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Desde tiempos inmemorables, la pólvora ha sido un medio e incluso herramienta para la creación de diferentes instrumentos; Se concibió en China, sin embargo, no se sabe la fecha exacta en que fue creada pero se piensa debido a manuscritos encontrados que fue formulada y descrita cerca del 800-1000 D.C.



En la antigüedad, su uso fue principalmente enfocado hacia la pirotecnia (fuegos artificiales) también se le dio un uso enfocado a la infraestructura (como herramienta de demolición) debido a que resultaba ser altamente explosivo, y, a su vez añadido a esto también se enfocó como arma [primitivos cañones de mano chinos] (sin embargo resultaba poco práctica e incluso contraproducente debido a la poca investigación conocida y a la escasa tecnología desarrollada para crear armas de fuego)



Sin embargo, debido a la expansión árabe y gracias a que el lejano oriente era un lugar apreciado para comerciar los mercaderes de medio oriente encontraron este compuesto un tanto interesante (y fue así como llegó hasta Europa junto con el papel).

La técnica de la pólvora fuer perfeccionándose con el paso del tiempo con fines cada vez enfocados a la industria militar (pólvora negra) hasta nuestros tiempos en los cuales se utilizan derivados de esta con mejor calidad.



En resumidas cuentas (y citando a Wikipedia) la pólvora no es más que un compuesto creado a partir de: determinadas proporciones de carbón, azufre y nitrato de potasio. La más popular tiene 75 % de nitrato de potasio, 15 % de carbono y 10 % de azufre (porcentajes en masa/masa); Químicamente, el carbón y el azufre arden gracias al nitrato potásico, que es el comburente, pues suministra el oxígeno para la combustión.