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En época de elecciones se puede ver una exacerbación del uso de todas las herramientas disponibles para la comunicación social y la blogósfera no queda fuera de la tendencia.

Tiempo atrás Pablo Mancini escribía un excelente artículo en Educ.ar en el que hacía un relevamiento del fenómeno de los políticos bloggers, con énfasis en lo que pasaba en América latina y preguntándose acerca del alcance de dicha tendencia en la Argentina. En su artículo, Mancini hacía referencia al impulso inicial dado en este terreno por AgenciaBlog , que lanzó el proyecto Diario de Gestión , una iniciativa que propone un blog para cada uno de los parlamentarios y que hoy en día agrupa a algunos legisladores de distinto signo político. En lo que respecta a las elecciones a jefe de gobierno porteño, se puede verificar que sólo Jorge Telerman cuenta con un blog , bastante bien gestionado por cierto.

Si hay un espacio social donde la autenticidad es puesta en duda por la ciudadanía es el de la política. La sospecha que hoy existe en el trasfondo social acerca de la sinceridad de las posturas de los políticos se extiende a su presencia en la blogósfera. Eduardo Betas -creador de Diario de Gestión- aborda en un artículo reciente de su blog el que considera un debate ya antiguo en el universo de las bitácoras personales: " ¿los blogs de los políticos están escritos por ellos? ". En esta conversación hay distintas posturas. Desde quienes dicen que el blog debe ser escrito en su totalidad por el autor, hasta quienes aceptan la ingerencia de terceros mientras que el autor nominal tome responsabilidad acerca de lo expresado en el medio.

En este punto, es interesante la perspectiva de Tom Peters , el famoso gurú del management, que se transformó en blogger en el año 2004. Para julio del 2005, en ocasión de su primer cumpleaños en la blogósfera, reflexionaba en un artículo sobre la nueva práctica que había incorporado a su vida. Allí señalaba que el blogging se había vuelto el epicentro de su vida profesional y que había aprendido muchas cosas:


Que los desacuerdos son un motor del aprendizaje si se pueden compartir en un contexto de respeto.
Que la comunidad (los participantes del blog) sabe más que el más inteligente de sus miembros.
Que cuanto más damos a la comunidad más recibimos.

Pero hay un punto interesante que este autor señalaba. La autenticidad , decía, es particularmente importante en la práctica del blogging y los participantes poco genuinos son, tarde o temprano, descubiertos y rechazados por el resto de la comunidad.

En otras palabras, se podría decir que es mucho más fácil sostener una mentira en un sitio estático, desarrollado de una vez y sin espacios de interacción, que en un blog en el que a diario, o al menos periódicamente, se escriben artículos, se reciben comentarios y se los contestan, configurando una conversación histórica. Existe una clara asociación entre la práctica del blogging y la necesidad de expresión personal auténtica. Esto hace que cualquier iniciativa que produzca la sospecha de falta de sinceridad sea rápidamente denunciada y condenada por la comunidad blogger.

En todo caso, ¿estarán nuestros dirigentes a la altura del desafío de autenticidad que propone la creciente blogósfera?