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Una reunión puertas adentro en la casa Rosada, entre la Presidenta Clorofila y su equipo del Ministerio de Defensa junto a congresistas de diversas ideologías, firman de común acuerdo la declaración de guerra a Chile alrededor de las 21 horas, si bien se debería votar en el Congreso ya estaba el pacto de caballeros de darle curso firme a la propuesta.
Y fue así como un nuevo atardecer cubre nuestra bella tierra, y amansa a la familia que se reúne alrededor de la mesa para merendar, acompañándose de un buen mate los adultos, y los más pequeños de una chocolatada con pan y manteca en compañía de la única televisión del hogar, cuando de repente un comunicado oficial interrumpe la programación cotidiana: “ciudadanos nuestras tropas están a pocos kilómetros de entrar en territorio chileno, y avanzan a paso firme por tierra, y mar mientras que nuestra gloriosa fuerza aérea espera instrucciones en Lima, todo está perfectamente orquestado y los expertos hablan de una ofensiva relámpago en cuestión de horas, los mantendremos informados”.
Entonces el padre de familia dice en voz alta “otra vez lo mismo, vamos a la guerra como hace treinta años atrás” su hijo mayor que estaba encerrado en su habitación escuchando Almafuerte minutos antes, y que luego se había acercado para escuchar la noticia le responde
_ “no viejo, no es como hace treinta años atrás, porque ahora los soldados que van están preparados militarmente para una guerra, cuentan con un vasto armamento, y son liderados por comandantes idóneos, y lo más importante, todos los que van eligieron ir”
El padre se queda mudo ante la respuesta de su hijo y lo único que atina a hacer es terminar de beber el mate qué le había entregado su mujer.
Mientras tanto en Mild Andes, nuestras tropas de elite la ONUM que ya habían sido transportada unos días antes esperan el momento justo para entrar en combate y tener el primer enfrentamiento, a la víspera del acontecimiento uno de los comandantes se acerca y habla con sus tropas “en breve compañeros tendremos la oportunidad de hacer historia, de magnificar nuestra destreza militar, pero lo más importante camaradas, es que hoy tendremos la posibilidad de rendirle el mejor homenaje que jamás haya visto el mundo a nuestros excombatientes de Malvinas, porque no nos han vencido ni los ingleses ni los chilenos y aquí estamos señores que sepan que venimos a buscarlos por traidores, viva la patria carajo” y al unisonó todos sus soldados gritaron “VIVA”.
En tanto en la capital, los jóvenes de a pocos se van agrupando en la plaza de Mayo portando no la bandera de las cuales son militantes activos si no la celeste y blanca, no se ve ninguna otra bandera que no sea la de eArgentina, junto a ellos un grupo de excombatientes de Malvinas encabezan la caravana y la gente se asoma, contempla y de a poco se va sumando, les brindan su cariño a los veteranos de guerra y un abrazo eterno, el cual pronto se extenderá a nuestros soldados y a toda América del Sur.

Continuara...