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Continuación:

El libro de Erian también reveló que en el día del séptimo eclipse, cuando la luna oscureciera el sol por última vez en el siglo, las energías místicas del eclipse levantarían a las siete gárgolas, demonios alados, de Haar-kun,
que serían capaces de abrir el portal del inframundo y permitir la malvada resurrección de Nekron... el fin de todas las cosas!
Pero en el mismo día, si Thanor tuviera sus ojos de vuelta, el grito de su alma haría temblar la tierra de nuevo y sería capaz de alzarse por última vez bajo el hechizo de los ángeles para detener los crueles planes de Nekron.
A causa de Tarish y su inesperada traición, las otras páginas del libro de Erian se perdieron...
A pesar de que aquellas palabras perdidas lo harían todo más claro... no hay ninguna dudad de ello... la búsqueda de las dos piedras preciosas, los legendarios ojos de Thanor, debía empezar inmediatamente!
Mientras, los reyes y magos de de la Orden del Dragón Blanco, una vez informados sobre los eventos, convocaron y decretaron que Etherus, Iras y Dargor, acompañados por el mismo equipo de amigos que valientemente se enfrentaron a las heladas tierras Nórdicas y a los peligros de Haar-Kun, tendrían que viajar hacia los bordes del mundo conocido, en busca de Aelin y Mornir.
Llegó también la hora para informar oficialmente a la gente de las Tierras Encantadas y de los Reinos Medios a cerca de la inminente amenaza y crear juntos en poco tiempo la mayor armada del mundo conocido para una nueva y trágica batalla, para el más épico choque de acero brillante desde la séptima guerra primordial.
Al tiempo los discípulos de la Orden Oscura estaban organizándose para la llegada de los Señor Oscuro y su sangrienta dominación.
No había tiempo que perder... el mundo nos aclamaba!


2. Aelin y Mornir
Aerin, el primero ojo de Thanor, fue encontrado entre las slavajes rocas de las sureñas y polvorientas Tierras Fantasmales. Pask-ur, el leal caballo de Dargor, dio su vida para permitir a su amo alcanzar las rocas invisibles en medio del pantano mortal, donde la mágica piedra estaba escondida. Aquellas aguas ácidas corroyeron la carne y los huesos del amado caballo, pero antes de morir fue capaz de llevar al shadowlord a aquellas rocas y entonces, con un último esfuerzo heroico, lo devolvió a tierra firme con la piedra en su mano. Dargor lamentó el triste destino de su amado amigo durante días y noches pero al final, todos nostros entendimos que no había habido otra solución para alcanzar ese logro.

Después de un largo y peligroso día a través de las tierras medias orientales, finalmente alcanzamos el reino de las ancestrales cascadas para encontrar el segundo ojo de Thanor, Mornir. El precio a pagar por esta nueva hazaña legendaria fue otra vida, ésta vez la de nuestro valeroso amigo Khaas. En los pasajes subterráneos escondidos por las violentas aguas de la más salvaje de las cascadas, Dargor y Khaas tuvieron una terrible lucha contra una monstruosa criatura. Mientras Khaas, ya condenado a muerte a causa de sus heridas mortales fue capaz de bloquear al monstruo, con toda la fuerza restante en su cuerpo, Dargor pudo golpear certera y letalmente a la bestia con su mandoble.
Otro sacrificio, otro amigo perdido, otro llanto... pero finalmente la segunda piedra en nuestras manos...
No queda mucho tiempo ahora antes de que la luna oscurezca al sol y el último eclipse del siglo sea una trágica realidad. Ahora nos movemos hacia Naimun, la torre élfica en el borde del Mar Medio. Un barco nos llevará hasta Tamien y desde alli comenzaremos nuestra cabalgada hacia las montañas blancas, otra vez enfrentándonos los peligros de las heladas tierras del Norte en el camino hacia Haar-kun donde nuestro destino será finalmente revelado...
Al mismo tiempo las hordas de la Orden Oscura y nuestra armada de las regiones medias están marchando una hacia la otra, dia y noche, en dirección a los Reinos de las Cascadas. Una parte de nuestra armada esta alcanzando los altiplanos nórdicos alrededor de Ainor, otra está organizando los barcos para un ataque frontal en el Mar Medio.
Mientras, los magos de la Orden del Dragón Blanco están intentando negociar una alianza fundamental con los señores de las tierras de los dragones. El olor de la guerra está en el aire... el bosque está también silencioso...
y quizás por última vez, mientras cruzamos estos verdes valles en camino hacia Naimun, seamos capaces de disfrutar sus maravillas...

CONTINUARÁ