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Como cada mañana, Minara Scrooge se levantó cansada. Las noches siempre se consumían leyendo hojas de perdidas y ganancias, y el día en llenar esas mismas páginas. Con aire distraída, arrancó la hoja del calendario: 24 de Diciembre. “Hmm” pensó. “Seguro que alguien querrá escaquearse hoy…” Para Minara Scrooge, cada día era lo mismo y cada noche siempre igual. Y no había motivo para cambiarlo.

El frío viento de invierno hacía temblar los rotos cristales de las ventanas de la empresa “Torancito & Minara Partners”, aunque el primer nombre aparecía tachado. En su interior, con la punta de los dedos congelados, Hikoki peleaba con la estufita eléctrica que hacía dos semanas había dejado de funcionar. Su aliento soltaba un vaho cristalino, congelado casi en el momento de salir.

-Hikoki! Todavía jugando con el chisme ese?!? –Sonó atronadora Minara, cerrando la puerta de un portazo.
-Ains!!! Ottia, jefa… Que hace un frío que rasca!!! – Contestó Hikoki frotándose las manos- Además… Que es nochebuena y había pensado que si cerrábamos pronto, podría llegar a casa a cenar con Bizkaia y cuidar de los niños, GralSnake, y el pequeño Sgt Euskadi.

-Paparruchas!! Menos trucos, que te conozco!! Torancito me enseñó todo sobre ti y no me vas a engañar!! Quiero los resultados de las últimas ventas en Fenix Blacksmith, y los quiero ya!! Ni nochebuena ni nada!!! - Rugió Minara cerrando la puerta de su despacho.

Hikoki había trabajado en la empresa casi toda su vida, cuando Torancito era su único dueño. Minara llegó después, con aire infantil, estilo manga japonés, y pronto se convirtió en la mano derecha del dueño. En pocos años, la relación maestro-pupilo pasó a Partners, y Minara fue cogiendo el control de la empresa cada vez más, hasta que un día logró desembarazarse de su maestro.

Torancito murió poco después, en un hospicio para pobres, literalmente de hambre, incapaz de tragar el Q1 que servían allí. Ni Minara se dignó a aparecer en su funeral. Se dice que tan solo una figura femenina, embozada en una capa oscura con galones de General, se pasó por allí. Pero nadie puede confirmarlo. Murió pobre. Murió solo.

A las 5 de la tarde, famélico de trabajar sin almuerzo para terminar a tiempo, Hikoki recogió su casco de miliciano y dirigió un breve “Feliz Navidad…” al despacho de Minara. Esta, simplemente miró de reojo el reloj para asegurarse que Hikoki no se marchaba antes de tiempo. El ulular del viento ocupó el vacío dejado, pero su frío palideció ante la puerta del gélido despacho.

Camino a casa tras el trabajo, Minara rumiaba los balances de su imperio económico. A su lado los villancicos, las compras de última hora, el olor del pavo asado, la carita impaciente de los niños, los muñecos de nieve, los árboles decorados con guirnaldas, las luces de colores… En fin, el espíritu de la navidad. “Bah, paparruchas!” pensaba Minara Scrooge.



Esa noche el agotamiento pudo más que la hoja de morosidad que recopilaba. Apenas un bostezo antes de que sus ojos se cerraran impacientes…

“Dong, Dong, Dong…” repicaba el reloj hasta doce veces. “Clink, clink , clink…” se oía en el pasillo.

-MINAAAAARA!!!! – Sonó una voz espectral, despertando a Minara Scrooge de su sueño.

-Pero?!? Que?!? Como?!? – Dijo Minara frotándose los ojos incrédula. – Torancito?!? Imposible!!!! Estás muerto!! Que haces aquí!!! Porque esas cadenas. Y ese camisón blanco. Y esas orejas de gato!!!

- MINAAAARA!!!! Siiiiiii… Soy Torancito, tu maestro, tu compañero, el avaro más grande que ha tenido eRepublik… Hasta que acabaste conmigo!! Mírame!!! No apartes tus ojos, pues esto que ves es lo que mi vida me consiguió!!! Perdí mi vitalidad por mis negocios. Hasta Kaylee me abandonó por un mardito borracho!! Arrepiéntete antes de que sea demasiado tarde. Yo soy solo un mensajero. Esta noche tres fantasmas te visitarán. Los fantasmas del Pasado, Presente y Futuro. Escúchalos, Minara. Enmienda tus errores y vive!!! De lo contrario… Mi alma condenada seguirá vagando en el purgatorio y arrastraré la tuya como a un perro!!!!!

El corazón de Minara golpeaba su pecho intentado salir. El aire helado parecía paralizado. El sonido de las cadenas repiqueteaban en el pasillo, alejándose. “No puede ser… Una pesadilla, eso es. La cena, el pan Q1, que me habrá sentado mal. El cansancio. Debo dormir”, pensaba.

-Sniff, sniff… Ese olor?!? Canela?!? Kekos00!!!!!!

-Er… Sip. Ese soy yo!! – Dijo Kekos00 bajándose la túnica sepulcral que llevaba.- Bueno, guapa, el viejo Toran ya te contó de que va esto, verdad? Pues hala, cógete los rulos que te llevo de paseo. Soy el Fantasma del Pasado y eso no es algo de lo que puedas escapar!

Kekos00 cogió la mano de una aturdida y boquiabierta Minara y la sacó volando por la ventana. A sus pies, la ciudad se iba haciendo cada vez más pequeña, hasta que Kekos00 volvió a bajar, pero esta vez, la ciudad había cambiado…

-Hey!! Esa es mi casa Q1 de cuando empecé!!! Jo… que recuerdos. La inflación en aquellos tiempos era enorme y los precios…

-Minarita, maja, callate la boca, anda.- Dijo Kekos00, empujando a Minara hacia la ventana.

En el interior, Minara vio a la plana mayor de Black Fénix entregándole sus regalos de boda. Su emarido, Freddy, probando las armas Q5 último modelo. La tarta, los billetes para el viaje de bodas. Minara se veía emocionada y no paraba de dar saltitos de alegría. Lod_Hack, haciéndose el duro, le daba un abrazo fuerte y Mianiz ocultaba sus celos ante la felicidad de Minara.

-Recuerdas, bonita?!? Ese día te casaste y tus amigos se dejaron los ahorros por ti.

-Si… - Respondió ella cabizbaja.

-Y recuerdas lo que hiciste después?!? Saqueaste las arcas de Black Fénix. Hundiste las milicias con tus gestiones financieras. Gracias a eso, conseguiste tu primer millón…. Y Freddy?!? El PONero que hasta acabó cayéndonos bien, a pesar de robarte de nuestras garras, acabó desquiciado, dando clases de eReligión en un colegio de HaraJuku Girls… Anda Min, es hora de volver, que tengo el otro canal de IRC calentito con Cabrera y Tuput tirándose de los pelos!!!

Minara despertó brevemente de nuevo en su cama. “Me estoy volviendo loca o que?!?” Pero no tuvo tiempo de decir nada más. Una mano apareció de la nada y la arrastró por la ventana nuevamente.

-Jodo… el Presi… Claro, tenía que ser. El omnipresente Dragonosca… Que no hay manera de quitarle el puesto!! – Dijo Minara

-Menos coñas, Min. Como Presi vitalicio del Fénix, me ha tocado ser el Fantasma del Presente. Nadie quiere ni acercarse a ti. Así que me toca. Y ahora mira…



Dragonosca señalaba con su dedo una ventana rota en una casita de un barrio marginal. Y dentro, Bizkaia se afanaba cocinando un bakalao a la Vizcaina, sin bakalao…. Gral Snake jugaba con un trenecito sin ruedas y el pobre Sgt Euskadi languidecía tumbado en una cama sin sábanas. Hikoki entró en la casa con un pequeño paquete. “Ho, ho, ho!! Feliz Navidad familia!! Como está mi capitana favorita?!? Y mis niños tan majos!! Venga, alegría, que mañana es Navidad!!” “Hikoki… has traido algo para comer, o Minara se ha olvidado de darte el extra de navidad?!?” “Venga, cari, no seas así. En el fondo Minara no es tan mala… Mira, he traido una sardina… Er, ya yo he comido, así que mejor te la comes tú y los niños.”

-Extra de Navidad?!? Ni loca!!! Menudo desperdicio!! Y que tiene de malo una sardina?!? Oye, Drago… que le pasa a Sgt Euskadi, porqué está en la cama?!?

-Minara… Ya no te acuerdas?!? Cuando Hikoki te pidió un prestamo para enviar a su hijo a un Hospital Q5?!? Se lo negaste, diciendo que rezando a Varnish bastaría… Bien, el cura se equivocó… Venga, que hasta mi obligación como Presi tiene limites y no aguanto estar más contigo…

Minara se encontró nuevamente en la cama. Su camisón algo alborotado y frío. En su mente la imagen triste del pobre Sgt Euskadi. Esta vez no la pilló de sorpresa. Sentada en su cama, vió como una aparición fantasmagórica y encapuchada atravesaba la pared y se acercaba a ella.

-Venga, el Fantasma del Futuro, verdad?!? Estoy lista. Llévame donde quieras, que no me importa.

El fantasma se tambaleó un poco al acercarse a ella, pero no pronunció palabra. Cogió su mano y se la llevó por la ventana, como los anteriores. Minara intentaba verle el rostro, pero no era posible. De cuando en cuando le parecía escuchar un *HICS*, pero aparte de eso, todo era silencio.

El fantasma le enseñó nuevamente la casa destartalada de Hikoki… Bizkaia y él se abrazaban fuertemente, los rostros hundidos en los hombros de cada uno. Gral Snake miraba la cama vacía donde antaño descansaba Sgt Euskadi, intentando ahogar las lágrimas que salían de sus ojos.

-Ey… Donde está el chavalín?!? Porque lloran?!? – Dijo minara, pero no recibió respuesta.

En un pispas, la casa cambió a la suya propia. En su habitación, Felispon y Oso Navegante iban recogiendo el edredón de la cama y los candelabros. “Crees que sacaremos algo de esto?!? Espero que al menos nos de para unas copas, pero lo dudo. La maldita tacaña de Minara no se gastaba un ESP ni en si misma.”

-OI!! Que morro, esas son mis cosas!!!! Me están robando!!! – dijo Minara.



La figura espectral no se inmutó. Cogió su mano fuertemente y la obligó a girarse. Esta vez se encontró con un cementerio. Un grupo de gente se dirigía a la salida. Minara no se atrevía a hablar. Su mente estaba petrificada por el miedo. Una lápida fría se erguía ante ella y su nombre… escrito en letras góticas mal deletreado.

-No!! Fantasma!!! Porque me traes aquí!! Es que he muerto?? Quien es esa gente que ha venido!! De que se ríen. Porque no hay lloros ni plañideras. Donde están mis compañeros del Fénix. Y mi emarido?!? Es que no me merezco ni una lágrima!!!

El fantasma no se dignó a responder. Levantó una mano cadavérica, abrió un tapón y bebió el líquido sagrado de una botella de vino. Minara se estremeció al reconocer esa mano. Su mente aterrorizada soltó un gemido de derrota. Ya no pudo más. La locura se hizo presa de su ansiedad y con un grito desgarrador, se lanzó a las faldas de la túnica mortuoria del fantasma.

-Perdóname!!!! No quiero morir así!!! Amendaré mis errores. Cambiaré, haré lo que quieras, pero sálvame de mi destinol!!

“*HICS*”, fue la única respuesta que recibió Minara Scrooge antes de perder el conocimiento.

El sol de invierno amaneció en la ventana abierta de la casa, la brisa se coló por ella y como un beso, depositó su frío en la mejilla de Minara, que despertó inmediatamente de su sueño febril.

-Perdóname…!! – Dijo Minara aún soñando. Sus ojos bien abiertos examinaron su habitación. Todo era como siempre. Su edredón y candelabros continuaban en su sitio y salvo la ventana abierta, nada hacía entrever diferencia alguna. Minara se asomó y respiró profundamente. Miró al cielo azul primero y después al suelo blanco, cubierto de nieve.

-Eh!! Oye, tú!! Okalahan?!? Si, no te largues. Que día es hoy!! - Gritó Minara ansiosa.

-Pues, 25, doña Minara. Hoy es Navidad!!! – Contestó Okalahan sorprendido.

-Conoces la tienda del viejo Halesis en la esquina?!? Toma este Gold y dile que quiero el pollo descabezado Q5 más grande que tenga!! Con lo que sobre, quiero que compres la botella de vino eEspañol mejor que tenga. Ya sabes, un Burdeos o un Languedoc. Lo mejor del epaís!! El resto te lo puedes quedar… Ah!! Y dile que lo envíe a casa de Hikoki!! Con una nota que ponga “Extra de Navidad.”

-Siiii, señora!!! –Respondío Okalahan mordiendo el oro, incapaz de creerse que la agarrada de Minara soltara un solo penique!

Sin dilación. Minara rebuscó en su armario sus mejores galas. Acto seguido, contactó a su médico privado por gtalk y le convenció generosamente acerca de hacer una visita relámpago a Sgt Euskadi. El chat eRep continbuaba siendo refugio de losers, así que ni se molestó. Después envió un MP a Lod_Hack, conminándolo a reunir a la plana mayor de Black Fénix y con su último Login antes del cambio de día, donó a la Org Metal Fénix un millón de ESP.

A partir de entonces, eRep volvió a ser un lugar feliz. El alma de Torancito encontró su descanso en una mesa de poker, junto a Meiko, Diarmuid y Sccott. Incluso Kaylee abandonó su firmeza militar para dejar un ramo de flores en su tumba. Freddy consiguió un traslado a una escuela privada de Lap Dancing. Hikoki y Bizkaia vieron orgullosos a Sgt Euskadi alcanzar el FM ansiado y ser heroe en una de las innumerables revueltas de la extinta eFrancia. El Black Fénix renacido consiguió dar el golpe definitivo a Phooenix. Felispon y Oso Navegante hasta ganaron la eLotería y dejaron el empleo en la casa mortuoria.

Minara consiguió enderezar su vida. Abandonó sus negocios y se dedicó en cuerpo y alma al IAN, Instituto de Ayuda al Novato, cuidando ebabies. De su fortuna, poco quedó tras sus donaciones. Tan solo un montante discreto, enviado a una empresa escocesa con instrucciones muy claras: “Fondo vitalicio de whisky. Enviar a Danybat semanalmente”

FELIZ *HICS* NAVIDAD!!!!!!!!#



Articulo escrito por: Dnaybat
Imagen inicial por: Elnuberu

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