Prólogo I: Néstor

Day 3,107, 02:52 Published in Spain Spain by x9MiguelMJ bb
Prólogo I: Néstor

Néstor se levantó como cada mañana y comenzó su rutina. La cama de paja le había vuelto a destrozar los huesos de la espalda que sonaban a rítmicamente y se combinaban con el ruido de los platos que colocaba su madre en la cocina. Llegaba tarde, esa era su labor, le esperaba la reprimenda de su padre. Todo formaba parte de un vals que se repetía a diario y parecía perfectamente sincronizado, la voz de su padre rugía a la misma vez que su estómago hambriento, formando un ritmo preciosista que se mezclaba con el canto de los pájaros y el ruido del arroyo que formaban una estupenda melodía. Su padre, para culminar esta obra, le regañaba en ritmo ternario.

Torpe, perezoso, descuidado…- hacía una breve pausa y una respiración antes de volver a cargar- Vago, holgazán, gandul.

Y seguía hasta que su estómago dejaba de rugir con el primer bocado de pan, como si ya no tuviese sentido porque falta una voz y la pieza musical está desbalanceada. Una vez terminado el desayuno, sus padres fueron a sus puestos respectivamente, su madre en la cocina empezaba a cocinar, su padre salía a la barra y después de ponerse su delantal abría su taberna. A Nestor le tocaba coger los dos cubos de madera, y mientras salía por la puerta le asaltaba un pensamiento: ¿Qué odisea le esperaría hoy?. El calor que hacía en aquella parte de Longvalley era sofocante, sus zapatos de cuero se habían agujereado lo que suponía un alivio, al menos a corto plazo. El arroyo estaba al lado de casa, pero el agua no era del todo buena, Néstor debía ir todos los día hasta el lago Tawa, a unos mil pasos desde su casa, dos mil si iba a pata coja, cosa que hacía a menudo con tal de no volver a su casa. En medio del sendero, cuando llevaba la mitad del recorrido encontró algo digno de mención, una mariposa blanca. Resplandecía como si fuese plata, Néstor siguió a la mariposa que se dirigía cuesta abajo en su misma dirección, oyó un ruido extraño, como si de un zumbido se tratase, giró la cabeza para ver que era, no vió nada, para cuando quiso volver a mirar a la mariposa ya no estaba, se había esfumado.

Despertó de su ensimismamiento y se centró en conseguir su objetivo, agua. LLegó al lago y vio su reflejo en él, su cuerpo escuálido y cuando se acercó su rostro pálido. Con diecisiete años todavía parecía un aprendiz de hombre. El zumbido volvió a aparecer en su cabeza esta vez se mareó. Se puso en pie asustado, había despertado y por la posición del sol había pasado casi toda la mañana. Empezó la vuelta con paso ligero hasta su casa, no quería oír una reprimenda de su padre y mucho menos una tan grande que la tuviese que sentir en su propio cuerpo. Después de subir la colina vio humo, la taberna estaba ardiendo. se le cayeron los cubos de agua al contemplar la imagen, por un momento se quedó paralizado y salió a correr hacia su hogar. Solo le corría un pensamiento - no quiero estar solo en este mundo- se dijo.