Capítulo I: La puerta hacia el infierno

Day 2,729, 16:27 Published in Mexico Mexico by God Erebus

He estado escribiendo una pequeña historia, y me gustaría que me dieran su opinión. Tomen en cuenta que soy un principiante en esto y la verdad no tengo mucha experiencia así que bueno 😛

Perdonen las fallas ortográficas que pueda tener.

Prólogo:

Era un hermoso territorio, y nadie podía decir lo contrario. Nadie. Ni siquiera su rey.

Capítulo I: La puerta hacia el infierno

Sentado en una roca dura, Adolfo se preguntaba cuál sería su próxima misión. Recientemente había estado muy estresado; asaltar aquel fuerte, incendiar aquella casa, enfrentar aquellas retrógradas. Pero había algo distinto, algo con lo que no contaba antes.

- Hey, ¿vienes? – se escuchó una voz un poco gangosa.
- ¿Eh? Oh sí, claro. Solo dame un minuto –

Adolfo se limpió un poco su retaguardia y empezó a caminar hacia el lugar, pero seguía preguntándose qué era eso que le molestaba tanto.
Conciencia. Se dio cuenta que sus acciones realmente no llegaban a algo, el movimiento al que pertenencia desde hace años se ha deteriorando.

- ¡Apúrense malditos cojos, ¿que acaso son tortugas?! – se escuchó una voz más gruesa y robusta.

Adolfo apuro un poco el paso mientras se ponía en posición de firmes, junto con sus compañeros.

Delante de ellos estaba un tipo con el cabello despeinado, medianamente largo y de color oscuro. Además de tener unas patillas que casi le cerraban la barbilla. No era muy alto, pero se hacía notar, además de tener la piel morena como aquella virgen a la que tanto adoraban.

- Muy bien, señores – dijo el señor enfrente de ellos. – Primero que nada, quiero felicitarlos por el éxito de la misión de ayer –

Dio a lugar una pequeña pausa, a la cual le siguió una pequeña celebración de parte de la tropa.

- La cual no hubiera sido posible sin la ayuda de Adolfo – comentó el señor al frente.

Al igual que antes, una ovación aplaudió pero esta vez dirigida hacia Adolfo.

- Y por supuesto, Damián. – terminó de añadir.

Sin nada más que una mirada por parte de Adolfo y una repetida ovación, terminó la celebración a Damian.

- Ahora que han tenido su merecido descanso. Es momento de pasar a la siguiente parte del plan –

Adolfo no se pudo contener de preguntarle.

- ¿Qué plan, mi General Álvarez?

El General dirigió su mirada hacia Adolfo y le respondió con una cara y tono de asombro e incredulidad.

- El plan para recuperar el territorio que nos pertenece – terminó con una pequeña risa contenida.

- ¡Sí ¿Dónde has estado los últimos años, cabrón?! – Contestó alguien de la tropa en el fondo.

Lo siguiente era inevitable, una risa burlona hacia la ridícula pregunta de Adolfo. Él sabía que preguntar algo sobre “el plan” y como funcionaria podría verse como traición, y ni se diga lo que le hacen a los traidores ahí.

- Bueno – continúo el General Álvarez. – Después de ese lapsus que tuvo nuestro compañero. Es necesario asestar nuestro próximo golpe a los retrógradas –

- ¿Y ese es? – comentó con una voz fría y seria, Damian. Adolfo no pudo evitar voltear hacia él de nuevo.


- No me interrumpa, soldado – dijo el General Álvarez antes de dar una pequeña pausa para continuar.

- Entraremos a La Cueva del Diablo -