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Artículo original

Nos encantan las chapas. Nos chiflan las medallitas. “Qué bien quedaría una medalla Media Mogul en mi pechera”, hemos pensado prácticamente todos alguna vez.

De hecho, la MM tenía la costumbre ser una de las medallas más preciadas y a la vez una de las más complicadas de alcanzar, sino la que más. Escribir buenos artículos con asiduidad, hacer publicidad de los mismos, aprender de otros periodistas… y eso durante mucho, mucho tiempo. Además, existen una amplia gama de géneros sobre los que escribir, cada uno con una distinta aceptación entre el público: análisis militares, viñetas cómicas y/o satíricas, guías para los novatos, crítica política, estudios económicos… y muchos más que me dejaré por el camino. Ahora, ya no.

Evidentemente, cuando te dedicas a una labor que requiere mucho esfuerzo durante un largo período de tiempo, y observas que poco a poco éste va dando sus frutos, aumentando poco a poco tu número de subscriptores, la alegría es inmensa. Sin embargo, cuando se trata únicamente de darle a un botoncito, y en varias horas tener la tan valiosa condecoración, el enorme mérito que supone alcanzarla se ve inmensamente mermado, así como queda desprestigiada la misma medalla, pervirtiendo su verdadero significado; ¿por qué razón iba alguien a esforzarse escribiendo, si luego llega uno y con apuntarse a una lista lo tiene todo hecho? ¿No pensará ese alguien: “para esto, mejor hago yo lo mismo, y paso de escribir”?

     
                ¿Tanto empeño, para qué?

De esta última pregunta podemos llegar a deducir algo: si todo el mundo puede alcanzar los mil subscritos sin sacrificio alguno; si cualquiera, aún sin haber escrito en su evida, puede lucir esta brillante chapa en su medallero, ¿dónde quedan los periodistas? Ya nadie escribirá, o si acaso cuando le apetezca, pues ya no será necesario buscar la MM. Yo, por ejemplo, escribo cuando me dan arrebatos de ¿originalidad? o me siento inspirado, y aunque lógicamente sería un honor ganar la medallita, no es eso lo que busco; sin embargo, otras muchas personas no son así, y la finalidad de sus artículos sí que es alcanzar ese alto número de subscriptores, y con buenos artículos. Si ya no es necesario escribir, por tanto, ¿para qué hacerlo? ¿Nos quedaremos solos aquellos a los que no nos interesa tener una de las imágenes de nuestro perfil de un color dorado, dónde antes había una silueta grisácea (al final es eso realmente, colorear una imagen)? Sería una verdadera pena, pues pocos quedan de los que escriben por “placer”.

Me diréis: “que va, eso no va a pasar; la gente ganará una o dos MMs y luego escribirá para conseguir más”. Sí, bueno. Vamos por partes. La prensa es el reflejo más fiel de la actividad de cada una de las comunidades de los diferentes países que pueblan el juego; en Serbia o Polonia, pese a todos los cambios, siguen teniendo un módulo periodístico bastante activo. Aquí, por el contrario, los escollos y trabas que han ido colocando los administradores nos han afectado mucho más profundamente; mientras que cuando yo llegué hace casi un año, la prensa era rica y variada, y no pasaba una hora sin que se publicasen varios artículos (y ya se hablaba del declive por aquel entonces), ahora apenas hay diez artículos al día, quince o veinte en las mejores jornadas. El juego en sí mismo se ha ido orientando hacia el módulo militar, cercando y aislando cada vez más las posibilidades en otros módulos; así, hoy en día conseguir una medalla de magnate de los medios es una muy ardua empresa; y a consecuencia de esto, casi nadie escribe, puesto que como ya dije con anterioridad, buscamos la medalla… y si ésta no viene, ¿para qué escribir? Ahora, volvamos al principio de este párrafo, y pensemos: si cuando es posible conseguir la MM por nuestros propios medios, aún siendo difícil, nuestra dejadez o vagancia nos lo impide… si nos la regalan, si es gratis, si no hay que currar, si nos ahorran todas esas dificultades, ¿para qué leches vamos a escribir? De hecho, tenía en mente escribir y publicar este artículo hace tres o cuatro días, cuando el tema aún estaba candente, y la desgana me pudo…

          
Como un reloj de arena: nada nos influye, nada nos importa; la arena sigue cayendo hasta que no queda más.

Y aún nos queda otro enfoque negativo de este famoso script. Evidentemente, su uso está vetado, al igual que, en principio, el empleo de cualquier otro tipo de programa que añada funcionalidad al juego en sí mismo. Pero realmente, scripts como el eRA o Pulse no hacen daño a nadie; o lo que es más importante: no hacen daño al bolsillo de los administradores. Sin embargo, el script que nos ocupa puede reportar oro en cantidades masivas a todo aquel que lo utilice… y eso, claro está, no le hace demasiada gracia a nuestro amigo Plato. Si llegase a extenderse este programita a todos los jugadores de eRepublik, podría llegar a ser un gran problema, puesto que si suponemos que hay cincuenta mil jugadores activos en este mundillo, todo el mundo acabaría por tener aproximadamente unas cincuenta medallas; mucho, demasiado oro que no ha entrado en circulación por el pago con dinero real. Y claro, como esto no es admisible, he aquí que los administradores deciden ponérselo más difícil tanto a quien programa como a quien desea servirse de él para su propio beneficio; desde hace algo menos de una semana, si te apetece subscribirte a algún periódico porque ha escrito algo que te ha gustado, necesitas rellenar un captcha. Sí, si antes ya nos costaba volver hasta arriba de un artículo (sobre todo si es un tocho como éste) para hacer click en “Subscribe”, ahora es más pesado todavía. Y volvemos al tema de antes; los que escriben por la medalla, ya no lo hacen...

Esperemos que a quien hizo el script no se le ocurra alguna manera de saltarse el captcha, puesto que si no, estaríamos de nuevo en la situación anterior, pero con un agravante: sería mucho más difícil para los administradores encontrar otra forma de evitar la explotación masiva del script, salvo, claro está, una que parece que llevan buscando varios meses: eliminar el módulo periodístico; eliminar toda protesta o queja que pueda desentonar con el resto, que pueda molestarlos. Venga, animad a Plato, que tiene ganas de hacerlo. Dadle el gustazo.

         

Y hoy, con motivo de esto de lo que he hablado, he decidido cambiar mi habitual frase de despedida por una más adecuada a la situación.

Y recordad, el secreto para llegar a ser Media Mogul se esconde "bijaaiiin teh muuuusgoo" turkish scriptision”.

Dejaos de scripts y escribid, leñe.

         


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