El mes que fui más momio que Li: análisis de la última legislatura

Day 3,233, 17:23 Published in Spain Spain by anaximenes

Hace unos meses, cuando estuve en el Congreso por primera vez, como tapón de la Guardia de la Noche, saqué una serie de artículos cortos con el epígrafe [Tapongresista], no creo que se los leyese nadie que no tenga algún tipo de TOC con la prensa eRepublicana (Mr.Monkey). Mi intención era narrar lo que iba ocurriendo en el Congreso y tender de esa manera más puentes entre el ingame y el outgame. Estaba especialmente dirigido a los novatos quienes muchas veces piensan que en este juego no ocurre nada porque la mayor parte de lo que ocurre no se ve a simple vista.

Como no triunfó demasiado esa línea editorial y ya casi no quedan novatos ni jugadores, esta vez, el primer mes que fui congresista de pleno derecho y cabeza de lista de mi partido, he decidido contaros mi experiencia en un único artículo que he decidido titular "El mes que fui más momio que Li" por razones que detallo más abajo. Este última legislatura, quién sabe si la última en mucho tiempo ha sido más intensa de lo que pudiera parecer a juzgar por la baja actividad en la eprensa.

La transición a la nueva legislatura no fue fácil. Yo mismo tuve mis divergencias con el marrón papel que le tocó jugar a Manuel al frente de una Mesa autocesada y ante un vacío de poder en la administración del foro propio del mes de agosto. La reticencia general por parte de los congresistas a asumir cargos en las comisiones y la Mesa marcaron este incio de legislatura y ocasionaron múltiples quebraderos de cabeza. Aunque hubo discusión sobre cómo entender y aplicar la ley y la solución que se adoptó no fue, a mi juicio y al final también al de Manuel, la más acorde a ley, pudimos comenzar a funcionar con normaliad en el órgano con relativa celeridad.

Una vez constituidos los órganos de gobierno del Congreso empezamos con un impeachment al CP, GeneralFernandoyo, a petición de su propio Dictador, X5Kisuke, por absentista. Las circunstancias que favorecieron su llegada al gobierno (principalmente que el otro candidato fuese Leogar) fueron ampliamente discutidas y debatidas antes de las elecciones, pero tras la victoria del GeneralFernandoyo no estaba todo dicho. La queja de X5 abrió la puerta a un gobierno de Leogar durante un par de días. Lo que no había ganado en las urnas le fue otorgado por el Congreso tras un impeachment, que yo voté de manera favorable y que me sigue pareciendo a día de hoy justo.

Aunque también hay que decir que siempre reconocí y defendí que no se hizo con Fernandoyo lo que la ley dictaba, que era devolverle la dictadura a él o a quien él designase durante la votación del impeachment. Estoy seguro de que actuó movido por las mejores intenciones y con un respeto escrupuloso a las órdenes del Gobierno durante todo el tiempo que estuvo en ejercicio de su cargo, pero Li Shaoran, Presidente del Congreso, nunca debió asumir la dictadura durante la votación del impeach. Aunque en ese momento pareciese el mal menor, la ley hay que cumplirla y los congresistas debemos ser los primeros en respetarla (ya vais entendiendo mejor el título y, seguramente, el chopeo reciente de Leogar).

Los de Leogar al frente del gobierno fueron un par de días muy intensos a nivel de boletines, prensa y roleo (algo esperable, ya que su programa electoral prácticamente se ceñía a este ámbito). Sin embargo, un único gesto del Dictador, CP y Congresista más querido de eRepublik empañó la vidilla que trajo al juego en pleno agosto ese equipo de gobierno del que hay que decir que yo formaba parte, no lo digo para colgarme algún mérito por ello, la verdad es que nunca llegaron a asignarme ningún cargo o tarea, lo digo para que se entienda y juzgue correctamente todo lo que ocurrió justo después.

Ese gesto equivocado de Leogar fue otorgar la ciudadanía, anteriormente denegada (de manera acorde a la ley) por la Comisión de Inmigración, a un nongrato, un troll apreciado por muchos (entre los que me cuento) de nombre Corchuela. Los motivos para otorgar esta ciudadanía contraviniendo casi todo nuestro sistema jurídico, usurpando potestades del Congreso y poniendo en entredicho la figura del dictador de autoprotección sólo los sabe Leogar. Yo creo que su decisión derivó de dos factores, el primero que ya había perdido las elecciones de septiembre a CP contra Lord Rezo/Doel y el segundo que a él no le parecía correcta (formalmente) la nongratitud de Corchuela.

Sin embargo, sin entrar a valorar si Corchuela debería seguir siendo nongrato o no (yo era uno de los congresistas que habrían votado a favor de perdonarlo si hubiese esperado al momento apropiado y hubiese utilizado los cauces previstos en la ley), no podemos discutir que el gesto de Leogar al concederle la ciudadanía puso en tela de juicio todo nuestro sistema de legitimación. Ningún jugador puede estar por encima de la ley y del Congreso (véis, cada vez me vuelvo más momio).

Leogar es un jugador al que admiro por sus luces y detesto por sus sombras. Es, seguramente, uno de los jugadores que más ha aportado a este juego en los últimos años; pero también es el responsable del hastío de la mayor parte de la comunidad. No sólo los que simpatizan con el FPE ven inapropiada la guerra sucia, repetitiva y aburrida en la que se encuentran inmersos ambos bandos, también muchos jugadores neutrales nos aburrimos de leer siempre las mismas tonterias (feparras, ladrones, leoguarra, #prozac, etc.). No obstante, yo creo que las luces deben brillar siempre más que las sombras y disiparlas y por eso creo que todavía no hemos vista la mejor versión de Leogar, esta está seguramente por llegar.

Os preguntaréis entonces, si tengo estima a Corchuela y a Leogar, por qué pedí vehementemente la nongratitud de Leogar a raíz de este suceso. Lo hice porque ningún jugador puede estar por encima de la comunidad. Ni más ni menos, no fue por antipatía personal, afán de protagonismo o intento de lanzar mi carrera política. Fue porque ese gesto contraviene los principios más básicos de eRepublik, principios que ayudaron a crear esta comunidad desde la Beta y que han regido siempre su destino. eR no es un juego para que un jugador disfrute a costa de los demás, no es Travian (espero que alguien más recuerde la competencia que le hacía el Travian a eR en la Beta y no sea yo el único viejuno que todavía lee la prensa). Leogar revolvió mi motivación más profunda para jugar a esto y me sentí obligado como Congresista a intentar hacer justicia con él.

Creía entonces y creo ahora que no importa lo haga un jugador. En eR hemos visto robos, golpes de estado, troleos, insultos, hemos visto de todo y eso no ha destruido el juego. Un jugador puede actuar mal y no debilitará la vitalidad del juego, pero si la comunidad permite, alienta o premia ese comportamiento pondrá el primer clavo de su ataúd.

Si consentimos que eso ocurra, la comunidad acabará por disolverse y el juego dejará de divertirnos. Leogar merecía ser nongrateado y la decisión que tomamos al no hacerlo (el resultado de la votación fue 9 a favor, 9 en contra, 8 en blanco) servirá en el futuro para que otros jugadores se sitúen por encima de la comunidad y se salgan con la suya. Al final todos los que no queremos abusar ni que abusen de nostoros nos iremos y esto, si no lo es ya, será pasto de abusones, visas y nostálgicos.

Los insultos, menosprecios y demás comportamientos impropios de un diálogo sano entre cargos públicos que se leyeron durante el debate de la nongratitud no merecen una línea en este artículo y no la tendrán. Tampoco hablaré de la actuación de la Mesa como moderadora porque me avegüenza. Prefiero hablar de los congresistas como akashapeke o eclank que no se callaron ni se conformaron cuando vieron el Congreso convertido en un plató de telebasura y se quejaron. Ese espiritu de disconformidad con la decadencia de nuestra epolítica es quizás la única salvación que puede existir para un módulo destrozado por la preeminencia del militar (el más reciente y destuctivo de los módulos de eR). Una lástima que ese espíritu no los moviese a convertir sus votos en blanco en votos a favor. Si la comunidad reaccionase más, hoy quizás tendríamos un juego diferente y, sin duda, mejor.

No valoraré las sanciones mínimas que recibió Leogar por todas estas acciones porque fueron impuesta conforme a ley, una ley de extremos que pasa de la sanción leve a la nongratitud. Descartado el castigo previsto para algo tan grave, la nongratitud, lo único que se podía imponer era una sanción leve. El problema fue que descartamos la nongratitud y aceptamos el precio que Leogar había decidido pagar por su acto (no, ni siquiera eso, le perdonamos la multa de 5 GOLDS que él estaba dispuesto a asumir).

Además de sanciones este mes también aprobamos reformas menores en los reglamentos para permitir a los ciudadanos cubrir las vacantes que la pereza y el café de los congresistas dejan en las comisiones, algo vergonzoso y lamentable bajo mi punto de vista, y también aprobamos la Ley para la creación y concesión de las Medallas del Congreso al Mérito, que los lectores de este periodico ya conoceréis.

Ahora cerramos una legislatura convulsa para iniciar un vacío político que no sabemos cuanto durará, esperemos que no mucho. A ver si aprovechamos este tiempo para reflexionar sobre cómo queremos jugar a esto. Por mi parte, no pienso presentarme al Congreso, lo haya o no, al menos, en una buena temporada. Seré tapón cuando mi Lord Comandante me lo pida, pero no voy a trabajar en nuevos proyectos legislativos durante un tiempo, no creo que el módulo político lo merezca.

Un guiño afectuoso para todos los que hayáis llegado leyendo hasta aquí.