¡A judear se ha dicho!

Day 3,503, 06:27 • Published in Cuba Cuba • by Juan Ortega
Por Juan Ortega


En primer lugar, pienso que es de agradecer la aparición del periódico EL ROJO Y NEGRO de Victor Tilos. Por primera vez en semanas, un periódico saca debates de contenido político en lugar de debates sobre la lucha de poder -yo soy el primero que entona el "mea culpa"- que poco aportan a la vida política de nuestro país.


Símbolos de las tres religiones monoteístas.

¿Es judear un término atisemita a sustituir? Para responder a esta cuestión es conveniente que nos remontemos a los antecedentes históricos. ¿Por qué se asocia una cultura, una etnia o una religión como la judía al comercio?

Todo se remonta a la aparición de las religiones monoteístas. Las tres mayoritarias: el cristianismo, el judaísmo y el islam prohibían la usura. Y en aquella época usura no era, como hoy, un interés desproporcionado sino cualquier cobro de interés.

Naturalmente, esta prohibición iba en contra de la naturaleza humana. Todos preferimos consumir bienes ahora en lugar de hacerlo en el futuro. Y, en consecuencia, el sacrificio del ahorro debe ser recompensado. De lo contrario, nadie ahorraría.

La prohibición de préstamos con interés era taxativa en el judaísmo. Sin embargo, contenía una excepción. Era lícito que los judíos prestasen a los gentiles (a todos aquellos que no eran judíos). Y así es como la cultura judía tuvo en la práctica, durante siglos, el monopolio del mercado bancario.

Este pragmatismo en la religión judía no se refiere solo a la actividad bancaria sino a cualquier otra actividad comercial. Miren este ejemplo de la biblia [Mateo 8: 28-34] :

28 Cuando Jesús llegó a la otra orilla del lago, a la región de los gadarenos [a], se le acercaron de entre las tumbas dos hombres poseídos por demonios. Vivían allí y eran muy violentos, por lo que nadie podía pasar por ahí. 29 De pronto ellos gritaron:

—¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido antes de tiempo para castigarnos?

30 A lo lejos había muchos cerdos comiendo. 31 Entonces los demonios le rogaron a Jesús:

—Si vas a expulsarnos de estos hombres, mándanos a entrar en esos cerdos.

32 Entonces Jesús les dijo:

—¡Vayan!

Los demonios salieron de los hombres y entraron en los cerdos. Entonces todos los cerdos se echaron a correr pendiente abajo por el barranco, cayeron en las aguas y se ahogaron. 33 Los encargados de cuidar a los cerdos salieron huyendo. Al llegar al pueblo, contaron todo lo que había pasado e incluso lo que les pasó a los hombres que estaban poseídos. 34 Entonces todo el pueblo salió a ver a Jesús y le pidieron que se fuera de esa región.

¿Para qué criaban los judíos cerdos si no podían comerlos (no son alimento kosher)? Pues lo mismo que los préstamos, para venderlos a los gentiles (en aquellos tiempos, principalmente los romanos).

En conclusión, cuando decimos que judeamos, estamos alabando el pragmatismo y la tolerancia de una cultura que, aunque en la mayoría de los casos no sea la nuestra, posibilitó con estas medidas grandes avances en la economía y el bienestar global. Yo, continuaré judeando.