[Black Fenix] Chateau Du Faile

Day 761, 12:16 Published in Spain Spain by Black Fenix

En algún lugar entre Limousin y Asturias…

La batalla había sido un éxito. Una vez más, eEspaña surgió de la nada para proteger una de sus provincias del pérfido ataque eFrances: Limousin.

Y una vez más, el Black Fénix acudió a la llamada urgente del Ministerio de Defensa y echó el hombro ahí donde hacía falta, en lo más alto de la muralla!



Con al ánimo bien alto, las milicias vuelven a su cuartel general en Asturias. Dragonosca mira orgulloso a sus polluelos, mientras Lod_Hack y Bizkaia hacen recuento de avituallamientos. Hikoki explica a Kekecrack2 sus planes de conquista mundial, y Danybat guarda celoso un paquete en forma de botella. Felispon, por su parte, se despide efusivamente de una joven ecroata, silenciado por un beso para deleite de todos. El avión está listo para despegar.

La horas pasan amenas a pesar de sobrevolar una tormenta. Oso Navegante explicaba como su presencia hizo irse de vientre a los gabachos. Y WintersComing mostraba a todos su herida de guerra, una quemadura en la piel provocada por el cemento húmedo dejado a secar.

De repente, el piloto, un tal Kekos00, semi-afiliado a las milicias, lanzó un quejido. “Mayday, mayday!! Huele a canela!!!!”, gritaba por la radio. En pocos segundos, el avión se precipitó en picado hacia el suelo, entre alarmas y luces fulgurantes. Con gran esfuerzo, Netherof se abalanzó sobre los controles y logró alzar la nariz del avión justo en el momento en que se estrellaba…



-Que pasa, donde estamos, algún herido?!?- Preguntó Dragonosca algo aturdido, con el polvo en la cabina de pasajeros aún flotando tras el choque..

Poco a poco los miembros de las milicias iban saliendo de las ruinas metálicas de su transporte. Gral Snake hacía recuento de los soldados y Sgt Euskadi sacaba vendas y esparadrapos.

La noche cerrada no hacía sino intensificar el frío cortante y la lluvia intensa golpeaba los rostros apabullados de las milicias. Perdidos en medio de la nada. En un bosque antiguo de nombre desconocido, el Black Fénix tiritaba escuchando el aullido de siniestras criaturas cada vez más cercanos. En momentos como este, uno sabe que espátulas y cemento rápido no son las mejores armas…

Fue Anhellido el primero en observar una pequeña luz en la lejanía. Prestos, el Black Fénix dirigió sus pasos cansinos hacia ella. Al poco llegaron a la pared de una montaña de piedra negra, que se abalanzaba sobre ellos como una sombra tenebrosa. Hurgando con los dedos en la oscuridad de la noche, Trivaz encontró una hendidura en la pared, y de ahí una cueva que se adentraba en las profundidades de un averno que causará pesadillas de por vida a los miembros del Fénix.

Escondido entre la negra roca. Esculpida con los huesos de miles de pobres infelices y regada con sangre de miles más, se encontraba, majestuoso y fatídico, el Chateau du Faile de las míticas y terroríficas leyendas efrancesas…



El terror se apoderó de los soldados, como garfios que atenazaban sus corazones mientras sus estómagos se contraían hasta quedar del tamaño de una nuez. Un mechón de pelo de Osmacho se volvió blanco de la impresión.

-Nunca pensé que este sitio existiera de verdad...- Dijo con voz trémula Bizkaia.

-Coño… Es el maldito Chateau du Faile… El maestro Pepu me contó la historia…-comenzó atemorizado Mianiz.- Un castillo construido en tiempos inmemoriales por un mago diabolista. Un infeliz que encontró un grimorio escrito con sangre de demonio y envuelto en piel y plumas de un pollo descabezado. En su interior se encontraba un hechizo que creaba multis y los ataba a la voluntad del invocador. De esta forma consiguió un ejército de esclavos que construyó el castillo con sus manos hasta que quedaron en muñones. Cada vez que alguno moría de agotamiento, los resucitaba una y otra vez…

-Eso no es todo.-Interrumpió Dragonosca preocupado.-Diarmuid, cuando era ministro de defensa en la reconquista de eEspaña, me comentó un secreto… Al parecer los egabachos no solo habían vuelto a encontrar el Chateu y el grimorio… además habían invocado al peor de los demonios.., Halesis! Chicos… esto no me gusta nada!



-Sea lo que sea, Jefe,-dijo Kekos00, corriendo hacia la entrada.- pero rapidito, porque estos bichos ya están oliéndome los pedos!!!

Entre la espada y la pared, Escila y Caribdis, el Black Fénix hinchó su pecho y se encaminó hacia el oscuro corazón del Castillo. “El miedo mata la mente”, se repetían asimismos, palabras extraídas del manual de las milicias. “Solo hay un camino, siempre hacia delante” recitaban también. Bizkaia daba palmadas a los más jóvenes, que inmediatamente sentían su calor y se calmaban. Lod_Hack caminaba con paso firme, intentando infundir valor ahí donde no lo había. Por fin dentro, sin la jauría de criaturas diabólicas acosando.



Una ominosa presencia se filtraba por el aire del castillo. No un olor. No una corriente. Diferente. Como una electricidad que ponía los pelos de punta. Un mal blasfemo y rencoroso que se deslizaba por la piel. Pegajoso, inhumano.

Poco a poco, con Bacardi con Limon haciendo de scout, el Black Fénix se abría camino por los entresijos del castillo. El silencio solo entrecortado por los tacones altos de Bizkaia contra el frío mármol del suelo. Habitación tras habitación, pasillo por pasillo, cada uno de ellos con una decoración más surrealista y tétrica. Banderas de eFrancia por todos lados. Pollos descabezados colgando del techo. Quesos fétidos hediendo el aire. Caminando sin descanso. Aguantando el aliento que parecía contaminado.

Finalmente se llegó al lugar más temido de todos. Desde una balconada, el Black Fénix encontró al mal que acuciaba el mundo. Y el terror se apoderó de sus corazones.



Mezza Le Fail y su progenie de Scargots!!! Y junto a ellos, los cadáveres del Baby fail efrances. Huesos de ebabies devorados por las huestes hambrientas de multis de Mezza!! Y en el otro lado, la pobre Alizee encadenada, hechizada y drogada para servir a su Bajeza, incapaz de reunirse con el amor de su vida, Taguaro.

Un horror indescriptible. Un mal abismal y nauseabundo. Rezos ni plegarias valen en este santuario del terror, ni por Varnish ni por nadie. Las rodillas flaquean, el alma grita desde lo más profundo, sabiendo la condena eterna que le espera si resulta engullida por la maldad apocalíptica del lugar.

-Que alguien nos ayude… Estamos perdidos...- Dijo en un susurro Dragonosca, con la sangre helada en sus venas.

-NOOOOOO!!!!!!! – Se oyó desde una pared lejana.

Justo detrás de Mezza Le Fail, se podía observar un rostro… enclaustrado en la pared misma, una mano estirándose, intentando salir de su cruel y dolorosa carcel…

Sccott!!!!!! El desaparecido Sccott, que se atrevió a desafiar al demonio Halesis y fue cruelmente castigado por su ira. Sccott, uno de los más grandes y poderosos agentes del Bien que eRepublik ha conocido nunca. Padre fundador del Proyecto Fénix. Ahora, una mueca grotesca en una pared, nada más, triste epitafio a su gran obra…



Mezza desvió su cetro maligno, con la que apuntaba mortífero al conjunto del Black Fénix, asustado de ver a Sccott aún con vida y musitando sagradas palabras…

Sargento Euskadi, aprovechando la confusión momentánea, agarró el paquete que cargaba Danybat y lo lanzó furioso al círculo maléfico que rodeaba a Mezza, interrumpiendo sus elucubraciones siniestras.

Con los ojos blancos y la venas latiendo a flor de piel debido al esfuerzo y la concentración. Sccott reunió toda su fuerza, la energía conferida por el Fénix, y la impulsó en un último gesto magnánimo. Con una llamarada fulgurante, creó un portal mágico justo detrás del Black Fénix mientras su cuerpo, atrapado en roca, era consumido por las llamas.

-Rápido, Fénix… Volved a casa… Vuestra presencia me ha dado la fuerza necesaria para romper mis cadenas… Por fin podré descansar en paz… Gracias…

Lo último que el Black Fénix escuchó al lanzarse al portal fue el desgarrador grito de impotencia y rabia de Mezza Le Fail…




Pasarán días antes de que el Black Fénix se recobre lo suficiente… Meses, antes de poder dormir una noche entera… Pero ni años ni décadas les harán olvidar el sacrificio último del Director de la Obra Social.

En un rincón, tan solo un miembro suelta lágrimas de pesar… Inconsolable, el recuerdo de haber perdido una botella de Chateau Lafitte 1787 le perseguirá de por vida…

Articulo escrito por Danybat





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