Nuevas Fronteras (Tortura 5)

Day 1,906, 08:36 Published in Spain Spain by pabman11



Están todos reunidos en torno a mi… Un círculo perfecto de personas sentadas, en cuclillas o de pie, impacientes… Una votación ha decidido quedarnos a luchar, aunque con una estrategia conservadora…

— Jervaj, tú te quedarás al mando de la infantería, entre ellos, los campesinos que sepan usar algo más que la azada… Leo, conduce a los sacerdotes a las torres laterales, desde allí podréis atacar mejor a los enemigos… Esporas, Duxx, yus y Feizan, ir a las torres donde tenéis alojadas las ballestas, afinad la puntería, y Sandarius y Fco Javier, poned aceite a hervir en las cazuelas de las almenas e impregnad flechas con el líquido para que atraviesen mejor las armaduras de cuero que llevan los Tautófagos…

Un cuervo vuela hacia nosotros… ¿Un cuervo blanco? No, es negro, pero lleva un sobre colgando de las patas…

— Alceo, viene de los shaktas, tradúcelo…
— Por supuesto milord. “ Estimado general shakta: Hemos tenido noticias del asedio a que está sometido desde hace unos días y hemos enviado unos soldados que teníamos en el continente para ayudarle. Saludándole: Vladius II, general del hielo shakta ”.
— ¡Refuerzos. Así seguro que podemos ganar! Alceo, sal por el pasadizo y sal a su paso, supongo que vendrán por el mismo camino que vinimos nosotros… ¡Cada uno a su sitio, oigo trompetas de guerra!

Es cierto, unas notas de guerra suenan mientras un caballo se acerca con una bandera de alto al fuego en la mano. Acciono el mecanismo de la puerta y salgo a verle.

— Saludos general pabman11. Soy un mensajero de Laertes. El ataque se efectuará a medianoche.
— ¿Y porque se digna Laertes el Usurpador a avisarme de la hora en que atacará?
— Las reglas de la guerra son iguales para todos, sean Usurpadores o Usurpadores…
— ¿Lo mato? — Me dice Aleju, que enarbola una lanza de hierro.
— Si las reglas son iguales para todos, lo son. Y el tratado de mensajería impone que los mensajeros se deben respetar…

El caballero huye galopando hacia la densa hilera de tiendas rojas situada a muchos metros pero pocos kilómetros…

No hay nada más que ver aquí. Mi trabajo se valora más en otros sectores del castillo como por ejemplo en las torres… El sol va cayendo mientras el sonido de las armas va aumentando, las espadas de los caballeros entrechocan mientras entrenan, las luces que salen de las torres donde están los sacerdotes, el fuego quema desde las almenas donde reposan las cazuelas con el aceite… La noche se hace oscura, el reloj de arena va cayendo, marcando los segundos, marcando las horas…

Es medianoche, justo medianoche… Una trompa resuena entre la línea roja, en el horizonte… Veo dos, no, tres catapultas que salen desde ese infierno… También varias decenas de arqueros… Fuego que se prende en las flechas… Debemos atacar… Desde mi torre, enciendo una antorcha, señal para las ballestas… Los sacerdotes, con aka y boitx a la cabeza, se ponen en posición y agachan la cabeza… Una bola violeta sale de entre las manos de Schicksalstag y se estrella contra una catapulta… No pasa nada…

— Blanca — Susurro. — Tienen protecciones mágicas…
— Ya lo he visto, avisa a las ballestas, de alguna forma…

El cuervo… Silbo para llamarlo. Llega en instantes y pongo una escueta nota: “Afilad las flechas, tienen protecciones mágicas.” El cuervo vuela y llega al torreón. Duxx levanta una antorcha en cuanto lee el mensaje… Perfecto, ya están prevenidos… Yo mismo debería poner protecciones en torno a nosotros mismos…

Pero llego tarde. Igreen ya está formulando un hechizo con el que protegernos de la magia, por lo menos… Un aura apagada nos rodea a todos los que estamos dentro del castillo…

Una oleada de flechas silba el aire dirigida hacia las murallas del castillo, hacia los torreones, hacia nosotros… Una flecha viene marcada hacia mi… Una flecha que se desvía por acción de un hechizo de aka… Sonrío al ver que nadie está herido… Ni dentro, ni fuera del torreón… Fuera del foso, el ejército sigue avanzando directo al castillo. Esta vez, delante van los lanceros, pica en ristre, defendiendo una especie de cuerda…

Esto no parece que pueda ser parado con flechas, ni con magia normal… Saco el tótem dedicado al fuego… Concentración… Concentración… Una bola de fuego perfectamente redonda sale disparada hacia el cabo que pretende engancharse a la puerta del castillo… Quema con rapidez…

Pero se han enfadado. Esta última acción ha hecho que Laertes grite de tal manera que hasta en las torres oigamos su voz… Dos hombres, o eso creo yo, salen de entre el grueso de las tropas… Se ven borrosos, como demasiado rápidos… Lanzan dos cuchillos en dirección a la torre y… Porque me agacho, porque si no me atraviesan el cuello. Los cuchillos han superado los casi treinta metros de distancia entre la torre y el suelo, más la distancia que cubre el foso…

— No son humanos… — Me dice Blanca en el suelo. — Son una especie élite de los Tautófagos…
— Ya decía yo… Eso no es normal… Si nos superan, estaremos perdidos…
— Y los shaktas?
— No sé dónde estará Alceo… Debería haber llegado ya…

—Aguantemos, las ballestas tienen suficiente distancia como para atacar…
Blanca coge la antorcha y la agita en dirección a la torre principal, donde aguardan las ballestas…

Una bola de fuego se dirige hacia el portón, volando desde una de las catapultas… Golpea, sin hacer grandes daños, pero si un humeral que parece dañar el puente levadizo… Esa es nuestra mayor opción... Que rompan el puente y no puedan acceder… pero no serán tan idiotas…

A lo lejos, algo desentona con el rojo habitual de los ejércitos de Laertes… Los SHAKTAS

pabman11, Redactor de Desde La Nevera y encargado de vuestra seguridad