Join the new world

History is written by those who remain alive to share their view of it. History depends on who speaks it and changes according to this. Ask one that holds victory over another how the event took place. Then ask the one who lost his battle and see the difference. Who’s in possession of the truth? Both are. There is no lie in a personal truth, but it doesn’t have to be the same as someone else’s.

Many battles have taken place on our earth. Many kinds of battles have. In the beginning there were no blood spilt, but still countries managed to rise and fall. Trade has existed since the clock started ticking for us, and greed with it. Tribes that travelled all around the globe influenced the civilization all around.

The Gods had made some simple laws for humanity to follow, although there were always those who found their way around their surveillance. Some were punished, some were not. This was so from the first days and it has not changed. Many are those who lost their faith while time went on, and time has no mercy of those left behind.

Walking the earth, along the rest, there was a young girl. She had been born in the early days of our world and she has seen it shake and tremble in many different ways. She watched ideas be born and grow from dust to glory and she learnt the value of a human voice. There was also a lesson regarding the consequences of ignoring our voice. The responsibility behind staying quiet.

In the books of history there is written that huge monsters run freely among us causing humanity to fear every awakening as if it might be the last. Many perished along the way, many are still with us today. Kings were born but failed to reach the end of their journey. Some even died before getting replaced. Some just fled and left their kingdom in misery, despite the huge effort made by those who decided to stay put.

After taking part in different arguments, this girl found herself tricked into a task she didn't feel nearly ready to manage. However she got encouraged, by those who cared enough, to give it an honest try. And so she did. Understanding the power of diplomacy was a great gift, as well as a curse. She got as a far as to become the leader of her people for a short period of time, and she felt grateful towards every soul that had trusted her. Priestess of the lighter creature she became, whether she wanted it or not.

The first born creature had been living among them all and its new servant had realized its health and well being depended on the human evolution and in her community it felt strong. It showed itself strong. In this special community Democracy became more mature and ready for the tests time would put it through. Or at least so we all thought.

The second creature came and brought new circumstances for our world to overcome. War spread like fire would have done in a grain field and brave soldiers emerged from every corner of the world. Leaders of the different empires had now greater motivation to stand up every day and most of them faced this challenge with courage. Great strategists also came alive in these times of war. Greater alliances rose and fell.

Despite this, both creatures lived together in perfect harmony. At least at the beginning of this second era. Gods and humans were pleased with this new balance and in this special reality, where death is only achievable by starving, time went on in a relatively peaceful way.

Now, as a priestess of Democracy, the young woman realized that in order to defend the creature properly she needed a neutral place. Somewhere she could raise her voice without it being identified with the desire of power. Nations were growing strong around her home while her countrymen fought a different fight. “Whatever it takes to keep us safe. Not at all costs, but within our possibilities… whatever it takes.” she kept thinking to herself. Along with a few of her friends, great characters and all mentioned in the history for those willing to read it, they thought that a different place was required.

Under the idea of adapting to whatever their people might need, a new creature found its way into our world. These friends held a gathering to baptize what they pictured as human future and witnessed how the first Phoenix was born. There are many creatures walking this earth today. This one came to serve the first born through the work of those who joined the project. And so it still does now days, despite the dark times we all are going through. Even though it serves the lighter one, it defends the balance between the two.

A Phoenix might expire and die, but a new one will be born in its place when the time comes. That’s its fate and the fate of those behind it.

Meiko.




La historia es escrita por aquellos que quedan para compartir su versión de ella. La historia depende de quien la cuente y cambia acorde a esta condición. Pregúntale a alguien que se alzara victorioso sobre otro como ocurrieron los hechos. Luego pregúntale a quien perdió la batalla y observa la diferencia. ¿Quién esta en posesión de la verdad? Ambos. No hay mentira alguna en una verdad personal, pero no ha de coincidir con la verdad de otro.

Muchas batallas tuvieron lugar en nuestra tierra. Muchos tipos de batalla. Al principio no se derramaba sangre alguna, pero aun así países se levantaban y caían sin cesar. El comercio existió desde que el reloj comenzó a contar segundos, y la avaricia le fue de la mano. Las tribus viajaron alrededor del planeta influenciando a todas las civilizaciones a su paso.

Los Dioses crearon unas leyes simples para guiar a la humanidad, aunque siempre existieran aquellos que encontraban su atajo esquivando su vigilancia. Algunos fueron castigados, algunos no. Esto ha sido así desde el principio de los días y no ha cambiado. Muchos son los que perdieron su fe con el paso del tiempo, y el tiempo no tiene piedad de aquellos dejados atrás.

Caminando por la tierra, junto al resto, había una joven chica. Nació en los primeros días de nuestro mundo y lo ha visto temblar y tambalearse de muchas maneras. Vio nacer ideas de la nada que se convirtieron en grandezas y aprendió el valor de la voz humana. Tuvo que aprender también una lección sobre las consecuencias de ignorar nuestra voz. La responsabilidad que conlleva permanecer en silencio.

En los libros de historia se relata que monstruos enormes corrían a sus anchas entre nosotros causando el terror. Haciendo que la humanidad temiera cada despertar como si fuera el último. Muchos perecieron por el camino, muchos aun continúan entre nosotros a día de hoy. Reyes fueron concebidos pero no llegaron al final de su viaje. Algunos incluso murieron antes de ser reemplazados. Algunos simplemente huyeron dejando así su reino en la miseria, aun a pesar del esfuerzo sobrehumano hecho por aquellos que decidieron permanecer allí.

Tras participar en varios debates esta joven se encontró, sin proponérselo, sumergida de lleno en una tarea que no creía ser capaz de llevar. Aquellos que la rodeaban la animaron a intentarlo por lo menos, y así lo hizo. Comprender el poder de la diplomacia fue un inmenso regalo, como también fue una maldición. Llegó incluso, por un periodo corto de tiempo, a convertirse en líder de su pueblo y sintió agradecimiento hacia toda alma que había confiado en ella. Sacerdotisa de la criatura más clara fue su destino, tanto si lo quería como si no.

La primogénita de las criaturas vivía entre nosotros y su nueva sierva se dio cuenta de que su salud y bienestar dependían de la evolución humana y en su comunidad se sentía fuerte. Se mostraba fuerte. En esta comunidad especial Democracia maduró y se vio preparada para las pruebas que el tiempo le pondría. O eso pensábamos todos.

La segunda criatura vino y trajo nuevas situaciones que nuestro mundo debía superar. La guerra se propagó como lo haría el fuego en un campo de matojos secos y valientes soldados emergieron de todos los rincones del mundo. Líderes de los distintos imperios tenían ahora una motivación mayor para andar por estas tierras y la mayoría de ellos se enfrentaron al reto con coraje. Grandes estrategas también surgieron en estos tiempos de guerra. Alianzas formidables se forjaron y, a su vez, de ellas surgieron otras distintas.

A pesar de esto ambas criaturas vivieron en perfecta armonía. Al menos al principio de esta segunda era. Dioses y humanos estaban complacidos por este nuevo equilibrio en esta peculiar realidad, dónde la muerte sólo es posible a través del hambre, y el tiempo pasó de una forma relativamente pacífica.

Ahora, como sacerdotisa de Democracia, la joven comprendió que para defender a la criatura debidamente necesitaba un lugar neutral. Un sitio donde pudiera alzar la voz sin que fuera confundida con el deseo de poder. Naciones crecían fuertes alrededor de su hogar mientras sus paisanos luchaban una batalla distinta. “Lo que haga falta para mantenernos a salvo. No a toda costa, pero dentro de nuestras posibilidades… lo que haga falta.” Pensaba para sí. Junto con algunos de sus amigos, grandes personajes todos mencionados en el relato de nuestra historia para aquellos dispuestos a leerlo, pensaron que necesitaban un lugar distinto.

Bajo el concepto de adaptarse a lo que su gente pueda necesitar, una nueva criatura encontró su camino hasta este mundo. Estos amigos mantuvieron una reunión para bautizar lo que ellos veían como el futuro de la humanidad y fueron testigos del nacimiento del primer Fénix. Hay muchas criaturas caminando sobre la faz de nuestra tierra a día de hoy. Ésta nació para servir a la primogénita a través del trabajo de aquellos que se unieran al proyecto. Y así lo hace hoy en día, a pesar de los oscuros tiempos que vivimos. Aunque sirva a la primera, defiende el equilibrio entre ambas criaturas.

Un Fénix puede exhalar su último aliento y morir, pero uno nuevo nacerá para ocupar su lugar cuando el momento sea el idóneo. Ése es su destino y el de aquellos tras él.

Meiko.