Isla de Hashima

Day 3,212, 05:54 Published in Paraguay North Macedonia by Moon Patrol

Hashima, una pequeña isla ubicada a escasos veinte kilómetros de la península de Nagasaki, es hoy en día un lugar sin vida y una más del medio millar de islas desiertas que hay en el archipiélago japonés.

Pero hasta hace cuatro décadas todo era muy distinto allí, ya que fue uno de los principales lugares de producción de carbón que, desde 1890, se explotó en el país, convirtiéndolo en uno de los sitios con mayor densidad de población del planeta.

Todo era próspero en Hashima, cuyas dimensiones son de 480 m. de largo por 150 m. de ancho y en la que se levantaron numerosos edificios que albergaban a las miles de personas que habían ido a trabajar y vivir allí.



Su peculiar fisionomía de esta ciudad amurallada (para evitar el desbordamiento del mar) le daba una característica forma que recordaba a un acorazado, motivo por el que muchas personas comenzaron a llamarla ‘Gunkanjima’, cuyo significado es ‘Isla del acorazado’.

La explotación del carbón fue gestionada desde sus inicios por la multinacional Mitsubishi (propietaria de la isla), dando empleo a un gran número de trabajadores a los que no le había importado trasladarse hasta allí con todos los miembros de su familia. Una de las ventajas era el poder disponer de una vivienda allí mismo y todos los servicios precisos para disponer de una vida placentera.

Otra de las ventajas de las que disponían los trabajadores era que, al alcanzar la edad laboral (aproximadamente sobre los 10 años en la última década del siglo XIX y los 14 a mediados del X😵 los hijos disponían de un puesto de trabajo en la mina de carbón.

Pero a mediados de la década de los años 50 el petróleo comenzó a imponerse como fuente de energía, siendo el consumo de carbón cada vez menor. A inicios de 1970 la crisis de este mineral estaba tocando fondo, haciendo perder muchísimo dinero a la compañía Mitsubishi que se planteó cerrar la planta de Hashima (con todos los gastos que le reportaba el dar vivienda y trabajo a miles de familias) y buscar otros puntos de explotación en la isla de Japón, algo que le supondría un ahorro millonario.

Cuatro años después el desmantelamiento de la isla comenzó a realizarse. La compañía solo garantizaba un puesto de trabajo a aquellos trabajadores que fuesen los primeros en abandonar la isla y se incorporasen en las nuevas minas, el resto quedaría desempleado y a pesar de tener vivienda gratuita en Hashima si no había trabajo era inútil estar allí.

Se cerraron las escuelas, comercios, bares, centros de ocio y comenzó a convertirse en una ‘isla fantasma’, donde predominaba el hormigón de los edificios abandonados y la vegetación empezó a brotar por todos lados.

A lo largo de 35 años (de 1974 a 2009) quedó desierta totalmente e incluso existía la prohibición gubernamental de ir hasta allí por el peligro que había de derrumbe, exceptuando algunos casos en el que con un permiso especial se rodaron varias escenas de unas cuantas películas. Desde hace cuatro años ya se pueden realizar viajes turísticos (siempre y cuando sean organizados y con un guía autorizado), por lo que son muchos los ferrys que viajan desde Nagasaki hasta la isla del acorazado, realizando un tour de tres horas aproximadas por toda la zona.