Diminuto paseo por calles argentinas y la pedagogia del miedo.
ilmoka
Bartolomé Mitre: "El que levanta la voz al sargento como el que levanta la espada al coronel, comete un acto de insurrección y merece una pena grave; y si los azotes están abolidos, se precisa matar al hombre por una pequeña falta cualquiera". Y continúa; "Ha llegado el día en que ha habido 43 casos de muerte, porque no ha habido otro medio de castigar las faltas graves.
Coronel Conesa: -La abolición de esa pena va a dar por resultado la disolución del ejército. Vamos a abolir la pena de azotes, pero tenemos presente que esta pena va a tener que ser reemplazada por la última pena
Diputado Granel: - ¿Saben los señores diputados cómo se manda azotar en nuestro ejército? Yo les diré: sin forma alguna de juicio, violando todas las prerrogativas que las leyes militares acuerdan a los que delinquen en el ejército [...] El ejército argentino es una fantasía mitológica que está representado por el suplicio de Prometeo en que los jefes son el buitre y los soldados las víctimas".
Adolfo Alsina: - ¿Entonces, qué quedaría para el ejército? El cepo de campaña se dice; pero este castigo es un tormento: la Constitución lo prohíbe indistintamente. El cepo de campaña con ligaduras fuertes trae consigo dolores agudos, el entorpecimiento de los miembros, la interrupción de la circulación de la sangre y la muerte también, si se prolonga demasiado. ¿Qué va a quedar, pues, para el ejército... si se quita la pena de azotes? ¿Cómo y con qué se castigaría, por ejemplo, la falta que comete un centinela que abandona su puesto?.
Sr. Vélez Sarsfiel😛
- Matándolo, lo que es más humanitario.
Sin duda, y basándonos en lo frecuente de las deserciones, de recurrirse al original sistema humanitario tendrían que fusilar a la mitad de los soldados del ejército.
Comments
muy interesante me gustaria saber de donde lo sacaste... tengo la ligera sospecha que estudias historia...el anterior articulo tambien lo lei pero no lo vote porque no lo entendi...
saludos