas dos, y extendiendo los brazos, consigo algo parecido a volar… Siete, ocho, nueve metros, y subiendo, acercándome hacia el volcán, matando la retaguardia, y observando como los demonios de Boitx van causando estragos por donde pasan…

Sin embargo, hay una zona que parece rodeada de una cúpula semitransparente… Solo una construcción hay ahí, una caseta de madera… Bajo y entro, la puerta está abierta…

Una mesa y tres sillas, es el mobiliario… Dos caras familiares las ocupan… Jervaj y KueRVo…

Mi hermano parece ausente, no ha reaccionado al verme, a pesar de estar enfrente de la puerta… Sin embargo… El Conde sonríe.

— Bienvenido hijo. Toma asiento… — Me dice.
— ¿Has sido tú? Tú lo has secuestrado. ¿Trabajas para los Tautófagos? Ya digo yo que tanto interés en ocultarte… Y la trampa que me pusiste, enviando a uno de tus soldados para matarme… — Grito, Jervaj ya me ha reconocido, pero solo ha levantado la cabeza. KueRVo me vuelve a señalar la silla.
— No sabes nada pabs. Nada. — Me reprende KueRVo, poniendo la mano encima de la mesa. — Primero. Quiero que mandes un mensaje a tus aliados y que dejen de atacar. Si haces eso, hare lo mismo con los Tautófagos. Estás en situación de perder.
— ¿Y si no lo hago? — Le desafío. No le tengo miedo.
— Tu Diosa no viene, en cambio, tengo a los Tautófagos invocando a Incandescente… Pronto vendrá, y os arrasará, a ti el primero…
— Tengo otra pregunta. ¿Dónde está Laertes, que veo que actúas como él?

KueRVo se levanta y se acerca un armario que decora una de las paredes… Lo abre y saca una caja de madera ricamente decorada.

— Aquí tienes su cabeza. — Dice mientras tira de unos pelos y saca la cabeza de aquel a quien maté… — Murió intentando quitar a los verdaderos herederos de los primeros seguidores de Incandescente de su camino… ¿Verdad Jervaj?

Entonces Jervaj habla, con una voz que no es suya, más profunda y misteriosa.

— Yo mismo se la arranqué.

El frio me pasa por la espalda… Debo huir, avisar a mis compañeros. La situación ha cambiado… Saco el tótem de la espalda y provoco la oscuridad… KueRVo ha sacado la espada y me corta parte de la túnica en el brazo derecho, pero consigo salir y huir…



Boitx sigue en el campo de batalla, ahora en tierra y dirigiendo desde lejos la aventra de sus demonios, que rompen las máquinas de guerra y congelan a los arqueros… Pero uno de ellos cae, y el otro se queda paralizado… Ha llegado algún mago capaz de matarlos…

— Blanca. — Susurra Boitx a la Reina, que se prepara para otra incursión al campo de batalla. — Voy a infiltrarme en el campamento enemigo. Algo ha matado a mis demonios. Creo que se trata de un mago.

Blanca se gira e intenta detenerla, pero Boitx ya está escondida, invisible… Corre rodeando la batalla, esquivando flechas perdidas y caballos desbocados… Cansada, llega a la retaguardia. Suspira, y ve como multitud de rayos de luz salen de una única mano…

Esporo, por fin nos conocemos” Piensa Boitx… Se acerca sigilosa y saca su daga del bolsillo… La pone en el cuello del mago, y se descubre.

— Un solo gesto y te corto el cuello. — Amenaza Boitx.
— Un solo pensamiento, y te corto la respiración, la circulación sanguínea se para, pero poco antes, tendrás alucinaciones que te llevarán a quitarte la vida de dolor, a pesar de que serás paralizada. — Le responde Esporo.
— Los dos sabemos que no vas a pensar eso. Explícame, ¿Qué hacéis aquí, tan cerca del volcán?
— ¿No te lo ha dicho tu amo y señor, el traidor al Conde, pabman? Hoy la Diosa caerá y su lugar lo ocupará el Dios Incandescente, y su magna presencia os acobardará y os hará prisioneros a todos los magos que no hayáis facilitado su regreso…
— ¡Nunca! — Grita Boitx. — Incandescente no debe volver. Vosotros seréis los que caeréis… Estáis perdiendo terreno a pasos agigantados…
— Eso puede que lo hagamos, pero hazme caso. ¿Crees que seréis capaces de llegar al volcán y matar uno a uno a los sacrificios a Incandescente? Cuando terminen el Dios se alzará con más fuerza que nunca y sumirá en el fuego eterno a todos aquellos que lo habéis combatido…

Boitx se aleja y prepara su magia hacia el volcán, donde en efecto, unos Tautófagos levantan luces extrañas hacia el magma, que borbotea. Mata a dos de ellos, y Esporo la paraliza… Se acerca, y hace un gesto detrás de él… Dos Tautófagos se le acercan y Esporo susurra algo… “ Que venga ”, indica.

— Vas a conocer a tu objetivo aquí… — Le dice Esporo a Boitx en voz alta mientras se aparta de su vista…

Boitx grita como nunca se ha oído en el campamento…



Vuelo hacia nuestra base… Pero me acerco al volcán, ya que veo como una forma surge del magma… Una forma humana. Congelo a dos Tautófagos que rinden homenaje a esa forma, y a otros dos les lanzo una flecha… Bajo y mato con dos golpes de Stauros a los dos restantes, que no habían movido ni un cabello…

Sonidos infernales salen de la figura de magma… La intento congelar, paralizar… Ningún hechizo surte efecto…

Un grito femenino me eriza el pelo a mi espalda… Boitx está gritando, y yo sé porque… Veo a Jervaj enfrente de ella, con la cabeza de Laertes entre sus brazos, y mirándola… Vuelo hacia él y cuando intento darle un golpe para que la tire al suelo, saca su espada y para a Stauros…

— Así que ya ves… Incandescente te ha devuelto lo que la Diosa te quitó…— Le digo.
— No me ha devuelto la vista con los ojos, sino con la mente…

Me ataca con un golpe de su espada roja y Stauros vibra, tomando su azul otra vez… Fuego contra Hielo, tal y como era… Tal y como debe ser.

— ¿te gusta el brillo de Lux? — Se burla KueRVo desde lejos, mientras combate a dos shaktas sin apenas esfuerzo…

Aíslo mis oídos de todo ruido exterior y me concentro en Stauros, que comienza su baile habitual… El fuego y el hielo bailan en el aire, mientras Jervaj y yo nos desvanecemos… Por el rabillo del ojo veo como Lis y Leonarth abaten a Esporo y Blanca y Boitx combaten sin mucho éxito a KueRVo, que continua riéndose…

Nos acercamos poco a poco al volcán…

— ¿Te gusta el Dios Incandescente? Solo hay un problema. Necesita un último ingrediente. Un sacrificio humano… Un traidor. — Ríe Jervaj mientras me ataca dirigiéndome al borde…
— Creo que más traidor que tú no hay nadie… ¿Dónde está ese amor hacia Boitx? Creía que si la volvías a ver volverías a nuestra causa… — Me lamento.

Una roca me pasa por encima de la cabeza… Me giro y veo a Boitx en el suelo caída, mientras Blanca se recompone de un ataque…
— ¡Ahí no! — Grito —No volverás a crear daño…
Lanzo una flecha que desgarra parte de la cota de malla que recubre el brazo de KueRVo. Comienzo un movimiento que debería hacerle tropezar… Un movimiento bajo, que esquive… Pero Stauros no responde. Se mueve, pero no como antes…

— ¿Ha reconocido a su dueño? ¿Ha reconocido su lugar de origen? — Ríe KueRVo

Ejecuto un golpe que debería romperle la espada y helarlo, pero no se produce nada… KueRVo continúa riendo…

— Si, me ha reconocido… Stauros es mía… Por fin… — Me empuja y me caigo al suelo ardiente… Stauros tintinea al caer y KueRVo la coge…

La espada brilla con todo su intensidad… El hielo la recubre otra vez… Como hace tiempo aquí mismo… La figura del volcán, quieta desde hace un tiempo, ruge expulsando rayos de calor insoportable…

— ¡Mi señor! ¡Ya voy Incandescente! — Grita KueRVo de alegría corriendo hacia el borde del volcán…
Se acerca peligrosamente con Stauros en la mano, mientras yo gateo lejos de allí, cerca de Blanca, Boitx, Lis y Leonarth, que asustados se cogen las manos… Jervaj intenta huir, pero Boitx le mantiene quieto en el suelo, Nagiri le amenaza con un carámbano de hielo…

— ¿Qué? — Grita KueRVo. — No puede ser… He sido tu principal servidor…
Una bola de magma sale de la figura y persigue a KueRVo, quien es cogido desde el aire por las patas de su cuervo gigante…
— ¡Algún día os acordareis de mí! — Grita desde las alturas…




El calor me entra al cuerpo… La figura se acercahacia mí, y gateo hacia atrás, todo lo rápido que puedo… Pero no demasiado… La lava se extiende sobre mí y oigo como todos gritan… Pero… No me quemo. Hace calor, el rojo de la lava debería consumirme… Pero no lo hace… Una voz me habla…
El primer seguidor que tuve fue un shakta… Como tú. Mi hermana la Diosa Helada ha hecho un buen trabajo entrenándote, pero ya es hora que termines lo que empezaste hace tiempo…
— ¡NO! Yo no soy un seguidor tuyo… — Grito desde debajo de la lava fría…
Sí que lo eres, aunque no lo sabes… Eres hijo de la ira… Has matado más shaktas que Tautófagos… La ira te llevó a eso… Y la ira es calor…
— Si, lo admito, maté shaktas… Fue un error del pasado… No lo he vuelto a hacer… Ella me perdonó.
Lo has hecho más veces… Has dejado morir a shaktas… Y ahora sé mi trampolín al mundo!

Me levanto de entre la lava… Siento el calor dentro de mí… Soy tú… Tú eres yo… Vamos, ataca… Demuestra quien es tu señor…

Inconscientemente, me acerco a Blanca, la única que no se ha movido… La única que no quiere irse…

— No vas a hacerme nada… — Me dice, intentando que no parezca que está llorando…
— Mátame… Libera al mundo de esto… No soy yo, el que me mueve… Me ha… poseído…
— Lo sé. Y sé que te puedes librar de él sin llegar a ese extremo… La Diosa vendrá… Y te ayudará…
— No lo hará. Incandescente es demasiado... En una cosa estamos de acuerdo… No vendrá. Eso no soy yo… Mátame…

Blanca saca su espada y apunta hacia mi pecho sin esconder las lágrimas ya…

No lo hagas. Antes de nada, cuéntale mi historia. Cuéntale quien soy… Cuéntale este momento, cuando llegue el día en que lo entienda…

Blanca termina metiendo la espada en mi corazón… No duele, soporto el dolor, como ya hice una vez… Pero él no lo puede soportar…
Nooooooooooooooo. Me las pagareis algún día… Cuando los Tautófagos se vuelvan a levantar… — Grita, por última vez, antes de que caigamos los dos, espíritu y humano al suelo…


Una niña corretea por el palacio… Sale a la puerta principal cuando oye algo…

— ¡ Edrielle! --- La llama Blanca desde la parte baja de las escaleras del jardín… — Ven, quiero que veas algo…

Se dirigen hacia el pequeño cementerio que hay detrás del castillo… Se encuentran con Jervaj, que se apoya en un pequeño bastón que reluce… Alma helada pone en el trozo de madera… También está la tita Boitx como la llama Edrielle…

Se paran delante de un trozo de mármol con una frase… Solo el fuego puede con el hielo… La tumba de pabman…

— Vamos a contarte una historia… Una historia que tiene que ver contigo… Una historia de magia, y misterio, y acero…



Pabman11, Profeta de la Diosa Nevera y General de sus ejércitos…