La leyenda perdida de Macondo

Day 4,293, 17:06 Published in Venezuela Venezuela by Darwin Carballo

Hace un tiempo llegue a Colombia, a un pequeño pueblo llamado Macondo… un lugar de ensueño que parecía sacado de un cuento de aquellos que se escriben con alegría. Al llegar la gente me contagio del buen humor local, una alegría natural. Aunque desde que llegue aquí he tenido sueños así que he decidido escribir esto para narrar mis sueños por si se me llega a olvidar alguno de ellos.

El primer sueño que tuve trataba de un niño en un lugar primaveral, las flores eran de centelleantes colores y el sol literalmente sonreía… el niño estaba en un día de campo, pero de momento a otro hubo un salto y aparecí en un sueño que narraba la vida de una adolescente.
La chica recibía burlas en el colegio, usaba gafas y tenía unos libros en la mano, pude leer el título de uno de los libros que decía: ‘’100 años de soledad’’, un título bastante interesante y triste a la vez.
De pronto otro salto a otro sueño, a otro mundo; esta vez se trataba de un bosque, estaba una mujer hermosa frente a un lago… lloraba y lloraba, la gente suele tener sueños así todo el tiempo, pero este sueño tenía algo peculiar, desde hacía ya 3 semanas cada que dormía daba un salto aquí.
El primer día que di un salto aquí no había lago solo estaba esa chica llorando, al segundo día la chica seguía llorando y así pasaron los días y la chica seguía llorando… así me di cuenta que ese gran lago estaba hecho de lágrimas. Desde que llegue a Macondo he tenido sueños donde solo observo desde lejos y el protagonista nunca soy yo, ya era muy repetitivo venir aquí, así que decidí acercarme a ella para enterarme de que le ocurría.

Ella estaba justo en el medio del lago, nunca había visto su rostro… pues estaba arrodillada en el piso con la cabeza baja y sus manos en el rostro llorando con tono bajo. Camine hasta ella, el agua solo conseguía llegarme hasta el talón, me fui acercando cada vez más a ella que se encontraba en una pequeña zona elevada donde el agua no le podía alcanzar… y arrodillándome junto a ella, ella aun con la cabeza gacha le di una caricia en el rostro para apartar el cabello de su cara y con ternura pregunte:
– ¿Estás bien?

– Mi familia, los escucho pero no puedo verlos, ¿Dónde están?–dijo llorando

– Descuida, ha de ser una pesadilla, ya despertaras, todos despertamos.

Curiosamente desperté cuando dije eso. ¿Sera Macondo? el lugar que me hace tener este tipo de sueños extraños, ¿podrá ser eso? O quizás solo este perdiendo la cabeza.

Días después al dormir, otra vez volví a este lugar, esta vez un poco diferente, estaba mucho más tétrico de lo usual, empecé a escuchar pasos, ahí estaba la chica… caminaba en una dirección y le seguí… Ella se sienta en un árbol y me le acerque.

– Ya no estas llorando, eso me alegra mucho.

– Ya no me quedan lágrimas, ¿quién eres tú?

– ¡Jajá! Pues eso no importa mucho siendo tú un producto de mi inconsciente.

– ¿De qué hablas?

–Pues esto es un sueño mío.

– Este bosque es bastante real llevo meses perdida aquí, ¿podrías llevarme a casa? Por más que busco el camino por donde vine no lo encuentro.

Ella aseguraba que eso no era un sueño, que estaba perdida en ese bosque y que no podía encontrar a su familia… que llevaba mucho tiempo buscándoles y al no encontrarlos empezaba a llorar.

– bien, te ayudare, ¿cómo te llamas?

– ¿Mi nombre? Ya no lo recuerdo…. ¡Espera! Ya lo recordé, me llamo Vanessa Buendía

– bien Vanessa, mi Nombre es Dante Guzmán. –suena el despertador y desperté.


No podía dejar de pensar en Vanessa, tantos misterios en esos sueños, en esa hermosa chica. Intentaba vivir mi día a día con normalidad pero no podía hacerlo, así que decidí pensar y hacer algo que mantuviera mi mente ocupada; compre unos cigarrillos y un periódico y me senté en una plaza pública a leer las noticias y de pronto leo ‘’Chica lleva 6 meses en coma; Los padres de la joven de 18 años Vanessa Buendía aún esperan que despierte’’.
Esta noticia fue totalmente impactante… no sabía cómo tomarla, no sabía cómo reaccionar… Ella era una persona real.

Siendo la hora de dormir, volví a soñar, esta vez fui directo hacia ese lugar. Ella se encontraba sentada en el mismo árbol donde le había dejado; corrió a mi cuando me vio aparecer.
No tuve fuerzas para decirle lo que ocurría en el mundo real, para ella este era el mundo real y si le decía algo la llenaría de más tristeza e impotencia. Desde ese momento vine acá siempre, ella de pronto cada que venía olvidaba sus tristezas y se llenaba de alegría; ella tenía bastante energía y una hermosa sonrisa. En cada uno de mis viajes, cada una de mis apariciones en este lugar empezaba a crear una extraña felicidad en mí.
Al poco tiempo el mundo donde iba tenia mejoras… todos los días era primavera en ese lugar, el lago se puso de un tono cristal y su sabor era tan dulce como la miel, el amor podía sentirse Vanessa y yo nos enamoramos. Era la mujer más hermosa del mundo, todo era alegría; las flores y aquellas mariposas de amarillo color. Pero esta ilusión acabaría en algún momento.

Desde que vi la noticia en el periódico venía a visitarla en persona en el hospital donde se encontraba… venia hasta dos veces por semana, ella estaba a 5 horas de Macondo, valía la pena el sacrificio. Soñaba con la posibilidad que despertara y tenerla en mis brazos… bajo el calor de mis verdaderos brazos.

A 1 año y 9 meses del coma enfrente la verdad más ruda que nunca jamás había enfrentado, le iban a desconectar.
Intente hacer lo imposible para evitarlo pero era inevitable… no tuve más remedio que contarle a Vanessa todo lo que le había ocultado… le dije la verdad y ella sonrió diciendo que ya lo sabía. Y que era una realidad que teníamos que enfrentar. La fecha estaba fijada ya, la hora de su muerte le habían establecido y no había nada que yo pudiera hacer, solo estar con ella.

El día había llegado; 2años y 1 mes después del coma. Ella se encontraba en el lago de lágrimas… quería estar ahí los últimos momentos conmigo pues era ahí donde nos conocimos y de alguna manera ese fue el momento donde ambos encontramos algo que nos hizo ampliamente feliz, justo en un lago de lágrimas… al final de la vida todo suele ser bastante irónico.
Ella me miro a los ojos con la más grande profundidad en su mirada y las lágrimas más saladas y con su mirada acercándose más y más a mi rostro… el tiempo había concluido y a centímetros de mis labios y en mis brazos solo desapareció y el mundo donde habitaba se caía trozo por trozo, ya no era primavera… ya no habrían más alegrías, ya todo había acabado.

Desde ese momento no di más viajes, no di más saltos a ningún otro lugar solo dormía y despertaba, no había sueños en mí. Pero de pronto un día tuve un sueño y ahí estaba Vanessa, luego tuve otros sueños y ahí estaba Vanessa; se sentía extraño el soñar con Vanessa y saber perfectamente que no es ella. Aunque a veces me agrada pensar que es una viajera de sueños y que me visita como lo hacía yo con ella… pero claro, eso sería un gran absurdo.

FIN