PLACAS ROJAS, EL CAMBIO.

Day 4,366, 12:38 • Published in Argentina Argentina • by Pablo David Costa





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Esta noticia, puede tener una parte buena y una ranja, pero lo interesante es que es muy seria y se llevó la salud de algunas personas, a pasear, pero se la llevó.

Evaristo piana, vivía en el barrio de Claypole, y las diferentes circunstancias lo llevaron a la isla Maciél, a disfrutar de su noviazgo allá por los años 89, desde entonces su situación económica no había cambiado favorablemente, vivía en la casa de de sus padres, hasta que ella lo dejó, y luego la lamentable trama de acontecimientos, que resultaron.



Traigo a colación el tema de la visita a la Isla Maciel, porque allí compró miel, cerveza, comió un emparedado de pera y salchica y otras delicias. Pero también compró un cuchillo artesanal.


Lo que van a oír, es contado por Steven Spelberg, en las cenas de honor de las ceremonias Oscar las veces que puede hacerlo.

Entonces, su cuchillo había sido robado por un muchacho, que había dejado la cuarta de comunicaciones, y entonces prefirió, no hacer nada al respecto, luego tomó varias veces la maldita decisión, por mal de amores y otras razones de acabar su propia vida, se tiró al riachuelo y fué enocntrado sano y salvo, se ató a la rueda de un camión y el camión no quiso arrancar.

El muchacho que robó su cuchillo puso en el año 2001 una carnicería en Villa Crespo, y la mala vida de Evaristo, lo llevó a la delincuencia, donde conoció a los artesanos que habían confeccionado aquel cuchillo con el cual, también había intentado quitarse la vida.

Ya en el año 2017, sucedió algo insólito, y que muchos no van a creer, el grupo de artesanos, entró armado al local comercial cito en Villa Ortuzar, que había cambiado de domicilio por razones de pago de alquiler. Y ceveramente pideron la recaudación del local armados, debido a que todavía no habían cobrado el diner de su confección. En ese mismo instante, Everisto Piana, entró en la carnicería y batió a tiros a los cinco artesanos, es lamentable que estas cosas ocurran dijo luego. El carnicero lo reconoció, y dijo Everisto, yo había tomado tu cuchillo cuando empecé en el negocio de la carne. Evaristo, dijo, yo había querido suicidarme, con un cuchillo y de otras formas, pero por suerte encontre esta pistola.
El carnicero exclamó La Pistola que me Savló la Vida. Y Everisto no tuvo piedad disparando al carnicero en la cien. En la cien, en la CIEN.