Los tres pilares.

Day 2,644, 10:33 Published in Spain Spain by Gbs Lapidus

La grulla


Desde que llevo en el congreso, tanto ingame como outgame, he realizado los tres derechos que un congresista puede, e incluso debe ejecutar.



-Derecho al voto: Comprendemos en estos todos los congresistas libres de la nación, que, de una u otra manera quieren expresar y dejar grabado su voto en la cámara del congreso. Para tumbar o aupar las medidas que otros compañeros o ciudadanos creyeron convenientes.


-Derecho de libre expresión: Este, el que más se usa sin duda, es la cual todos podemos relatar que medidas nos parecen más o menos justas en debates que, confieso, se me hacen interminables. Es la norma no escrita que nos defiende de objetar sobre cualquier tema con mayor o menor razón.

-Derecho a no ejercer el voto: Este es sin duda el punto en el que los jugadores dan menor importancia.
¿Un congresista que decida no votar las propuestas de la cámara o del mismísimo presidente del país es un mal congresista? ¿Está en su derecho de no hacerlo, o por el contrario ejerce una dejadez y una parsimonia la cual no representa a los ciudadanos y es reprobable.

No me gustaría caer en el juego de que, si un jugador ejerce este derecho -siempre hablando del ingame- los demás compañeros de la cámara puedan seguirle en masa en una especie de desencanto general o, de idolatría personal, el ePaís se sumerge en una especie de subanarquía primitiva.

Menos aún, me gustaría dar la razón a los congresistas que piensan que, aun en el supuesto improbable de que ocurriese esto, la nación se viese arruinada y totalmente desentendida. Incluso perdida y descoordinada. Aunque, ni mucho menos soy anarquista, decir esto es insultar esos principios desde un prisma de incultura y de memos.


Yendo al asunto en cuestión, creo con total firmeza que ambos jugadores tienen razón y derecho a actuar de estas dos distintas formas;

El jugador que, por diferentes motivos desempeñe la totalidad de su tiempo en el roleo outgame, aunque este dependa casi en su totalidad del ingame. Defiendo que, ni si quiera entre en el juego salvo lo totalmente necesario y se aferre a sus amigos en los distintos foros partidistas y comunitarios.
Que su vida diambule sobre las normas solamente existentes en los espacios de algunos y que, de igual modo, decida aceptarlas o rechazarlas. Sin que esto dependa su inclusión social.


Como no podía ser de otra forma, comprendo y es digno de ser un ciudadano en igualdad de condiciones, aquel que se dedique casi o en exclusiva a la totalidad del juego propio. Rechazando cualquier herramienta extra que la comunidad haya creado para otros fines. Especial mención a quienes rechazan registrarse en foros, aparecer por IRC´s o rellenar cualquier tipo de documento outgame, que pueda influir poco o muy poco en el buen funcionamiento del juego.


Para enriquecer el debate en los comentarios del mismo artículo, adjunto unas capturas de dos congresistas con diferentes opiniones y diferentes argumentos.




Las capturas han sido puestas con el conocimiento de ambas partes, jamás publicaría conversaciones privadas sin dicho consentimiento.


¿Y vosotros, que pensáis?