Morfología y trialéctica del cortijerismo.

Day 2,145, 17:56 Published in Spain Cuba by Hummungus
EDITADO - NOTA ACLARATORIA:

Algunos de los primeros lectores han realizado una crítica acertada del presente texto: faltan cortijos. Se debe a que he tenido un lapsus derivado de mi propio concepto del juego, un concepto que puede definirse como contextocentrista y que me hace ignorar a veces los aspectos del juego que menos se explicitan de forma semántica. De ahí que al reflexionar sobre los cortijos me haya centrado en aquellos eminentemente discursivos (o generadores de opinión) olvidando los que funcionan principalmente como burocracias de promoción y mercadeo de favores (FFAA, IAN, partidos y obras sociales). Aunque el modelo hipotético que he deducido no tiene en cuenta estos últimos, creo que sigue siendo útil para entender los cortijos que tienden a funcionar como principales generadores de contexto.

Por ello entiéndase desde este momento a que tipo de cortijos me he referido a lo largo del ensayo -a los discursivos- ya que si corrigiese el texto ahora los comentarios de los primeros lectores resultarían extraños y la lectura se haría más engorrosa de lo que Yailus ha apuntado.

Olviden también el título que hay más arriba ya que un título más adecuado para el ensayo sería...


MORFOLOGÍA Y TRIALÉCTICA DE LOS CORTIJOS DISCURSIVOS.

¿Que es en eEspaña un cortijo? Básicamente es un foco de opinión o grupo de presión generado por varios jugadores, unos ámbitos de afinidad e interés que internamente se organizan de forma jerárquica según normas explícitas o implícitas, normas que pueden materializarse en unos ritos de paso o de pleitesía. A su vez externamente cada uno de los cortijos está en conflicto permanente con los otros. ¿Que es lo que hace que tengamos varios cortijos? Creo que esta cuestión es más importante de lo que parece, la explicación corriente que lo reduce todo a una cuestión de egos es bastante simplista y nos impide tanto una panorámica general del fenómeno como conocer su dinámica.

Mi hipótesis es que cada uno de los cortijos responde a una configuración específica de una triada surgida los cinco sentidos, una combinatoria que afecta y define a sus principales actores. Es la forma en la que intervienen los sentidos en los distintos grupos de cortijeros lo que hace que sea imposible un único espacio en el que los egos compitan por hacer efectiva su influencia. Esto es, que cada grupo se ha configurado porque se relaciona con el mundo y consigo mismo a través de unos órganos concretos. Existe algo físico en la manera de jugar y con ello no quiero que entiendan que pretendo ridiculizar a nadie.



Esto de organizar los cortijos y explicar sus conflictos a través de los sentidos es bastante más inocente que trasladar aquí las fases freudianas de desarrollo que también aluden a partes del cuerpo. O mejor que trolear aplicando las categorías que Bolaño aplica a los poetas hispanoamericanos del siglo XX según los términos que popularmente se ha usado para homosexuales y afeminados. No, no es mi intención trolear. Simplemente me siento como un presocrático ante el misterio de la naturaleza ¿Por qué hay cortijos? ¿Por qué son tan distintos? Para alguno de aquellos pensadores griegos todo venía del fuego, otros decían que del agua, que si del aire argumentaban otros, mas alguno señaló a la tierra. Luego vino Empédocles y habló de los cuatro elementos y más adelante alguno habló del éter y todo para que más recientemente la señora Botella nos hablase de un mundo de peras y manzanas.

¿Podemos hacer algo parecido con los cortijos? Yo creo que si, así nos conoceríamos mejor y de este modo nos comprenderíamos un poco más. Aunque creo que el conflicto entre cortijos es por naturaleza permanente, creo que un ensayo como este nos puede ayudar a conocernos.

Podríamos adoptar dos puntos de vista (y al decir "vista" ya declaro mi afinidad con un tipo de cortijos). Bien se puede definir cada cortijo por algún defecto físico que implica a alguno de los sentidos, bien por la combinatoria sensorial que resulta de tal minusvalía parcial o total. Como ven, tanto lo uno como lo otro resulta algo más elaborado que la añeja acusación de retardation.

Según el primer criterio tendríamos tres cortijos en conflicto: el de los "un poco sordos", el de los "casi mancos" (los llamo así por identificar el sentido del tacto con una parte del cuerpo), y el de los "prácticamente ciegos". En primer lugar los un poco sordos estarían principalmente definidos por radio enigma. Los segundos que he mencionado corresponden con el cortijo por excelencia, el foro unificado, pero también con demás grupos organizados bajo la forma de foros con liderazgos masculinos. Y por último estarían los invidentes definiendo así a los eventuales grupos basados en el pagafanteo a una carismática supuesta jugadora como los formados en los casos de UDE o antiguamente EJ. Este último supuesto rara vez se reconoce como cortijo pero hay que definirlo como tal una vez que vemos su relación con los otros tipos de cortijo. Sucede lo mismo que con los planetas extrasolares o estrellas dobles que se detectan por perturbaciones en la gravedad o en la luz de una estrella cercana.

A decir verdad el anterior criterio me parece un tanto burdo porque también es posible definir los cortijos teniendo en cuenta también los sentidos que tienen más desarrollados. Eso es a lo que finalmente aspirado partiendo de una idea primitiva tan simple. Al final quedaría algo así:



Los he enumerado asignando a cada uno combinatoria sensorial con un porcentaje aproximado del papel de cada uno de los tres sentidos que destaca o más falta en cada uno de los cortijos, un porcentaje aproximado porque no es algo que se pueda medir sino a lo sumo estimar y también porque existen variaciones internas.

Además de los cortijos tenemos unas figuras arquetípicas (a y b) que pueden interactuar en sus distintas encarnaciones como auténticos poderes fácticos semiindependientes o unipersonales: (a) el viejuno tramero y (b) el troll perfecto (ya he dicho que se trata de arquetipos ideales y no de las frecuentes hibridaciones, a veces con resultados nefastos que llegan a ser serias deformaciones). En cuanto al tramero domina el tacto porque es puro faping de conocerse a si mismo y en cuanto al troll perfecto (que no imitaciones y wannabitos) es puro olfato, sabueso con fines mayéuticos de todo lo podrido, la basura, la mierda y la sangre.

Pasaré a describir uno por uno cada uno de los cortijos según este novedoso critero. Pero antes veamos como funcionan en lo externo. Con las líneas negras de la siguiente figura he tratado de marcar las relaciones de conflicto permanente entre los cortijos, de todos contra todos que ya conocemos. He dejado al margen a las figuras arquetípicas del tramero y el troll porque van a su aire, característica que también se debe a una configuración idiosincrática de los sentidos. Quizá merecen un estudio aparte.



Abordemos ahora los casos particulares:

CORTIJO 1: RADIO ENIGMA.



Aunque le he adjudicado el mismo porcentaje de sentido auditivo que el cortijo forero por excelencia los he llamado sin embargo "los casi sordos" por el acusado contraste que tiene el poco oido con la presencia abrumadora del sentido del gusto sublimado, un 80%, digo "gusto sublimado" porque si bien no se degusta aquí el gusto se sublima en la verborrea. Mi hipótesis es que tanta verborrea es un sustituto de una naturaleza glotona a través del ejercicio del mismo orificio corporal implicado en la deglución. Ya en alguna ocasión he analizado el uso de las metáforas gastronómicas en este juego y he hablado de una especie de canibalismo simbólico del enemigo a través de los términos culinarios usados en el lenguaje bélico. Aquí se da un paso más y es mediante el mismísimo órgano de la deglución que se encara a lo desconocido que son los demás tragándoselos simbólicamente convirtiéndose para ello la palabrería en la dentición precisa para masticarlos. Por eso no es necesario pensar sobre lo que se dice, más bien un estorbo, una pérdida de tiempo, porque véase como medusa como maestra de ceremonias y protagonista vive con auténtico placer la ejercitación de su boca, de un modo tan vísceral e impulsivo, de una manera tan inevitable como si se tratase necesidad orgánica. Hay un gusto por lo inmediato, una avidez incompatible con toda lo que implique un lapso de tiempo, de ahí que se le note tan incómoda y torpona cuando escribe. Medusa tiene que decirlo ¡ya! y es tanto el placer de hablar que la lleva a veces hasta el delirio. Manejando la voz medusa está en su salsa, no le hace falta nada y descuida los otros sentidos, por eso he adjudicado un 10% al oido y otro 10% a la vista. Y ojo señores, no trato de meterme con medusa sólo entenderla un poco. Ella tiene una compulsión igual que otros tienen o tenemos otra, porque si nos ponemos freudianos yo tampoco saldría bien parado. No te enfades medusa, a mi también me gusta la buena mesa (pero se me quita el apetito si me ponen delante un cuadro de Francis Bacon).

CORTIJO 2: EL UNIFICADO Y SIMILARES.



El 10% de oido que les he adjudicado es testimonial y se debe a la atención que le prestan al cortijo que hemos tratado primero, un cortijo que consideran advenedizo. Por lo demás los he llamado "los casi mancos" focalizando el tacto en una parte del cuerpo pero -como pueden ver- les he adjudicado un 20% de tacto. Cuando pasemos a definir los cortijos pagafanteros entenderán por qué los he definido así cuando he usado el criterio negativo para definir cada forma de cortijerismo. Si bien es imposible que el sentido del tacto pueda captar algo del mundo erepublikano, es indudable que el pagafantismo implica la fantasía de lograr pillar cacho, de palpar "algo corpóreo", quien sabe si tal fantasía a veces deviene finalmente en solitario tocamiento. He adelantado las características del pagafantismo para explicar lo de mancos haciendo notar que el unificado es un cortijo furibundamente antipagafantas, aunque es innegable que ha existido en este caso un espartano pagafanteo entre jugadores varones, pero digo pagafanteo por la búsqueda y vivencia casi libidinosa de un status en el juego o su intrahistoria, sobre todo en épocas pretéritas anteriores a las medallas por turnos y divisiones, una época en la que las diferencias entre players eran colosales. Por ese pasado marcado por carismas viriles con sus cortes de fieles adoratrices queda como remanente ese 20% de tacto que nos remite al fapeo pensando en esos ídolos o en uno mismo. Pero esto es apenas más real que mi maledicencia y en lo sensorial podemos destacar principalmente la mediación de lo visual (le he estimado un 70😵, un sentido muy masculino o si no pregunten a las chicas con qué se excitan ellas. En efecto, lo visual es lo principal no sólo por la palabra escrita sino por aquello que hace imposible que el foro sea una radio escrita y la radio un foro hablado (esto último por mucho chat que la radio tenga). La inmediatez en el foro es de otra clase que en la radio, lleva su tiempo porque es una inmediatez de un twitter anterior al mismo twitter, se busca la economía de lenguaje, el comprender de un vistazo, por eso el ideal más prestigioso es la genialidad sentenciosa, la idea contundente en pocas palabras y a veces en tan pocas palabras que no tiene palabras sino que se condensa en una imagen, algo que también es el hábito adquirido del paso por otros lugares de la red que se toman como modelo. Pero hay otra cosa más que lo diferencia del anterior cortijo: los quotes. No existe equivalente en la radio, en la timba que es un foro no se puede esconder cualquier carta a la ligera, los demás jugadores las van contando para hacer su jugada. Por eso la fuente de endorfinas es distinta a la de la radio, es una actividad más cerebral, más lenta (y para mi gusto agotadora), no olvidemos que los ojos no son sólo el espejo del alma sino los órganos más conectados con el cerebro. ¿Que los foreros quedan bien parados? Pues no sé yo. Si no fuese porque el sistema se autorregula para evitar el agotamiento de sus componentes, las réplicas y contrarréplicas serían a veces eternas lides de a ver quien la tiene más grande, por no hablar del detallismo enfermizo -con todas las letras- de los tochoposteros (yo sería uno de esos). Si comparé a Radio Medusa con un cuadro de Francis Bacon, aquí nos encontraríamos con un engendro social con vocación dividida entre panóptico y galleta china.

CORTIJO 3: LOS PAGAFANTEROS.



Creo que la imagen lo dice todo. Como ya expliqué al tratar el Cortijo Unificado, cuando hablo del tacto en este artículo sólo puedo referirme en sentido real o figurado al fapeo o como se diría en el lenguaje de don soliloquio al tocamiento solitario de las partes más señaladas de la región infrapúbica. Y aquí frente a la casi ausencia de vista y de olfato pongo entre los pánfilos caballerosos un 98% de tacto o mejor dicho de su fantasmagoría. Fuente de troleos, de ridículos y de tomaduras de pelo no quiero sino destacar como los otros dos cortijos recelan de los grupos de opinión que se basan en el pagafanteo a una jugadora carismática.

CONCLUSIONES:

Se dice que radio enigma tiende a la mentira pero creo que nos engañaríamos si pensáramos que el embuste o la exageración y la parcialidad son exclusivos de un sólo cortijo, tampoco lo son los mecanismo de silenciamiento. No trato de justificar a nadie sino más bien destacar que más allá de los intereses enfrentados es probable que exista una base orgánica para que se produzcan choques, malentendidos o conflictos entre unos grupos y otros. Cualquiera en su día a día habrá visto que existen diferentes maneras corporales de estar en el mundo, lo que alguno por la inercia del lenguaje llamará temperamentos o los antiguos dirían humores (aludiendo a fluidos del cuerpo). Sin bien hasta hace poco habíamos vivido este juego sobre todo desde una perspectiva visual y analítica, ahora nos encontramos además con un grupo que redunda en lo oral y lo visceral, es inevitable que se produzca un choque, igual que en su tiempo lo hubo entre europeos y nativos de tierras lejanas que tenían una visión del mundo totalmente diferente.

Es desde esta perspectiva o prejuicio y con escasa acritud (que no ironía, también ironía de mi acritud) como yo observo actualmente la polémica continua entre todas las formas de cortijerismo; de manera desapasionada, como un taxonomista trafalmadoriano que mira con su telescopio una función en la que actúan distintos humanos de este planeta que siente tan lejos.